Estas posturas de yoga son fáciles y aptas para cualquier escritorio. Aprende seis técnicas que te ayudaran a llevar el día a día desde la oficina.
La oficina es el lugar donde pasas la mayor parte de tu día -y aunque no es el ideal- ¿por qué no entonces aprovechar los largos ratos frente al escritorio y hacer lo mejor de ello?
El estrés que vives a diario, el dolor de cuello que te acompaña desde que despiertas hasta que regresas a la cama por la noche, los nervios alterados que te dejó el transporte publico o el tráfico matutino e incluso el daño de articulaciones paralizadas por horas y horas sentado puede ser reparado a través del yoga.
No te pedimos que salgas del trabajo para ir a un curso especial o que despiertes temprano para tomar clase en el gym, por el contrario, te venimos ofreciendo los servicios de calidad de la yoga de oficina.
Trabajar y cumplir con tus funciones laborales no es sinónimo de permanecer quieto, sentado y con las manos en el teclado todo el día (estos repetitivos y poco energéticos movimientos terminan por descomponer tu cuerpo). Existen movimientos efectivos que puedes realizar desde tu escritorio y que te ayudaran a reducir tus niveles de estrés y ansiedad al tiempo que se aseguran de mantener en buenas condiciones tu cuello, espalda, brazos, caderas y muñecas.
Brazos de Águila

Busca una posición cómoda sentado al borde de tu silla con los pies planos sobre el suelo, mantén la espalda recta. Inhala y extiende los brazos hacia los lados. Exhala y cruza los brazos para después conectar las palmas frente a tu cara. Relaja los hombros mientras presionas las palmas juntas estirando los dedos. Manténlo por el tiempo que duren diez pequeñas respiraciones y luego, hazlo al revés.
Siéntate y Gira

Siéntate derecho en tu silla con los pies firmes en el suelo. Inhala para elevar pecho y hombros y al exhalar gira gentilmente hacia tu lado derecho. Sostente de la espalda y el brazo de la silla suavemente y gira un poco más con cada exhalación. Mantén tus caderas rectas y respira profundamente para deshacer el giro. Intenta lo mismo pero con el lado izquierdo de tu cuerpo e intenta hacer de 5 a 10 respiraciones cada vez.
Para estirar tu cuello

Entrelaza los dedos debajo de tu espalda baja y extiende con cuidado los brazos detrás de ti para inhalar. Mientras exhalas desliza tus nudillos hacia un lado de tu cuerpo y suavemente relaja la cabeza hacia tu hombro derecho. Haz lo mismo con tu lado izquierdo y ten cuidado de no echar la cabeza hacia atrás. Realiza 10 respiraciones y después vuelve a tu centro.
Para relajar tus caderas

Coloca el tobillo derecho sobre la rodilla izquierda. Mantén tus pies flexionados en linea recta. Toma aire para abrir espalda y comienza a agacharte. Respeta cualquier restricción en tu cuerpo y decide cuanto quieres bajar. Haz de 5 a 10 respiraciones antes de cambiar hacia el otro lado.
Continuación

Mantén la postura anterior y si te sentiste cómoda con ella baja un poco más tu cuerpo hacia el piso hasta que tus dedos toquen la tierra. Relaja tu cuello y hombros y deja que tu pie permanezca recto para proteger tu rodilla. Cuando estés listo para terminar la postura, coloca el pie en el piso, deja que tu espalda y tórax lentamente regresen hacia arriba al regresar la postura l primer movimiento y deshacerlo desde ahí. Haz lo mismo con la otra parte de tu cuerpo y sostén respiraciones de 5 a 10.
Estiramiento

Permanece sentado al borde de tu silla y coloca la parte trasera de tu talón o tobillo sobre tu escritorio, en otra silla o cualquier objeto que permita una elevación apropiada de tu pierna. Flexiona el pie que esta arriba y estira los dedos, inhala para expandir el pecho y exhala para pegar tu torax hacia tu pierna. Mantén la postura por diez respiraciones y después cambia de lado.
Por Diana Caballero