Este domingo inicia la sexta temporada de Game of Thrones, la serie que ha cambiado la forma de ver y hacer televisión en la era del internet y el streaming
En esta época global, la televisión es un nativo salvaje. El día que colocaron los satélites y ahora con el uso del internet, los eventos globales son algo muy común.
Tal vez la cúspide la haya encontrado la televisora por cable HBO con la serie Game of Thrones, que ha cambiado definitivamente la forma de hacer, y ver, televisión.
Antes de HBO, la televisión masiva era la televisión abierta y eso conllevaba ciertas limitaciones, como temas y horarios, que tenían que ser familiares, y contenidos, que generalmente rayaban en lo que la mayoría debía ver, de acuerdo a cierto consenso mayoritario, es decir, sin desnudos, sin malas palabras y poca sangre, etc.
Pero HBO lo cambió con series como Los Soprano, The Wire o Six Feet Under, donde los contenidos maduros eran cosa cotidiana y realmente convirtieron la televisión en un ejercicio diferente.
Con Game of Thrones fueron más lejos, era una producción de fantasía, situada en una época estilo al medioevo y con mucha post producción, en la que las locaciones no estaban en un solo país y que abordaba temas diversos, como política, relaciones sexuales diversas, hay incesto, hay sexo homosexual y hasta alguna violación; pero lo más interesante era que se embarcaban a dar imagen a una saga de libros con relativo éxito entre el público literario-fantástico con mucho éxito.
El resultado funcionó, los fans de los libros estaban encantados, el autor y los productores quedaron satisfechos con el tratamiento y los ratings de las transmisiones se fueron al cielo. Por lo que renovaron, y hasta la fecha llevan cinco temporadas de éxito rotundo.
Pero este éxito los ha llevado a cierto número de problemas. Cada año añadían más personajes y locaciones, lo que hizo que la producción creciera a niveles gigantes pero el reto que representa el comienzo de la sexta temporada es que la saga de libros no está concluída, es decir, había cinco libros y la nueva temporada abordaría un sexto tomo que no está escrito.
Los fans podrían decepcionarse, los tele espectadores están ansiosos, el resultado es la más arriesgada de las apuestas.
Haciendo un recuento, las cinco temporadas y sus cinco libros, han creado una fuerte e interesante mitología que ha calado de fondo a una audiencia que lo mismo contrata los canales Premium de HBO o compra la opción OTT que ofrece la televisora, porque en estos tiempos del streaming, Game Of Thrones es la serie más pirateada de la historia y los sitios donde la ofrecen ilegalmente se multiplican, lo que ha terminado por diversificar la oferta.
Este domingo 24 comienza la transmisión de los diez capítulos que semanalmente develaran la incógnita si los escritores trascienden lo hecho hasta ahorita por George RR Martin, el experimentado autor que ha estado muy cerca del proyecto televisivo y que debe, al menos, dos entregas más en libro o nos desviamos por las tramas distintas que nos ofrecerá la mancuerna de David Benioff y DB Weiss, los dos productores que han sabido darle a la serie un color y sabor que hoy en día pone a HBO a la vanguardia en televisión.
Seis cosas que esperamos