El domingo 23 de junio de 2019, en la bella plaza La Florecita en Ciudad Satélite, Estado de México y vecina de la capital del país, se celebró el festejo de triunfadores de un corto serial de corridas de toros denominado Pletórico de Gloria, los nombres de los matadores Antonio Mendoza y Gerardo Rivera prevalecieron sobre los otros seis que actuaron, sin embargo, cada uno deja el mensaje que ahí están para tomarles en cuenta a futuro: Luis Ignacio Escobedo, Román Martínez, José María Pastor, Héctor Gabriel, Angelino de Arriaga y Arturo de Alba.
Los organizadores José Luis Alatorre, Sergio Hernández Weber y Xavier Llarena prepararon tres novilladas, una de triunfadores, un festival y tres corridas de toros (imagino la corrida de triunfadores tuvo lugar el 23 de junio); la operación estuvo a cargo de Víctor Pastor.
Muchas sensaciones positivas nos provocan el gran esfuerzo, no bien correspondido en taquilla.
Para que conste, todos los ganaderos enviaron sus ejemplares a lidiar sin costo y solamente el triunfador del último festejo, Fernando Topete de Rosas Viejas, se agenció un premio en metálico. Sus colegas de cartel, en votación junto con un representante de la Peña 432, le concedieron por unanimidad el reconocimiento a su ganadería por el toro ‘Tosijoso’.
El triunfador unánime fue el matador de toros de Morelia Antonio Mendoza, que con una muy buena actuación con toros de La Concepción y de Rosas Viejas –del que obtuvo dos trofeos– se impuso a Gerardo Rivera, quien se llevó un trofeo de La Concepción y se mostró digno rival de un torero que se inclina por el toreo de clase y temple; merecedores ambos de más oportunidades, como también se las ganó entre otros en el renglón de novilleros, Sebastián Ibelles.
Ahora bien, si hay algo que probablemente define a todas las amistades en el mundo, son las conversaciones que tienes con aquellas personas a las que terminas llamando amigos. Pura honestidad, nada de vergüenza y una cuota muy importante de confianza, hacen que estas conversaciones se transformen en los cimientos de su amistad, en mi caso disfruté el detalle de los empresarios y de los ganaderos de estar con ellos en el burladero, el pasado 23 de junio.
Fue una experiencia única el compartir con ellos el mismo lugar, donde pude constatar las emociones que viven quienes se dedican a la difícil tarea de criar toros de lidia, hubo quien le pedía a su toro mayor recorrido; otro que venía en representación y cada dos minutos recibía una llamada del titular; el abuelo y el nieto compartiendo la alegría de ver el comportamiento codicioso y noble del astado triunfador. En la charla surgieron los empadres o de quien venía cada toro de madre y padre; el de Rosas Viejas proviene de un toro de San Martín que fue padre de un semental del recordado Luis Autrique y por entrañable amistad le obsequió a Fernando hace varios años, su nombre ‘Pardito’.
Sergio Hernández Weber de Santo Tomás, Octavio Casillas de La Concepción, el representante de apellido Aja de los Guerra de San Isidro y el mencionado Fernando, charlaron abiertamente dejando una lección para el que escribe, y la reflexión que, antes de criticar, es muy importante oír a quienes tienen la gran responsabilidad de criar toros de lidia.
Javier Sordo contribuyó a los festejos en La Florecita, y el que comento, lo presenció con su familia y amigos en los tendidos, desafortunadamente el toro de Xajay que embestía con buen estilo, por un accidente al inicio de su lidia tuvo que ser sustituido por uno de los Hernández. Ya me imagino lo que habrán escuchado sus cercanos cuando ocurrió el percance, varios años de trabajo que no pudieron demostrarse en el ruedo mexiquense.
Lo que ahí se dijo en detalle quedará en mi memoria, pues entre los buenos amigos sabemos que hay pláticas que son para los contertulios y no divulgarlas, sin embargo, el aprendizaje se me impregna, entendiendo que no es lo mismo opinar que tener la responsabilidad de criar astados. Muchas gracias a ellos y a quienes no cejan en apoyar al toreo, en momentos tan complejos.