120 piezas que ilustran la historia de China se exhibirán en la sala dedicada a esta cultura ancestral, misma que no había sido renovada desde la inauguración del museo.
Ciudad de México.- El Museo Nacional de las Culturas informó sobre la actualización de la sala dedicada a China, con la exhibición de 120 piezas que acercarán al público a las diferentes tradiciones religiosas y artísticas de esa cultura milenaria.
La nueva propuesta museográfica, se estructura en tres secciones apoyadas por la curaduría de la antropóloga Silvia Seligson, mismas que que abordan las “Creencias tradicionales”, el “Florecimiento cultural” y el “Intercambio comercial”, lo que dará cuenta de la historia del país asiático, que comprende cinco mil años de antigüedad, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por medio de un comunicado.
La especialista detalló que en el primer núcleo temático sobresale la concepción de la vida y la muerte, que se ilustra con ofrendas funerarias que fueron cambiando según las dinastías que gobernaron el imperio chino, por ello, se exhibirán esculturas de cerámica vidriada y bronces rituales que se usaban para colocar las ofrendas de alimentos, de vino o de agua.
“Hay más de 54 tipos de bronces según la función que cumplían y son piezas extraordinarias por las técnicas con las cuales se elaboraron tres mil años atrás”, sostuvo.
Se presentarán también ofrendas de figuras humanas y recipientes de diseños zoomorfos, que acompañaban a los muertos hacia su otra vida, entre ellas están dos famosos Guerreros de terracota, que recibirán al visitante en la sala.
“Otro elemento distintivo de la cultura china son los jades, a los que les han atribuido poderes curativos, de larga vida y de inmortalidad. Una pieza extraordinaria que ilustra esta idea es un traje mortaja elaborado con más de 2,500 placas de jade unidas con hilos de oro. Se trata de la mortaja del príncipe Liu Sheng, de la dinastía Han del Oeste (206 a.C.- 8 d.C.)”, aseguró Silvia Seligson.
Para la segunda sección denominada Florecimiento cultural, se destaca un momento histórico muy importante para China, que fue cuando se estableció la ruta de la seda, en el siglo II antes de nuestra era, y que ligó el imperio romano con el chino por más de 4,500 kilómetros a través del desierto y por donde circularon varias mercancías, entre ellas la seda, que fue invento chino y cuya técnica, desconocida por siglos, era muy apreciada, aseguró el INAH.
También destacan un par de xilografías que reproducen textos budistas, así como cuatro instrumentos musicales tradicionales, de un universo de 72, que se siguen utilizando hasta la actualidad.
“Estas tradiciones de la música, la danza, el drama, la actuación, evolucionaron siglos después en un arte que es también Patrimonio Intangible de China: la Ópera de Pekín, la cual se ejemplifica mediante máscaras e indumentaria”, comentó la curadora.
Por su parte, en la tercera sección se mostrarán las aportaciones chinas que se obtuvieron mediante el intercambio comercial como la porcelana, inventada y desarrollada por los chinos desde milenios atrás y que llegó a producirse en Occidente hasta finales del siglo XVIII.
“El momento en que alcanza un nivel de excelencia en calidad, técnica y diversidad es durante las últimas dos dinastías: Ming y Qing. La porcelana fue uno de los productos que tuvo gran influencia en la talavera de Puebla. En la sala se exhibe un jarrón y una tarja (siglo XVIII), préstamo del Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”, que ilustran cómo influyeron las porcelanas chinas en la forma, diseño y color de estos objetos”, expresó la especialista.
La antropóloga Silvia Seligson declaró que la Sala de China no había sido renovada desde que se abrió el museo, hace 48 años.
“En esta actualización se planteó dar un contexto, y no sólo mostrar las piezas por su belleza o calidad, sino por todo lo que representan, porque finalmente el arte es una expresión de las ideas y de las creencias”, dijo.
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— INAH (@inah_mx) diciembre 26, 2013