Un todólogo barroco

¿Quién se atreverá a poner límites al ingenio de los hombres?
Galileo Galilei.

Si alguien fue un inquietazo de miedo durante su larga vida fue José Antonio Alzate y Ramírez de Santillana, verdadero hombre de la Ilustración y padre de la divulgación científica en toda la América del siglo XVIII.

Teólogo, filósofo, astrónomo, botánico, científico, periodista, historiador, arqueólogo, lingüista, litógrafo, traductor, ingeniero, mecánico y un nutrido etcétera, a este todólogo barroco se le chorreaban las ideas para sus inventos, que además no fueron tiros al aire, sino contribuciones serias para el nacimiento de la ciencia mexicana con un impacto social sin precedente.

Para muestra un botón: en 1790 Alzate inventó nada menos que el Flotador, u obturador automático de agua, ¡sí!, el que ahora se usa en baños y tinacos en todo el mundo y con el cual se ahorran millones de millones de litros de agua.

osé Antonio Alzate y Ramírez.
Retrato de José Antonio Alzate y Ramírez de Santillana, polímata mexicano (Imagen: Wikimedia).

José Antonio Alzate y Ramírez de Santillana nació en 1737 en un pueblo a las faldas del Popocatépetl. En la familia había dinerillo; además, por el lado materno, estaba emparentado ni más ni menos que con nuestra décima musa, Sor Juana Inés, que de apellidos era De Asbaje y Ramírez de Santillana. Por parte del padre eran de origen vasco. La buena posición social y el hecho de que el nene fuera hijo único contribuyeron a que recibiera una educación fuera de lo común, que aunada a su genio y curiosidad ilimitada hizo que a los dieciséis años se recibiera de bachiller en artes, en aulas jesuitas. Eran tiempos en que si querías estudiar en serio no había más que meterse de cura, como hizo José Antonio, quien se ordenó sacerdote, pero jamás ejerció la profesión. Dentro de su congregación se le empleó como “sacerdote visitador”, los encargados de pasar lista y revista a las diferentes casas y parroquias de su diócesis.

A la muerte del padre, el joven Alzate heredó lo suficiente como para poder dedicarse al estudio toda su vida sin ninguna preocupación económica. Pero no sólo eso, poco tiempo después se murió la madre y le heredó el doble.

Como era de esperarse, llegó el momento en que a fray Pepe le quedaron chicas las escuelas y universidades del virreino, de tal manera que prefirió autoeducarse a base de lecturas e investigaciones propias bajo una recia disciplina. Él mismo se construía sus instrumentos y herramientas, que podían ir desde una simple llave de tuercas hasta un telescopio o un enorme fuelle para hacer circular el aire en las minas. Su patrimonio le permitió comprar todos los libros necesarios para un estudio a conciencia de los temas que le interesaban, que eran hartos, y además tener contacto con intelectuales, científicos y estudiosos importantes de Europa. Esto le dio la oportunidad de poder publicar sus artículos en revistas especializadas del viejo continente, así como pertenecer a sociedades distinguidas, como la Académie Royale des Sciences de París y a el Real Jardín Botánico de Madrid.

Sor Juana.
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, escritora novohispana (Imagen: Pinterest.)

Por supuesto, desde joven Alzate llamó la atención de las autoridades eclesiásticas y virreinales, que lo llamaban todo el tiempo para encargarle obras y escuchar sus ideas y propuestas. Por ejemplo, en 1767 (el fatídico año que expulsaron a los Jesuitas de México, ¡craso error!, pues con ello la educación en México se vino abajo por largo tiempo), Alzate propuso al Ayuntamiento de México un proyecto para desaguar la laguna de Texcoco y un “método fácil para mejorar las cañerías que sirven para la distribución de las aguas que se abastece el público de la capital”. Adelantado a su tiempo, Alzate daba soluciones a problemas urbanos a sabiendas de que la evidente destrucción de los recursos naturales llevaría a mayores problemas a la ciudad. En ese entonces la ciudad contaba con más de cien mil habitantes. Así ofreció soluciones para la recolección de basura, para evitar o solucionar inundaciones, para el alumbrado público o para evitar y combatir los regulares incendios (aunque había un regimiento contra incendios a fines del XVIII, el primer cuerpo de bomberos existió hasta 1873).

Una de sus más grandes aportaciones a la divulgación de la ciencia fue la creación de la Gazeta de Literatura de México, el único testimonio en papel del movimiento ilustrado en Nueva España que reflejó no sólo la libertad de pensamiento al grito de ¡atrévete a pensar! (en vez de creer en milagritos), sino que llevó al público en general a enterarse de lo último en ciencias, artes y literatura de una manera sencilla, rápida y económica, un verdadero “jitazo” literario.

Gazeta de Literatura.
Facsímil: Biblioteca Palafoxiana.

Por supuesto esto se dio gracias a que Alzate puso su propia imprenta, algo costosísimo e insólito para la época, ya que sólo el gobierno tenía permiso para imprimir (podemos apostar a que Alzate tenía buenos conectes). La Gaceta se publicó por más de diez años, editada siempre por fray Pepe en solitario. Con más de cuatrocientos artículos en su haber sobre temas de agricultura, medicina, historia, arqueología, astronomía, filosofía, literatura, física y ciencias naturales, la Gazeta también publicaba artículos de grandes científicos, literatos y filósofos europeos, que el mismo Alzate traducía del inglés, francés y el latín. Muchos de estos artículos fueron de valor capital, como cuando en 1779 publicó la gran noticia sobre la creación de la vacuna contra la viruela, que tanta muerte había causado en América. Recuérdese que la viruela prácticamente acabó con la población indígena a partir de La Conquista, que sí había cerca de veinte millones de indios cuando llegó Cortés, y para tiempos de Alzate apenas alcanzaban el millón.

