Embajador mexicano aplaude obra gráfica de Takeda

El embajador de México en Cuba Juan José Bremer, agradeció al artista plástico japonés Shizaburo Takeda su “extraordinario trabajo” en la promoción del arte del estado de Oaxaca.

La Habana, Cuba.- Bremer asistió a la inauguración de una exposición con las obras más representativas de la “Bienal Nacional Mexicana de Artes Gráficas Shizaburo Takeda”, en la Casa Museo Benito Juárez, de La Habana.

El diplomático destacó que Oaxaca es un estado que se caracteriza por la profundidad de sus raíces y su vitalidad artística.

Subrayó, además, el papel central que desempeña la Casa Benito Juárez en el diálogo cultural entre México y Cuba, así como en la relación cultural entre México, Cuba y Japón.

Shinzaburo Takeda (Japón, 1935) reside en el estado mexicano de Oaxaca desde hace más de 30 años y recibió en 2012 la Orden del Tesoro Sagrado de manos del Emperador de Japón, Akihito, por el valioso trabajo social que realiza en ese lugar.

“Aquí nació y creció mi espíritu”, reconoció el pintor, al decir que México le permitió descubrirse a sí mismo. Desde sus tiempos de estudiante en la Universidad Nacional de Bellas Artes de Tokio, Takeda se interesó en el arte mexicano, específicamente del periodo postrevolucionario, y sus deseos de profundizar en el tema lo trajeron al país en 1963.

Se estableció en la ciudad de México donde aprendió pintura mural en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, bajo la dirección de Luis Nishizawa y Armando Carmona, y al mismo tiempo se especializó en litografía en la Escuela Nacional de Artes Gráficas.

Él buscaba el modo de retribuirle a México lo mucho que le dio, por lo que en 1978 se mudó a Oaxaca, donde se entregó de lleno a la docencia como profesor de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).

No sólo ha desempeñado varios cargos en la UABJO, sino que además impulsó la apertura de la Licenciatura en Artes Plásticas y la creación de la Bienal Nacional de Artes Gráficas que lleva su nombre.

“Ojalá haya hecho yo algo por desarrollar el arte contemporáneo y por acompañar a mis hijitos (como llama a sus discípulos, la mayoría indígenas) a descubrir su vocación”, dijo con humildad en breve entrevista.

Estos días Takeda se mantiene activo pintando en su casa-estudio el entorno sagrado de los zapotecos valiéndose, como siempre, del lenguaje figurativo. Cuando crea, explicó, le gusta sentirse representante de su tierra natal espiritual, como llama a México.

"Éxodo". Shinzaburo Takeda (Oaxaca, Mexico). Litografía, 1995.
“Éxodo”. Shinzaburo Takeda (Oaxaca, Mexico).
Litografía, 1995.

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