El Instituto Nacional de Antropología e Historia ha confirmado el hallazgo del esqueleto más antiguo del continente americano; lo que lo convierte en el eslabón faltante para ratificar el vínculo entre los primeros pobladores de América y las poblaciones indígenas contemporáneas.
Ciudad de México.- Especialista y arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), hallaron en el sitio arqueológico Hoyo Negro, en Tulum, Quintana Roo, el esqueleto más antiguo del continente americano, al cual bautizaron como “Joven de Hoyo Negro” o “Naia”.
Los estudios de ADN han confirmado que los restos tienen una antigüedad que oscila entre los 12 mil y 13 mil años, lo que ratifica su linaje asiático Beringio y lo vincula con las migraciones siberianas.
“Se trata del resto humano más antiguo que se conoce en América, y además es el esqueleto más completo y genéticamente intacto que se ha encontrado en nuestro continente, el cual pertenece a este joven que murió dentro de esa cueva inundada”, dijo Teresa Franco, directora del INAH.
Con esto, el esqueleto se convierte en el eslabón que faltaba para confirmar el vínculo que existe entre los primeros pobladores de América y las poblaciones indígenas contemporáneas.
“Esto comprueba el linaje y evolución que tienen los contemporáneos, ha sido objeto de evolución dentro del Continente, no vienen de ninguna otra parte; el poblamiento americano es Siberia- Estrecho de Bering- América”, señaló Pilar Luna Erreguerena, coordinadora del proyecto “Hoyo Negro Tulum Quintana Roo”.
De acuerdo con los investigadores del INAH, “Naia” es una joven de 1.47 metros de altura que posiblemente cayó en una cueva y murió durante la última glaciación, hace aproximadamente 10 mil años.
La edad de “Naia” fue confirmada mediante análisis de ADN mitocondrial, Carbono 14 y Uranio/Torio, cuyos resultados revelaron que es una joven de origen asiático beringio del haplogrupo (Cromosoma materno), identificado con las migraciones que llegaron de América desde Siberia; del subhaplogrupo que solo tiene lugar en América.
Fue a través de la información genética obtenida de uno de los dientes de “Naia”, que se pudo establecer un vínculo entre aquellos primitivos pobladores y los modernos nativos americanos.
Exploración e inicio del proyecto “Hoyo Negro Tulum Quintana Roo”.

Luna Erreguerena puntualizó que los buzos Alberto Nava Blank, Alejandro Álvarez y Roberto Chávez, ingresaron por un túnel a 10 metros de profundidad, mil 200 metros de distancia y recorrieron un pozo negro y donde se percataron de huesos de animales y enseguida un cráneo. A partir de entonces se inició el proyecto donde se recabaron fotos y video para su estudio inicial.
“Al mover las luces nos atipamos con los huesos de animales, pensamos que ese era el descubrimiento, enseguida Alex pone su luz en un cráneo humano de color negro invertido y así lo encontramos”, señaló Alberto Nava Blank.
La información fue obtenida a través de fotografías, videos y muestras tomadas por los espeleobuzos. De acuerdo con la ética obligada de dejar los restos en su lugar como indica la Convención 2001 de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático.
Sin embargo, a fin de garantizar la seguridad de los vestigios más representativos del esqueleto de “Naia”, éstos fueron extraídos y se encuentran bajo resguardo del INAH. El siguiente paso será que “Naia” reciba un tratamiento de conservación y preservación, además de la realización de estudios fisonómicos que ayuden a conocer su rostro.
En el lugar también se hallaron los restos de 26 mamíferos correspondientes a 11 especies del Pleistoceno Tardío con una antigüedad de 36 mil años y que corresponden a gonfoterio, tigre de dientes de sable, perezoso de tierra tipo Shasta, tapir gigante, cerdo de monte, oso, puma, lince, coyote, coatí y murciélago frutero.
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