El tenor mexicano Ramón Vargas reaparece en escena.
Ciudad de México.- Luego de que el año pasado se ausentara de la ópera por una cirugía en la rodilla, el laureado tenor Ramón Vargas regresó anoche a los escenarios, durante el inicio de temporada de “El trovador”, de Giuseppe Verdi (1813-1901) en la Sala principal del Palacio de Bellas Artes.
Por primera vez en el país, el cantante mexicano engalanó el recinto de mármol, en el papel protagónico de “Manrico”, pareja sentimental de “Leonora”, personificada por la soprano suiza Joanna Parisi, quien cautivó al público no sólo con su voz, sino también con su belleza.
Bajo la dirección de Mario Espinosa, la obra, que se desarrolla en cuatro actos y ocho escenas, conserva la complejidad sentimental de los personajes con énfasis en el odio, sin que la trama de la historia se vea modificada.
En la primera de cuatro funciones, la propuesta de Espinosa puso énfasis en el sentimiento del odio como el motor que ha conducido a la humanidad a guerras, venganzas y celos a lo largo de la historia.
Con la participación del Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la batuta de Enrique Patrón de Rueda, quien este año celebra 35 años de carrera, “El trovador” conquistó al público reunido en el también llamado Palacio de mármol.
Esta obra, basada en la historia homónima del dramaturgo español Antonio García Gutiérrez (1813-1884), se considera uno de los montajes más dramáticos del compositor italiano.
En ella se cuenta la rivalidad política entre los hermanos, que no saben su lazo, “Manrico” y el “Conde de Luna”, a la que se suma el amor que sienten por “Leonora”; aunado a esto nace una venganza de la gitana “Azucena”, por la muerte de su madre en manos del padre de el “Conde”.
De esta obra que resuelta un agasajo, monumento al bel canto, destaca sin lugar a duda el segundo acto titulado “La gitana”, en el cual el Coro de Bellas Artes, acompañado del resto de los cantantes del montaje, deleitó a los presentes con la pieza “La gitanilla”.
En lo que parece ser un jardín, cerca de 100 gitanos toman sus martillos y golpean mesuradamente los hierros candentes mientras, oran hombres, oran mujeres, para al final, todos juntos, entonar el siguiente estribillo: “¿Quién del gitano los días embellece? ¡La gitanilla!”
Entre los personajes protagonistas, se encuentra “Manrico”, encarnado por el tenor Ramón Vargas, quien se presenta como un héroe romántico, por conservar las características del amor, la nobleza y el proteccionismo que profesa hacia su madre y su novia.
Otra de las participaciones que hicieron estallar el aplauso y las miradas de los caballeros, fue la de la soprano Parisi, quien goza y deslumbra con un suave, pero potente timbre vocal, además de su belleza, misma que celebraron con vivas y bravos.
“El trovador” es la segunda ópera del periodo medio de la producción verdiana formada por “Rigoletto” (1851), “Il trovatore” (1853) y “La traviata” (1853).
La ópera que tendrá nuevamente funciones los días 1,3 y 6 de julio, se representó por vez primera el 19 de enero de 1853 en el Teatro Apollo de Roma, en Italia.