“Personalidad, personalidad, es aquello que tiene el amor” y también su autor, y por ello este 19 de septiembre recordamos el centenario del natalicio del gran actor que marcó la Época Dorada del Cine Nacional.
Ciudad de México.- ¡Ya llegó su pachucote! Y es que nunca se fue, a 100 años del natalicio de Germán Valdés, Tin Tan, los mexicanos recordamos con una mezcla de nostalgia y una sonrisa en la boca a uno de los cómicos mexicanos más importantes de la Época Dorada del Cine Nacional.
Tin Tan se consagró en 1938 como el “Pachuco de Oro” con el papel “Topillo Tapas“, -siendo éste último producto de la influencia del choque entre culturas mexicanas y estadounidense- y con el cual consiguió que el símbolo chicano se conociera en el centro del país.
Rosalía Valdés, hija de Germán Valdés, narra en el libro La historia inédita de Tin-Tan, que a su abuelo le ofrecieron un trabajo de jefe de aduana en Ciudad Juárez en los primeros años 30. El futuro actor era el segundo de 10 hijos. Todos los días, a escondidas de sus padres, cruzaba la frontera, y se montaba su zoot suit o tacuche. Le gustaba la forma de ser de los mexicoestadounidenses, pero sobre todo bailar swing.
Además de ser actor, Tin Tan era músico y empresario, pero la enfermedad que padeció durante la década de 1970 lo llevó al declive de su carrera, su fortuna y finalmente su muerte en 1973.
Datos curiosos
Durante los inicios de su carrera Tin Tan percibía un sueldo de 40 pesos diarios con una compañía de teatro, pero cuando su fama detonó, el actor ganaba hasta 100,000 dólares extra por sus películas enviadas al extranjero.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), algunas de las películas más taquilleras y populares de Tin Tan son: “El hijo desobediente”, “El Rey del Barrio”, “Calabacitas tiernas”, “La marca del zorrillo”, “El Ceniciento”, “El Bello Durmiente” y “Las aventuras de Pito Pérez”.
Durante la década de 1940, Germán Valdés fundó su propia productora llamada Tin Tan Films. En 1953 abrió el centro nocturno El Satélite junto con a quién llamaba su “carnal”, Marcelo Chávez, también compositor de sus canciones. El sitio fracasó debido a que Tin Tan debía cumplir con sus giras.
El artista mexicano también hizo doblajes y uno de los más recordados es el del oso Balú en la historia del “Libro de la Selva” de Disney en 1967.
Según datos de Box Office, la cinta en ese tiempo recaudó más de 73 millones de dólares.
La voz de Tin Tan se volvió a escuchar en el personaje de O’Malley en “Los Aristogatos” de 1970. El relanzamiento de la película en 1987 obtuvo más de 17 mdd.
Su último trabajo de doblaje fue con “el pequeño Juan” en “Robin Hood”. La cinta animada que se estrenó después de su muerte en 1973 tuvo ingresos por más de 32 mdd.
Inspiración para muchos, Tin Tan sin duda es uno de los comediantes que ha dejado huella en muchas generaciones y seguramente este efecto seguirá por muchas más, pues no sólo era un personaje sino todo un estilo de vida.
Por María Navarro