Los vecinos del pueblo de San Bartolo Ameyalco estaban al tanto del desarrollo, objetivo y estructura del plan hídrico que se desarrollaba en la zona, por lo que su reacción violenta de este jueves contrasta con las pláticas mantenidas.
Ciudad de México.- Los vecinos del pueblo de San Bartolo Ameyalco estaban al tanto del desarrollo, objetivo y estructura del plan hídrico que se desarrollaba en la zona, por lo que su reacción violenta de este miércoles contrasta con las pláticas y acercamientos que la delegación Álvaro Obregón, dice, mantuvo con líderes vecinales.
“Ante notario publico (163) entregamos el proyecto, decidimos que diera fe de los hechos, este grupo de vecinos estaba enterado de los alcances del proyecto con toda precisión, tuvimos una serie de reuniones y nuevamente encontramos una negativa absoluta y una oposición al proyecto”, explicó el delegado perredista de esa demarcación Leonel Luna.
El desarrollo de obras hídricas con punto de origen en Ameyalco, de acuerdo al delegado, respondió a la constante demanda de vecinos de Cerrada Margot o de la comunidad de Minas, entre otras localidades que no cuentan con el servicio de abasto de agua potable, por lo que todo este tiempo han obtenido el líquido por medio de servicio de pipas particulares, pues las que son operadas por el gobierno capitalino enfrentan un serio problema de corrupción y logística.
La obra que está en construcción desde que el delegado Luna arrancó su administración, ha sido detenida en diversas ocasiones por los vecinos de San Bartolo, quienes argumentan que se explotará un manantial conocido como Ojo de Agua y que es el que los abastece del vital líquido.
Sin embargo, el delegado asegura que se encuentra en una posición dual, pues por un lado ordena que se retomen las obras, debido a la demandas de los colonos que no están siendo abastecidos y por el otro, se enfrenta a los vecinos de Ameyalco quienes se oponen al avance de la red.