En los últimos años en nuestro país se han dado cambios importantes, particularmente en acceso a Internet.
Ciudad de México.- En el 2007 acudí por invitación del Gobierno del Distrito Federal a una conferencia impartida por Sam Pitroda, ex presidente de la Comisión Nacional del Conocimiento de la India, sobre el exitoso trabajo de implementación de políticas publicas para llevar la conectividad digital a todos los rincones de su país. Pitroda, en su carácter de gurú de la era digital, atraía una gran atención, su pelo blanco y barbas largas le daban un halo místico. Sus palabras eran esperadas con gran suspenso por los asistentes, autoridades y miembros de la sociedad civil convocados para el evento.
Tener a Pitroda hablando en México no era poca cosa, nuestro país guardaba (y en gran parte sigue guardando) un Mercado de Telecomunicaciones dominado por Telmex y Telcel (hoy América Móvil). En el mundo no había caso igual. Por un lado teníamos el Internet y Telefonía más caros de la OECD y por el otro a una autoridad regulatoria totalmente dominada por el incumbente de las telecomunicaciones.
La conferencia empezó sin mayores sobresaltos hasta que Pitroda preguntó ¿Por qué en México hay Internet malo y caro? En ese momento se genero un súbito silencio incomodo, todos los presentes sabían que lo que el invitado hindú refería era cierto, sin embargo, la posibilidad de que alguien acusara la razón a la que aludía la pregunta de Pitroda sembró en el auditorio un “silencio incomodo”, ese que se da cuando alguien sabe la verdad de algo pero a la vez es mejor callar.
La realidad mexicana a la que aludía la pregunta de Pitroda no lograba asestar una respuesta “políticamente correcta” por parte de autoridades e invitados. A pesar de que era previsible que una gran cantidad de los presentes a la conferencia eran “pasivos” contribuyentes a las arcas recaudatorias de la dominancia de Telmex y Telcel, por alguna razón no había prestancia para reconocer que la falta de Internet de banda ancha y a precios accesibles representaba un enorme freno al desarrollo de nuestro país.
Afortunadamente, en los últimos años en nuestro país se han dado cambios importantes, particularmente en acceso a Internet, por un lado la industria de Cable se convirtió en un jugador novedoso de las telecomunicaciones a través de inversiones en sus redes para ofrecer internet y telefonía, en donde antes sólo lo hacía Telmex. Adicionalmente la Reforma en Telecomunicaciones, promulgada durante la administración del Presidente Peña Nieto, logro dar un marco de ley aceptable para que jugadores nuevos y existentes inviertan y compitan en un terreno más parejo. Prueba de lo anterior es la reciente consolidación de empresas en el mercado inalámbrico móvil y en el de Cable.
Si bien es cierto que el acceso a Internet no se puede dar por decreto, la realidad es que gracias a la industria de Cable y a la Reforma de Telecomunicaciones hoy tenemos más y mejor Internet. La competencia directa a Telmex que los servicios de telecomunicaciones de los Cableros vienen prestando han bajado el precio de los servicios de internet y aumentado la disponibilidad de paquetes a bajo costo con más capacidad de Banda Ancha.
A 8 años de la visita de Pitroda a nuestro país, el órgano regulador en turno, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL), no logra reconocer lo que todos en ese auditorio sabíamos, que Telmex como jugador dominante e incumbente de la industria no le gusta competir, prefiere dirigir sus esfuerzos a “domar” al regulador en vez de innovar, invertir y competir.
