Aunque pareciera que esta crisis económica afectará más al ciudadano común, lo cierto es que, según economistas, para las empresas importadoras o aquéllas con pasivos en moneda extranjera también habrá un costo significativo.
Ciudad de México.- Me encontraba en el banco realizando una transacción, nada fuera de lo común, de pronto me percaté de algo que en ocasiones pasa desapercibido, pero que poco a poco irá afectando al bolsillo de todos y cada uno de los mexicanos. Me refiero a la depreciación del peso frente al dólar.
Mientras esperaba en la fila de la sucursal bancaria, escuchaba entre los clientes algunas quejas sobre la economía, unos culpaban al gobierno, otros a la economía mundial y algunos más al sistema financiero imperante. Lo cierto es que todo está ligado, y aunque no hay un solo culpable de lo que es inminente, se puede afirmar de manera tajante que, como dice el dicho: “pasa aquí y en China”, aunque en este caso sería menester modificarlo a: “pasa en China y aquí”.
Desde hace algún un tiempo para acá, las secciones de economía y finanzas de todos los periódicos de circulación nacional van anunciando lo indiscutible: una inminente crisis económica mundial. Todo ello iría repercutiendo en la economía de los ciudadanos hasta el punto de afirmar que esta crisis se tornaría tangible. Y a pesar de los esfuerzos y acciones concretas del gobierno de detener la depreciación de nuestra moneda frente al dólar, y de mantener una baja inflación –la más baja desde 1970, según el titular de Hacienda-, los pronósticos de algunos economistas es que para muchos mexicanos que viven al día su salario posiblemente ya no alcanzará en un breve lapso.
Para ser más claros, la crisis económica tiene muchas aristas y los especialistas en finanzas destacan la caída del precio del petróleo, la esperada subida de las tasas de interés en el país vecino del norte y la devaluación de la divisa china, por mencionar algunas. México no puede ser ajeno a estas circunstancias financieras en un mundo globalizado. Es un terremoto financiero externo que hace vibrar las finanzas mexicanas, más cuando el peso por la fuerza que ha tenido, es ya utilizado mundialmente como moneda transaccional de relevancia.
Hoy por hoy parece que la economía china, la cual es a su vez uno de los motores de la economía mundial, va cobrando mayor relevancia y los manejos de ésta y su moneda, repercutirán pronto en la economía familiar. De momento nos está llevando la “CHINADA”. Aunque pareciera que esta crisis económica afectará más al ciudadano común, lo cierto es que, según economistas, para las empresas importadoras o aquéllas con pasivos en moneda extranjera también habrá un costo significativo.
Es así que, mientras me limitaba a escuchar las quejas y las opiniones en aquella larga y “casi” tortuosa fila del banco, se especula sobre lo que pasa y lo que supuestamente pasará. Sobre todo, me preocupa el Ciudadano Común.
Estimados lectores, creo conveniente que ante todo, hay que estar alertas y esperar con cierta mesura lo que viene. Los invito a externar su opinión al respecto.