Algo importante de mencionar es que Alzate fue un apasionado de los grabados, pues era un fiel creyente de que la literatura científica o mecánica sin “monitos” no servía de nada: había que ilustrar las ideas para que la gente las entendiera. Pongo un ejemplo: uno de estos grabados fue un mecanismo desarrollado por Alzate para levantar campanas y colocarlas en los campanarios. Gracias a este grabado se subió con éxito la campana más grande de la Catedral de México, la llamada campana Santa María de Guadalupe, una nena de trece toneladas que sigue resonando (dato inútil: hoy en día repican treinta campanas en la Catedral).

En efecto, nadie ponía más “monitos” en sus revistas que Alzate, quien llegaba a imprimir hasta veinte grabados por revista, un número muy alto si se considera el tremendo costo del proceso. Pero bueno, harina había de sobra en el costal. Al final del día, la Gaceta como órgano de divulgación fue decisivo para incentivar a que cualquier persona con iniciativa pudiera desarrollar sus ideas y ponerlas en práctica, algo nunca visto.

Campanario.
Fotografía: MXCity.

Dotado impulsor de la aplicación científica a la técnica, la producción de Alzate fue extraordinaria:

  • Antes que Benjamin Franklin, inventó una especie de pararrayos;
  • Inventó el jabón de coco;
  • Inventó un farol hexagonal que alumbró más la ciudad;
  • Inventó toda clase de instrumentos para mejorar la minería y la agricultura;
  • Descubrió el origen de la laca;
  • Fue el primero en trazar la migración de las golondrinas y de los primeros en explorar el Iztaccíhuatl;
  • Observó y escribió sobre el paso de Venus por el Sol gracias a un telescopio que él mismo construyó;
  • Estudió los terremotos y eclipses de luna con instrumentos construidos por él mismo;
Planos.
Imagen: Pinterest.
  • Contribuyó al estudio de la peste, el escorbuto, la caries dental y la sífilis;
  • Fijó la latitud y longitud de México;
  • Fue el primero en ocuparse en el estudio de productos naturales, como la valiosa grana cochinilla (de donde se saca el color rojo), el gusano de seda, el maíz y el árnica;
  • Fue de los primeros en escribir sobre los beneficios del cacao, de cómo sembrarlo y regarlo;
  • Fue el primero en medir las pirámides de Teotihuacán,
  • Dibujó planos de la Ciudad de México que se usaron por muchas décadas;
  • Publicó métodos para apagar incendios, para prevenir inundaciones y para la recolección de basura.
  • Publicó métodos para la fundición de campanas y mecanismos para levantarlas;
  • … ¡y un largo etcétera!
Gazeta.
Imagen: Revista Mito.

Lo increíble es que todas las aportaciones del ingenioso sobrino de Sor Juana estuvieron basadas en su opinión de que los problemas sociales se pueden solucionar ayudándose de la técnica que ofrece la ciencia, comprendiendo y observando de manera directa la naturaleza y sus fenómenos. Sí, don José fue un científico de trinchera, no de aula.

La historia de México está lleno de “alzates” inadvertidos y desaprovechados, hombres y mujeres de un ingenio fenomenal, aunque cada mexicano traemos un “ingenio” adentro que se caracteriza por irreverente y picaresco, pues a la carretilla para acarrear materiales de construcción se le convierte en asador de carne, a la llanta de tractor en chapoteadero para niños, o baste hacerle un hoyo en medio a la caja de pizza vacía para convertirla en sombrero contra el sol, porque, como explica el doctor Héctor Zagal,  “el ingenio es esa inteligencia que, ante la adversidad, viene a construir, más que una solución, una esperanza”.

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Salvador Segura Levy

Así como Alzate inventó mil cosas, tú, querido Gerardo, escribes muy bien de mil temas, a profundidad y con un vocabulario para que lo podamos entender quienes no sabemos de temas que escribes. Abrazos.

Gerardo Australia

Mil gracias por Leer, estimado Salvador!, aprecio mucho su comentario!

Pedro García Carrasco

Es increíble lo poco que se , de tantos personajes de nuestro México , que han aportado tantas cosas al mundo , gracias por compartir

Gerardo Australia

Muchísimas gracias por leer, don Pedro!, y tomarse el tiempo de escribirme!

Leticia Maria Brabata Pintado

Muy bien Gerardo y como siempre muy ilustrativo estoy aprendiendo aprendiendo mucho, ademas, muy ameno de leer. Un abrazo.,

Gerardo Australia

Muchas gracias por leer y tomarse el tiempo de escribirme, doña Leticia!

LUIS ENRIQUE AVILA GUZMAN

Que padre historia de Alzate y sobretodo es motivador seguir viendo a Alzates por todo México, que con o sin recursos, con o sin estudios enfrentan los retos echando mano de lo que tienen y no limitandose a poder contan con todos los recursos y el material especializado para resolver sus acertijos. Nos falta crear mas canales para que toda esa creatividad vea su realización. Muchas Gracias Gerardo

Gerardo Australia

¡Toda la razón don Luis!….Aprecio mucho que me lea y se tome el tiempo en dejarme su gran comentario..Un abrazo cordial!

Verónica

Una historia que no conocía. Muchas gracias Gerardo por sus aportaciones. Felicitaciones.

Gerardo Australia

Muchas gracias doña Verónica por escribirme y leerme!!…Que tenga un gran fin de semana!!!¡

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