Tocar la batería puede ayudar a niños con autismo a mejorar su aprendizaje

Practicar con las percusiones una hora a la semana beneficia la interacción social, destreza, comunicación y concentración en pacientes de espectro autista.

 

Un nuevo estudio encontró que niños con el espectro autista que tocan la batería al ritmo de rock pueden ver en su aprendizaje e interacción social una mejora. Además, solamente necesitan practicar una hora a la semana.

Según los investigadores, los pacientes que participaron en las sesiones semanales lograron mejorar su relación con sus compañeros de clases y mostraron mejores resultados en su aprendizaje al poner más atención a sus maestros.
Para el estudio, científicos de la Universidad de Chichester llevaron a cabo un seguimiento en diecinueve alumnos que padecen de espectro autista.

Sus padres y maestros llevaron a cabo un detallado monitoreo de su interacción social y su nivel de aprendizaje antes, durante y después del estudio, el cual duró diez semanas.

Cada niño que participó en el programa tuvo dos sesiones de batería a la semana, cada una con duración de media hora. El objetivo no era ser experto en tocar el instrumento, sino solamente divertirse.

En el transcurso del estudio, los investigadores encontraron que los niños mostraban una mejora significativa en su destreza, ritmo y seguimiento de tiempo. Además, mostraron un mejor rendimiento en su capacidad de concentrarse en la tarea tras tocar las percusiones.

Sus maestros informaron que también se concentraban más en clases y la comunicación con sus compañeros y profesores mejoró.

El programa es una continuación de un estudio comenzado hace algunos meses por este grupo de investigadores, conocido colectivamente como el Proyecto de Batería de Clem Burke (CBDP, por sus siglas en inglés). Clem Burke, apodado el Doctor del Rock, fue el baterista de la popular banda Blondie, que desde 1974 ha vendido millones de discos en todo el mundo.

El proyecto pretende demostrar, a través de la ciencia, el valor de aprender a tocar la batería desde una edad temprana. El investigador principal, el Dr. Marcus Smith, quien es uno de los miembros fundadores de CBDP, describió la investigación como ‘única’ y ‘notable’.

Él comentó: “[El proyecto] ha demostrado el impacto positivo en la salud y el bienestar de los alumnos después de practicar con una batería de rock. La percusión rockera como una intervención potente para las personas que experimentan trastornos cerebrales, como el autismo, es fascinante”.

El Dr. Steve Draper, coautor del estudio y también parte del CBDP, también mostró optimismo por los resultados. “La batería tiene una combinación única de actividad física, coordinación y musicalidad, todas las cuales son beneficiosas para el bienestar. Ha sido increíble ver a los niños prosperar y desarrollarse para este desafío. La batería tiene el potencial de afectar positivamente a una amplia gama de personas”, comentó.

Los resultados de la investigación aún no se han publicado en una revista científica.

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