Para que el concepto de sustentabilidad empresarial se convierta aplicable a una empresa es necesario que sea adaptado, a fin de ser comprendido, practicado y ejecutado.
Ciudad de México.- El término de desarrollo sustentable se aplica al desarrollo socio-económico y fue formalizado por primera vez en el documento Informe Brundtlnad en 1987. Fue una consecuencia de la gran labor de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada en la Asamblea de las Naciones Unidas en 1983.
Esta definición se asumiría en el principio tercero de la Declaración de Río (1992) en la cual se señala:
Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades del futuro para atender sus propias necesidades”.
A pesar de que el concepto de sustentabilidad tiene casi 20 años, ha sido difícil para la empresa comprender la manera en que puede aplicarlo dentro de su modelo de negocio. La empresa sigue creando, en su gran mayoría, estrategias aisladas o en una sola dimensión: ambiental, social o económica.
Existen casos en los que se han generado estrategias en las tres dimensiones de la sustentabilidad, pero difícilmente se ha logrado integrar a esta tríada en una sola dirección. Realmente son pocos los casos de empresas que han establecido la sustentabilidad como su plataforma de desarrollo y crecimiento.
Para que el concepto de sustentabilidad se convierta aplicable a la empresa es necesario que sea adaptado, a fin de ser comprendido, practicado y ejecutado. De tal forma, la sustentabilidad empresarial consiste en
adoptar estrategias de negocio para satisfacer las necesidades de la empresa y sus interesados, mientras se protege y mantiene a los recursos naturales que serán necesarios en el futuro y se favorece el desarrollo de la sociedad”.
La empresa, como ente social, requiere mantener su óptica de generación de riqueza; sin embargo, esta visión debe desenvolverse en una consideración de las variables ambientales y sociales en las que existe. De esta forma, el concepto de sustentabilidad empresarial debe trabajar en las tres dimensiones.
México y su contexto de sustentabilidad empresarial
En México, pese a todas las normativas y organizaciones tanto gubernamentales como sociales, no se ha llegado a un balance perfecto entre el cuidado del medio ambiente y las ganancias económicas.
Las normativas permiten que empresas que, para generar sus productos puedan contaminar el ambiente pero “sólo un poco”, aunado a ello, no existe auditorías rigurosas y mucho menos transparentes, y por el otro lado las sanciones son casi nulas. Izarelly Rosillo, abogada de ENLAW Consulting en su ponencia en The Expo Green, señaló que pese a que México
tiene 89 normas oficiales mexicanas” en protección ambiental, “existe una gran carencia de normas oficiales mexicanas que no se han cumplido”.
Existen diversas situaciones que por ley deberían ser reguladas por el impacto que el medio ambiente soporta, pero esto no es así.
Los parámetros no abarcan “un enfoque holístico y sistemático para la protección de los ecosistemas, entonces tendremos que proteger a los humanos pero no a los recursos naturales, y vamos a entrar en la misma perversión”, añade Rosillo.
La actualización de las normas actuales podrían ser la clave en beneficio de los pocos recursos naturales que nos quedan, ya que sólo ve por la salud de los humanos pero no así, del medio de donde surgen las materias primas para la producción de productos.
Las empresas y todo sistema productivo se encuentra en una carrera contra el tiempo, el incremento en las regulaciones, el valor de los recursos naturales y las exigencias del mercado acababrán con todos aquellos que no logren incorporar los criterios de sustentabilidad, de eficiencia en uso de recursos y de responsabilidad social.
El reto de las estructuras gubernamentales es lograr una posición proactiva (contraria a su naturaleza) y de congruencia con sus propias acciones