Posterior al Muralismo y a lo que aquí se llamó primer Neomuralismo, llegó una avanzada de jóvenes que buscaba expresarse a través de este arte. Autodidactas o doctos en la materia, hacen uso del stencil, grafitti y claro, la brocha y el pincel para poner en el ojo del espectador un magistral trabajo.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Hasta el momento se han tratado tres vetas importantes sobre este movimiento, que a través de la reapropiación de un discurso, ha mantenido vigencia en nuestros días utilizando distintos métodos y técnicas para llegar a ello.
Gracias a lo anterior, el Neomuralismo de nuestros días va formando un nuevo camino no sólo en la búsqueda de reconocimiento, sino buscando la transformación social, a través de la apropiación de bardas, espacios, actualizando las temáticas representadas.
Guillermina Guadarrama Peña, historiadora de arte e investigadora del Cenidiap/INBA, identifica al menos cuatro momentos: el Muralismo que continuó bajo patrocinio y encargo estatal; un segundo momento que denomina neo y abstracto. Un tercer momento que es lo que artistas han hecho en distintos espacios, cercano a los pobladores porque los incluye en la realización, como el Tepito Arte Acá de Daniel Manrique. Y un cuarto momento en donde se puede identificar una nueva generación de jóvenes que han ido desde el graffiti simple a nuevos murales más tecnificados y complejos llevados con símbolos populares, un lenguaje visual fresco, autodidactas, aunque también hay estudiados, su discurso: contra el poder, la mercantilización del arte, aunque también llegan a galerías.
En este sentido, y como parte de la transformación social de espacios, el nuevo Neomuralismo puede inscribirse en otras dos vetas: una, la estética que de manera indudable logra modificar el espacio físico para cambiar el andar y sin duda, transformar.
Otra veta, es la que logra modificar para bien el tejido social, muchas veces, partiendo de lo estético; ejemplo claro de ello, es el magistral trabajo hecho por Germen Colectivo en Las Palmitas, Pachuca, donde la convivencia entre sus habitantes se desarrolló y afianzó gracias a un proyecto común que logró transformar la vida de sus habitantes.

Pero, ¿cómo sucede esto y a quién pertenecen estos trazos o modificaciones espaciales y sociales?
Posterior al Muralismo y a lo que aquí se llamó primer Neomuralismo, llegó una avanzada de jóvenes que por el simple hecho de expresar algo, comenzaron con esta actividad. Autodidactas o doctos en la materia, hacen uso de stencil, grafitti y claro, la brocha y el pincel para poner en el ojo del espectador un magistral trabajo.
Uno de los casos representativos en esto, ya presentado aquí, es el de Rod Villa, oriundo de Baja California.

Pero evidentemente no es el único, pues muchos más se han dedicado a plasmar su arte en distintos lugares del país o en el extranjero. Ahí tenemos el caso de Edgar “Saner” Flores, quien comenzó con el graffiti aunque después estudió diseño grafico, es un digno representante del folklore nacional. Cuando le preguntan sobre sus influencias menciona la música, pero también a José Guadalupe Posada y claro, a los muralistas. Boticelli, es uno de sus favoritos.

Otro caso es el de “el norteño”, Alonso Delgadillo, neomuralista de Tijuana, egresado de la carrera de Diseño Gráfico Integral, también se dedica a la docencia, con el único objetivo de crear un pensamiento formativo para los futuros artistas.
La presencia de este artista se encuentra en las calles de Tijuana en espacios descuidados o en cualquier calle, todo para que los niños y jóvenes siempre puedan estar en contacto con el arte, exponiendo en cada obra la vida de los personajes de esta zona cobijados por escenarios coloridos.

También tenemos a Sego, artista chilango, quien interviene espacios a través del graffiti; se inspira en la naturaleza plasmando aspectos fantásticos de la misma con ayuda del aerosol. Su trabajo está presente no sólo en la ciudad de México, sino en París, La Habana y Buenos Aires. Además, ha sido expuesto en distintas galería y festivales de arte. Sego es autodidacta.

Así es como el Neomuralismo sigue vigente en las paredes de nuestras ciudades; heredero de un gran movimiento que abarcó lo social, lo político y lo ideológico, este Neomuralismo apenas comienza a dar sus primeros pasos en muros de espacios públicos, ciudades alrededor del mundo, galerías y festivales de arte; retomando una tradición que parecía olvidada gracias a sus trazos, sensibilidad y como en la época dorada, su manera de ver el mundo, reposicionando estas maneras de expresión.
Por Alberto Cedeño.