Una académica incita a la capacitación de servidores públicos, como único medio para lograr un trato empático y humanamente digno a migrantes mexicanos, así como a centroamericanos.
Ciudad de Méxio.- La migración aún se maneja como un tema al que hay que ocultar, debido a esto, los millones de migrantes que transitan año con año por nuestro país sufren lamentables condiciones de violencia y maltrato por parte de las autoridades, de otros migrantes o de las personas que les ayudan a cruzar.
De acuerdo con la doctora Midelvia Viveros Paulin, coordinadora de psicología y pedagogía de la Universidad Intercontinental (UIC), la migración es algo inevitable, los seres humanos hemos transitado por el planeta desde siempre, fue así que se formaron las civilizaciones y aún cuando siempre continuaremos haciéndolo, hoy en día, existe en este contexto un fuerte problema que representa ya, una crisis humanitaria.
Debido a su condición, los migrantes no son vistos desde una mirada humana; por el contrario, se les percibe como delincuentes y son tratados como tal. Evidentemente, explica la doctora Viveros, los migrantes mantienen una condicion legal, pero no los convierte en delincuentes
La situación migratoria bajo la cual se encuentran, una que no es por elección para crecer profesional, cultural o personalmente sino por cuestiones de violencia, económicas y sobre desigualdad dentro de sus comunidades, los vuelve sumamente vulnerables. Las circunstancias de pobreza que existen en su propio lugar de origen, orilla a los migrantes a buscar nuevas alternativas de vida y en el transito se encuentran con diversas dificultades, sobre todo porque el rostro humano de la migración se pierde, únicamente se les puede ver como personas que están cometiendo una infracción.
Aún cuando no se pueden tener cifras claras, la Organización Internacional para los Migrantes (OIM) estima que el número de migrantes internacionales a nivel mundial alcanzaba los 214 millones de personas en el 2010. De ellos, el 49 por ciento respondía a mujeres y aproximadamente tres cuartas partes de las remesas totales que son enviadas, llegan a países en vías de desarrollo.
Estas personas constituyen la segunda fuente de ingresos más importante para nuestro país, antecedida únicamente por el petróleo y llegaron a representar más de nueve mil 580 millones de dólares de ingresos durante el primer semestre de del 2014. La cantidad de dinero extranjero que entra a México ayuda a visualizar una imagen real del número de personas que viven fuera del país, muchas de ellas en condición de migrantes.
“Sin patologizar a la población, el migrante sufre de grandes cantidades de estrés que le provoca sufrir situaciones de depresión, ansiedad e incluso intentos de suicidio. Saber brindar contención a una persona que llega en crisis, atenderlo con primeros auxilios psicosociales y canalizarlo a las instancias adecuadas para su ayuda, debe ser una labor capaz de ser cumplida por todos los servidores públicos que trabajen con estos individuos”, afirma Viveros.