Cada 5 de septiembre desde 1983 se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena en honor a la indígena peruana Bartolina Sisa, guerrera Aymara, quien luchó contra la dominación de los conquistadores españoles. En esa época el maltrato y despojo hacia a la mujer indígena era algo común.
El 24 de agosto de 1753 en la comunidad de Sullkawi del Ayllu, nació Bartolina Sisa. Ella se dedicaba a las labores de los telares, tejedora e hiladora. Se casó con Túpac Katar, caudillo con quien organizó la resistencia indígena de los pueblos andinos contra el yugo español en el Cuzco, Perú.
Lamentablemente, Bartolina murió un 5 de septiembre ahorcada y descuartizada. Este hecho indignó a organizaciones sociales y es por ello que se le realiza un reconocimiento como la mujer más valiente de la época, una de las indígenas que dieron su vida por la lucha de la libertad, por salvar a su pueblo.
Pero en este día, no solo celebramos a Bartolina, celebramos a todas aquellas mujeres indígenas que luchan diariamente contra la discriminación y los abusos. Los pueblos indígenas forman parte de la población más pobre y desamparada de América Latina lo cual genera diferencias y desventajas para ellos.
En los pueblos indígenas, el rol del hombre y la mujer es diferente. Las mujeres tienen un rol importante en la supervivencia de los pueblos ya que son las encargadas de preservar las tradiciones, ejercen las tareas del hogar y raramente toman decisiones familiares importantes. No participan en la vida social ni comunitaria de la comunidad y aún luchan por la igualdad, para tener los mismos derechos que los hombres, para vivir sin discriminación.
Actualmente la problemática de la mujer indígena en la ciudad y las comunidades rurales abarca aspectos centrales de nuestro desarrollo como país: política económica, agraria, educativa, de salud, vivienda, derechos humanos, etc.
Las mujeres indígenas poseen la voz para portar el valioso legado cultural y social de los pueblos originarios. Tienen facultades de liderazgo que les permiten ejercer sus derechos desde un punto étnico-cultural que les permiten tener identidad personal y colectiva para enfrentar los retos del mundo actual.
En América Latina y el Caribe hay 50 millones de indígenas, esto equivale al 10 por ciento de la población total, 650 pueblos indígenas, del cual el 59 por ciento de la población indígena son mujeres. Además, en México, de acuerdo con datos del 2010, viven casi 8.2 millones de mujeres indígenas.
Derechos de las Mujeres Indígenas
Las mujeres indígenas tienen derechos en sus propias organizaciones e instituciones que acompañan sus luchas, estos son identificados de la siguiente manera:
- Derecho al respeto de la identidad cultural del pueblo al que pertenecen.
- Derecho a su identificación como integrante de un pueblo indígena específico
- Derecho a no ser asimiladas ni obligadas a aceptar prácticas culturales, ajenas y que atenten contra su propia identidad cultural
- Derecho a modificar costumbres y tradiciones sociales, culturales, económicas que dañen o afecten su dignidad
- Derecho a recuperar, como integrantes de un pueblo indígena, ciertas prácticas y tradiciones que las favorecen y dignifican como mujeres.
En nuestra cultura, las mujeres indígenas deben ser vistas como un ejemplo de fortaleza y admiración, ya que tienen que soportar rechazo y discriminación de parte de la sociedad y los representantes del gobierno, algo que necesita cambiar inmediatamente.
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