Un día como hoy, la poesía mexicana recibió a dos grandes

Hoy recordamos el nacimiento de Amado Nervo y Manuel Acuña, dignos representantes de la poesía nacional.

Ciudad de México (elsemanario.com).- El día de hoy la cultura mexicana se encuentra de manteles largos. Distintos años, mismo día: 27 de agosto, fecha en que nacerían Amado Nervo y Manuel Acuña, grandes representantes de la poesía nacional.

“El amor es un sentimiento sin significado, se da sin pensar, se toma con agradecimiento, pero se pierde de igual manera, sin pensar”.

Manuel Acuña, quien fuera miembro y fundador de la Sociedad Literaria Nezahualcóyotl (inspirado en Ignacio Manuel Altamirano), nació un 27 de agosto de 1849, en Saltillo Coahuila.

El joven Acuña fue un aspirante a la medicina; sin embargo, su pasión por la literatura lo llevó a que en 1869 comenzará una carrera como colaborador en algunas publicaciones como El Renacimiento, El Libre Pensador, El Federalista El Domingo, El Búcaro y El Eco de Ambos Mundos.

Inspirado por Gustavo Adolfo Bécquer, Acuña cuestiona en su obra la existencia de Dios, el origen, el sentido de la vida en la Tierra, el amor y el desamor, por lo que en ocasiones se le considera un revolucionario existencial. Camino al lado de Ignacio Manuel Altamirano y Juan de Dios Peza. Su carrera fue breve, aunque proclive. Sus primeros poemas se publicaron en el periódico la Iberia.

El poeta murió en 1873, envenenado con cianuro; se dice que el mismo se suicidó a consecuencia de lo siguiente: el poeta se habría enamorado fuertemente de Rosario de la Peña, quien también resultaría cortejada por José Martí y Manuel M. Flores. Con todo y que el joven poeta ya contaba con un reconocimiento literario, murió en la pobreza con 24 años de edad. Algunos de sus poemas destacados son:

• Historia del pensamiento
• Inscripción en un cráneo
• ¡Ya sé por qué es!

“Quienes piden lógica a la vida se olvidan de que es un sueño. Los sueños no tienen lógica. Esperemos a despertar”.

Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz, mejor conocido como Amado Nervo, nació el 27 de agosto de 1870, en Tepic, Nayarit. Estudió matemáticas, física y lógica, pero se interesó más por la ciencia y la filosofía. Así lo haría en el seminario de Zamora, donde curso la preparatoria y también se imbuyó en la literatura y en las humanidades.

Tras iniciar la carrera de Derecho Natural, se ve obligado a regresar a Tepic, pues su familia pasaba por problemas económicos; ello también lo impulsaría a viajar a Mazatlán, donde encontraría la manutención gracias al periodismo.

Posteriormente viajaría a la capital del país en donde seguiría trabajando en ese oficio hasta que logró posicionarse gracias a la Revista Azul; luego, fundaría la Revista Moderna. Gracias a eso, El Imparcial, otro diario, lo envió a la Exposición Universal de París, ciudad que lo atrapó, tanto que se quedó a vivir dos años. Gracias a ello, pudo entablar amistad con Rubén Darío.

Ahí mismo, en París, conoce a la que sin saberlo, sería la inspiración para La amada inmóvil, una de sus grandes obras. Nos referimos a Ana Cecilia Luisa Dailliez, quien falleció de manera temprana y formó con el poeta una relación de poco más de 10 años. La intimidad y el dolor serían el eje que proyectaría esta obra.

Tiempo después regresaría a México en donde se dedicaría a dar clases en la Escuela Nacional Preparatoria, camino que le abriría la oportunidad de ser inspector de enseñanza en literatura.

Entre sus obras destacadas se encuentran:

• Los Ofertorio
• grandes poemas de Serenidad
• El Bachiller
• El estanque de los lotos
• Juana de Asbaje.