Trozos de tubería, latas de aceite industrial, monedas, llaves viejas y mucho ingenio componen los instrumentos de la orquesta.
Paraguay.- Con trozos de tubería, latas de aceite industrial, monedas, llaves viejas y mucho ingenio, la orquesta de niños de Cateura debutará en el Auditorio Nacional de España.
Originarios de un barrio estigmatizado por su pobreza y su cercanía al vertedero de Asunción, la treintena de niños paraguayos que componen la Orquesta de Instrumentos Reciclados demostrará en España cómo han empezado a transformar su comunidad gracias a la música y el empeño.
Dirigida por Favio Chávez, la orquesta llegará a España con el apoyo de Ecoembes, una entidad que se encarga de recuperar y reciclar envases de latas, plástico, cartón y papel.
La iniciativa se enmarca dentro de la política de fomento de la educación ambiental que Ecoembes lleva a cabo desde hace dieciséis años.
El director de la orquesta decidió llevar dos guitarras para entretener a los chicos mientras sus padres y madres trabajaban.
“Había que alejarlos de las máquinas peligrosas, de la suciedad…” comentó Chávez, ahora director de una escuela de música financiada con donaciones y con las actuaciones de la orquesta infantil que en los últimos dos años ha viajado a Estados Unidos, Japón, Holanda, Brasil o Colombia.
“Cada vez venían más niños y no había instrumentos para todos. Ahí apareció el talento de Don Colá”, dijo Chávez sentado en una de las aulas donde ahora imparte clases de forma gratuita a unos 150 niños del barrio.
El concierto será el 5 de enero, víspera de la festividad de los Reyes Magos, en el Auditorio Nacional.
Mientras tanto, previo al concierto, los músicos de Cateura impartirán un taller para los niños madrileños en un centro cultural, donde mostrarán cómo convertir residuos en instrumentos musicales.
Nacido en un pequeño pueblo a unos 80 kilómetros de Asunción, Chávez llegó a Cateura para terminar su tesis sobre separación de residuos, pero los hijos de los “gancheros”, como son conocidos en Paraguay a los trabajadores del vertedero, reclamaban su atención mucho más que la basura.
Con información de Agencias.