¿Usted es usuario del Metro? Quizá esto le interese

El Sistema de Transporte Colectivo, Metro, opera todos los días con fallas que no han sido corregidas ni con la rehabilitación de los trenes que en teoría, era una de las principales causas del aumento a la tarifa.

 

Ciudad de México (elsemanario.com).- En una entrevista publicada hoy, Joel Ortega dice que “la Línea 12 es un fraude a la ingeniería mexicana” pues “está pésimamente hecha”. Y es que, la mal llamada Línea dorada, lleva un año parcialmente cerrada.

Muchos culparán a Marcelo Ebrard por la construcción de tal bodrio y por las promesas que se hicieron alrededor de este proyecto. Lo cierto es que las fallas en el Sistema de Transporte Colectivo naranja ya se vienen arrastrando de muchos años atrás. Estamos de acuerdo entonces. La Línea 12 es un fraude totalmente… ¿y las demás? Joel Ortega reacciona tras el comentario de la Línea 12 y justifica que durante muchos años se construyó el metro sin presentar algún problema. Eso también es cierto; lo injustificable es que no se acate de tajo la necesidad imperante de mantenimiento que tienen las demás líneas de este transporte.

Son líneas del Metro que llevan más de tres décadas funcionando, todos los días, con pocas adecuaciones debido a la cantidad de pasajeros que soportan diariamente. El servicio que brinda, está desatendido. En la mayoría de las estaciones pueden observarse carteles del Sindicato del Metro que desde hace un par de años informan al usuario de las carencias con las que hacen funcionar el servicio de trenes. Insinúan también, que si alguna tragedia ocurre, habrá un único culpable.

Algo parecido ocurrió en mayo con la colisión de dos trenes. Entre dimes y diretes, la versión oficial asegura que fue un error humano. Nada tuvo que ver el percance con detalles técnicos. Sin embargo, los trabajadores y el Sindicato de los mismos dicen otra cosa. Los trabajadores consideran al director del STC como el responsable directo de que los convoyes e instalaciones funcionen deficientemente por la falta de mantenimiento.

Y, luego, han señalado directamente a Joel Ortega Cuevas como responsable de la muerte de Salvador Wood Sánchez, aquel trabajador que cayó y se golpeo la cabeza en las maniobras de desplazamiento de uno de los trenes afectados.  Después, en el siguiente escalón, se encuentra el usuario, que a veces pasa desapercibido antes estas situaciones de oficialidad y legalidad a pesar de que la mayor parte del tiempo, es el principal afectado.

El usuario es aquel que todos los días padece el servicio de trenes desgastados, “rehabilitados” y en general, todas aquellas deficiencias que no se corrigen. Uno de los últimos percances que vio la luz, fue cuando un desperfecto entre las estaciones Balderas y Juárez de la Línea 3 dejó varados durante más de dos horas a cientos de usuarios que, no sólo perdieron sus transbordos con las otras líneas, sino que, víctimas de la desesperación intentaron golpear a un conductor.

Que los usuarios pierdan la cabeza no es justificable; pero parece válido ante los malos tratos que se dan desde la administración. Aunque claro, el conductor del tren es el menos indicado para recibir la ira del usuario. En ese tenor, Ortega menciona algo que al parecer todos hemos notado: “el servicio está sobresaturado”. La solución que propone es la de generar líneas que sean suplementarias “para dar un servicio adecuado”.

Aunque con algo estarán de acuerdo usuarios y director: hace falta dinero en el Metro, pues aseveró que se deben invertir 30 mil millones de pesos. Sin mantenimiento, con un alza a la tarifa que sacudió los bolsillos de los usuarios, pero que Joel Ortega defiende, pues el aumento no fue para buscar simpatías y “no son medidas populares”, el director del metro asegura que este medio de transporte “está afuera del rango de lo que tendría que ser una empresa pública” pues una empresa como el Metro:

“está bien que se mantenga un subsidio pero que el subsidio esté equilibrado con lo que realmente tiene que ver con el costo real de la prestación del servicio”.

Aún así, usuarios y trabajadores -pues recordemos nuevamente, se han manifestado en contra de esto- no han visto plasmadas en el campo de la realidad aquellas mejoras que se proyectaron con el aumento del boleto del Metro y que tendrían que mejorar un servicio que lleva años transportando a las generaciones capitalinas. La mejora está ahí, en el discurso. Pues el aumento en la tarifa sólo creó descontento y nada ha cambiado de fondo. Vale la pena recordar lo siguiente: según un reportaje de Animal Político se han gastado 568 millones de pesos en la rehabilitación de 24 trenes; cantidad que rebasa los 350 millones de la versión oficial. Aún así, esos trenes revividos presentan fallas, como el que colisionó en la estación Oceanía de la Línea 5.

Entonces, ¿dónde están las mejoras? ¿En el cambio de escaleras que se ha llevado a cabo en los últimos días en algunas líneas, como la 7? ¿En el tiempo que tardan los trenes en salir de la estación terminal? ¿En las demoras que el servicio tiene durante las mañanas y que afecta a todos los usuarios?

¿Cuáles mejoras? ¿Usted sí las ha visto?

Por Alberto Cedeño

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pepegrillo

Entre autoridades corruptas hasta la médula y ciudadanos totalmente indiferentes, aun estando en riesgo la seguridad de los segundos ya que estos son quienes finalmente utilizan el servicio, simplemente las cosas no mejoraran.

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