Una prenda de uso diario que ha generado tanta controversia a lo largo del tiempo es digna de ser comprendida desde sus inicios… conoce la historia del brasier.
En 1910 las mujeres alrededor del mundo seguían usando pesadas piezas echas de varillas y huesos de ballena como soporte estructural para sus atributos.
Aunque no fue la primera en idear el diseño, Mary Phelps Jacob fue la primera mujer en popularizar el uso de lo que hoy conocemos como brasier, sujetador, sostén o corpiño. La historia cuenta que a sus 19 años, y preparándose para su baile de presentación, Phelps, decidio cortar por lo sano con su incomodo corset, principalmente, porque su feo diseño se asomaba por encima de su vestido, y fue así que, con mucho ingenio y la ayuda de algo de listón, un par de almohadillas, hilo y algunos broches, logró crear el primer prototipo simplificado del brasier.
Sus movimientos resultaron tan gráciles y poco forzados que las asistentes al evento no tardaron en indagar en la causa de tal libertad y Mary Phelps Jacob vio en el brasier una gran oportunidad comercial. Levantó un negocio con el nombre de Caresse Crosby, y manufacturó cientos de brasieres durante sus primeros años. Más tarde vendió la patente del sostén a los hermanos Warner Corset Company por 1.500 dólares -unos 21 mil dólares actualmente-, quienes recaudaron 15 millones de dólares en 30 años.
Aquí puedes ver la los cambios que esta prenda ha tenido desde su creación: