Recientes estudios en relación a la pobreza determinan que ésta tiene mucho más que ver con procesos cognitivos delimitantes que con cuestiones propiamente monetarias.
Ciudad de México (elsemanario.com).- ¿La pobreza es producto de malas decisiones o de un sistema económico deficiente? Éstos son los principales argumentos a los que las personas remiten cuando se habla de pobreza, sin embargo, los psicólogos de la Universidad de Oxford y la Fundación Joseph Rowntree piensan que el tema debe abarcar un acercamiento mucho más profundo del que se ha venido llevando hasta ahora.
Las listas más importantes de ingresos económicos durante el periodo de 2013-2014 muestran que no ha existido progreso alguno en los indices de pobreza a nivel mundial, sin embargo, sí han aumentado las cifras de pobreza infantil y de familias trabajadoras (en las que dos o más miembros del núcleo familiar laboran para aportar dinero al hogar) que no ganan lo suficiente para vivir y los expertos indican que la pobreza, esta aquí para quedarse.
La opinión pública estigmatiza a la pobreza no como el resultado de un sistema económico al cual no podemos seguir sosteniendo, en cambio, se escuchan comentarios como “pero ellos gastan todo su dinero en pantallas planas y cigarros” que destacan a la pobreza como un sinónimo de fallo moral.
Las posturas que giran en torno a la pobreza demuestran que existe una ruptura tajante entre lo que se piensa popularmente en relación a las finanzas individuales; ésto inspiro a la Universidad de Oxford para realizar una investigación que arrojó información inesperada, al parecer: cuando una persona enfrenta la pobreza está en constante peligro de caer en una mentalidad de escasez.
De acuerdo con la investigación realizada, al concentrarse en la sobrevivencia a corto plazo las personas reducen dramáticamente su capacidad para realizar decisiones y tu lapso de concentración se ve afectado. Mientras que el futuro inmediato se convierte en el centro de la atención, la realización de rutinas y el cumplimiento de ciertos plazos se ve mermado. Éste ha sido un fenómeno ampliamente estudiado por los consejeros de deudas, quienes detectaron que sus clientes con deudas no logran determinar cuales fueron las causas que los llevaron a acumular un gran monto moroso y con ésto dan una explicación a la forma en la que muchas crisis financieras de corto plazo lograron convertirse en bolas de nieve gigantes, que solo atrajeron más y más deudas.
Cuando vives la pobreza de forma constante y luchas todo el tiempo por llegar a fin de mes, el efecto de la escasez permea todas tus decisiones; los científicos encontraron que el daño más grande que la pobreza puede generar se haya en la forma en que las personas se ven a sí mismas.
Las personas en situaciones de pobrezase vuelven menos confiadas en su habilidad para obtener éxito; lo que las lleva a fracasar en sus intentos profesionales y educativos, además, suelen presentar los indices más altos de depresión y ansiedad. Aunado a éstos factores, se posicionan dentro del estereotipo negativo que su sociedad maneje con respecto a la pobreza y llegan a considerarse a sí mismos como faltos de recursos o de habilidades, creyendo con ésto, que se encuentran permanentemente dañados y por ello su capacidad de logro se ve saturada por una falta de confianza y un rechazo inconsciente.
Este efecto también se produce en niños que experimentan pobreza, los cuales tienden a creer que mantienen menos capacidades e inteligencia en comparación con otros, lo que al final termina por convertirse en una especie de profecía autocumplida. De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Estudios de la Educación, los profesores también suelen atribuir características negativas a los niños en situaciones de pobreza y los perciben como menos capaces. Cuando un niño internaliza estos aspectos a una corta edad, su futuro no suele ser prometedor; éstos niños aprenden que cualquier esfuerzo realizado en orden a conseguir sus aspiraciones carece de sentido.
La solución para disminuir los efectos psicológicos de la pobreza en la mente humana, de acuerdo a los investigadores de la Universidad de Oxford, consiste en mezclar comunidades pues al parecer cuando las personas entran en contacto con otras de diferentes posiciones económicas, los estereotipos negativos desaparecen. Escuelas propiamente mixtas que trabajen bajo marcos de comprensión y diversos apoyos comunitarios pueden llegar a tener efectos positivos en las actitudes de las personas, lo cual, ayudaría a pobres y ricos por igual; sin embargo, el estudio concluye relatando un clima nada esperanzador en el cual los gobiernos se encargan de presionar a través de las sanciones y promover la división mucho más que entenderla.
Por Diana Caballero.
