Ciudadanos recuerdan el evento que se considera como el de más repercusión en su tipo desde hace 50 años.
Juventud es sinónimo de energía. Es la época en la que se tiene la capacidad para realizar múltiples actividades.
Durante esta etapa, comienzan a vivirse diversas experiencias que introducen al “mundo real”, además de adquirir la capacidad de tomar decisiones propias, Decisiones que muchas veces tienen eco durante años o toda la vida; entre ellas, iniciar una carrera universitaria.
El ser estudiante no solo implica sentarse en la butaca de un salón de clases y presentar exámenes, si no que también conlleva al desarrollo de una vida social que se mantiene de actividades recreativas y fiestas.
Fue así como la ciudad brasileña de Santa María vivió lo que hasta la fecha se conoce como la peor catástrofe del país en décadas: La Tragedia de la discoteca Kiss.
El desafortunado suceso tuvo lugar durante una fiesta llamada “Agromerados”, en el club nocturno Kiss. Evento organizado por estudiantes de diversas universidades el 26 de enero del 2013.
Alrededor de las 2:30am del domingo 27, uno de los integrantes del grupo musical Gurizada Fandangueira, encendió durante su presentación en vivo, una bengala que lanzó chispas que prendieron el techo, comenzando así un incendio y la propagación de humo tóxico dentro del lugar.
De acuerdo con testimonios difundidos en diversos medios, la situación empeoró cuando personal del lugar cerró las puertas pensando que el tumulto se trataba de una pelea, provocando que cientos de asistentes quedaran atrapados.
Cuando llegaron cuerpos de auxilio, un gran porcentaje de las víctimas se encontraba en los baños del lugar, ya que se informó que trataban de encontrar salidas de emergencia (mismas que se declararon inexistentes).
Alrededor de las 05:00 horas del mismo día, se logró controlar el incendio, para luego llevar a los fallecidos a un gimnasio (que sirvió como morgue improvisada) ubicado en una universidad cercana a donde acudieron los familiares de las victimas para realizar labores de identificación de los cuerpos.
Por su parte, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, suspendió su participación en la Cumbre Celac-Unión Europea y declaró luto oficial de tres días en memoria de los fallecidos, que de acuerdo con cifras publicadas en medios internacionales, el número de muertos es de 242, así como 168 heridos y 239 familias afectadas.
En el tema de responsabilidades, se descubrió que el permiso emitido por el Departamento de Bomberos para el funcionamiento del local estaba vencido desde agosto del 2012, motivo por el que se ordenó la detención de los dueños del club y el arresto del grupo musical involucrado en el incidente.
Actualmente, el club está fuera de funcionamiento y el músico responsable de prender la bengala dijo que realizaron pruebas antes del show sin ningún percance, además de aclarar que ya habían utilizado eso antes en su espectáculo en otros clubes y nunca habían tenido problemas.
Este lamentable hecho ha convertido el 1925 de la Rua dos Andradas dentro del centro de Santa María, Río Grande do Soul, en el sitio donde familiares de los jóvenes reviven el dolor del incendio que se llevó la vida de sus seres queridos.
A cuatro días de cumplirse un año de la tragedia, se han realizado durante toda la semana misas y eventos en memoria de las víctimas, desde marchas en búsqueda de justicia, hasta homenajes y la realización de nuevos programas preventivos para evitar incidentes similares o la repetición de una tragedia histórica en Brasil o cualquier parte del mundo.
Por Luis Alberto Hernández Valencia