¿Cuántas veces ha sido atrapado usted por más tiempo del que calcula en las mañanas, las tardes, las noches o a cualquier hora que decida subirse al Sistema de Transporte Colectivo, Metro?
Ciudad de México (elsemanario.com).- ¿Cuántas veces ha llegado tarde a su destino por las complicaciones que la movilidad del DF nos ofrece diariamente? ¿Cuántas veces ha sido el Metro el que le haga la mala jugarreta? ¿Qué ha hecho usted?
Evidentemente, los chóferes de los trenes no son culpables de esta situación; tampoco tenemos una importante carga vial que nos afecte; no hay cruces viales, ni tampoco puede haber complicaciones por coches estacionados o malos automovilistas. Los problemas que presenta el metro tienen otro origen, que tienen que ver con la falta de mantenimiento en trenes, vías y en general, su infraestructura.
Por ello, ¿cuántas veces ha sido atrapado usted por más tiempo del que calcula en las mañanas, las tardes, las noches o cualquier hora que decida subirse al Sistema de Transporte Colectivo?
Cuántas veces nos hemos quedado escuchando el inconfundible sonido de la indiferencia cuando el metro nos sorprende de esa manera, entre el zapateado incesante producto de la desesperación, los golpeteos en el tubo, las rechiflas y en general la resignación de usuarios que sacan un libro o su celular para pasar el rato. Entre las diatribas de culpar a los de siempre o al objeto inanimado que se detuvo caprichosamente uno podría pensar y cuestionarse lo siguiente:
¿Por qué el metro de la Ciudad de México no cuenta con un indicador de tiempos o un mapa en donde los usuarios puedan ver cómo es que el transporte va pasando por cada una de las estaciones de la línea que decidamos usar para movernos diariamente hacia nuestro trabajo, escuela u hogar?
Tal vez eso es demasiado pedir, pero por lo menos el metro capitalino, que transporta a millones de personas en una de las ciudades con mayor índice poblacional en el mundo, podría alinearse a la puntualidad de los trenes de Tokio o de Rusia, sólo por mencionar un par.
En el caso del metro nipón, se conoce que pasa con una frecuencia de 3 a 4 minutos en lo que aquí conocemos como “ horas pico” y de 5 a 8 minutos normalmente.
Otro caso representativo es el Metro de Moscú, Rusia, que se conoce como el más preciso y puntual del mundo.
Aunque debe mencionarse, en el DF, por ejemplo, hay distintas aplicaciones que ayudan a mejorar la experiencia de viajar en el Metro, ninguna de ellas, claro está, viene o es producto del STC, Metro, que de hecho, tiene un único canal de comunicación con el usuario Moderno, su cuenta de Twitter; que también, vale y cabe destacar, ignora al usuario quejumbroso que todas las mañanas arroja sus quejas sobre la calidad del servicio.
Moovit es una de esas aplicaciones para dos de los famosos sistemas operativos en el mercado que intenta ayudar y se nutre de comentarios detallados de otros usuarios sobre el Metro, Metrobús, RTP y Tren Ligero; calcula el tiempo de traslado además de ofrecer rutas, transbordes, etc.
De igual manera, la movilidad capitalina se desmorona continuamente. Ante ello los ciudadanos no podemos permanecer inertes, como si no pasara nada, silenciosos mientras nuestro tiempo se consume en medio de un túnel o varados en cualquier estación de cualquier Línea, cualquier día del año a cualquier hora. Como dirían los personajes encarnados por Héctor Suárez en el ocaso de la década de los ochenta: ¿qué nos pasa?
Por Alberto Cedeño.