El INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) confirmó que “El Códice Maya de México” es legítimo y data del periodo Postclásico temprano, siendo así el manuscrito mesoamericano más antiguo al día de hoy.
La civilización Maya se desarrolló en Mesoamérica y se destacó por su escritura jeroglífica, el cual es un sistema de escritura plenamente desarrollado, uno de los pocos en el continente americano precolombino. Los mayas hicieron aportes significativos a la arquitectura, matemática, topografía, cocina, entre otros.
El INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) confirmó que “El Códice Maya de México” es legítimo y data del periodo Postclásico temprano, siendo así el manuscrito mesoamericano más antiguo al día de hoy.
El titular del INAH, Diego Prieto, afirmó que el Códice Grolier, como era antes conocido, se encuentra entre los libros más raros del mundo. “Es un documento prehispánico, auténtico que nos remite al universo simbólico de la cultura maya”, dijo Prieto.
El documento fue hallado en Chiapas en la década de los sesenta, según los estudios hechos por radiocarbono, tiene una edad de 1021 y 1154 años de nuestra era. Fue encontrado en una cueva y adquirido por el coleccionista Josué Sáenz. En 1971 se presentó en la exposición Ancient Maya Calligraphy en el Club Grolier de Nueva York, por eso se le conoce también como Códice Grolier.
Sin embargo, muchos años tuvieron que pasar para que el códice ganara reconocimiento, ya que se le consideraba un documento no auténtico, impreso sobre papel prehispánico con escritura y materiales de la época maya.
Después de un estudio multidisciplinario realizado por investigadores liderados por José Antonio Ortiz Lanz, Sofía Martínez del Campo y Baltazar Guadarrama, se lograron aclarar las incógnitas de su legitimidad y concluyeron que el documento es auténtico.
Las dudas y polémicas que originó el códice residen en las amplias diferencias que tiene en apariencia con códices mayas de Madrid, Dresde y París, los cuales son reconocidos como auténticos. Además, su origen no era claro y esto levantó dudas en la comunidad académica.
No obstante, para la investigadora del INAH, Martínez del Campo, la singularidad del texto aporta nuevo contenido iconográfico de rituales, fechas de estos e incluso en cuáles de ellos pudo ser usado el documento.
El análisis aportó la identificación del azul maya y la grana cochinilla, al practicarse varias técnicas científicas de análisis. “No se usó una sola técnica que nos diga y quedara duda, sino que se ven reforzadas las técnicas aplicadas por los investigadores”, añadió.
El director de la Biblioteca Nacional de Antropología, Baltazar Brito Guadarrama, comentó: “Es fundamental que solo conocemos cuatro códices mayas y este sería el primero o el cuarto por ser el más antiguo. Aporta un gran conocimiento para la arqueonomía, porque nos da un aspecto desconocido y se confirma todo lo dicho sobre los movimientos de Venus”.
El INAH realizará un simposio este 30 y 31 de agosto para dar a conocer los resultados obtenidos del estudio realizado en el 2017. Más de veinte especialistas compartirán los resultados y abordarán los antecedentes históricos, análisis de manufactura, estado de conservación y deterioros sufridos a lo largo de su existencia.
De igual forma se anunció la exposición “El Códice Maya de México” la cual se realizará el 27 de septiembre en el MNA. Esta actividad formará parte de la XXIX Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH) la cual se llevará acabo del 27 de septiembre al 7 de octubre.
También te puede interesar: Dos películas mexicanas compiten por el León de Oro en el Festival de Cine de Venecia