Si la voluntad independentista en la región catalana continua hasta lograrse, el hipotético nuevo país tendría que generar desde cero varios sectores que dependen en su totalidad de España o de la Unión Europea.
México (elsemanario.com).- Sin entrar al debate sobre si es legal o posible la independencia de Cataluña de España, haremos una revisión sobre algunas de las implicaciones transversales que vendrían con la separación y el surgimiento de un hipotético nuevo Estado.
Hay cuestiones nodales para una sana vitalidad de una nación, en el caso de España, como en el de la mayoría de los países de la Unión Europea, hay vigente un proceso de integración y compartición de responsabilidades para atender las necesidades de los países miembros; entre ellos están las pensiones, comunicaciones, energía, entre otros.
Por lo anterior, es importante considerar que Cataluña, de lograr su intendencia, tendría que gestar desde prácticamente cero, algunos de los sectores primordiales para la estabilidad de su gente, en particular porque perderían la potestad del Estado español y, por consiguiente, de la UE.
Pensiones
Un documento del Ministerio de Hacienda español presentado hace unos días, advierte que una Cataluña separada de España no podría hacer frente a las pensiones.
A esta postura se suman analistas citados en medios españoles, recordando que hay cerca de 1.7 millones de catalanes es jubilado y, por lo tanto, dependiente de la Seguridad Social.
Asimismo, señalan que aunque el Govern de la Generalitat encabezado por Artur Mas defiende que con la independencia las pensiones estarían garantizadas , sus cálculos son ambiguos por no calificar de ‘tramposos’.
Los cálculos de los analistas cifran que las pensiones catalanas ascienden a un costo anual de 21 mil millones de euros, pero los ingresos por cotizaciones sólo alcanzan los 17 mil mde, algo prácticamente insostenible para un hipotético nuevo país, sobre todo al considerar que su deuda pública se incrementaría más del 70% en caso de que la secesión se consumara.
Los críticos de la tesis que sostiene el Govern acusan que sus cálculos se basan en datos de entre 1995 y 2010, y advierten que no consideran los peores años de la crisis económica que sufrió España, que aún lucha por vencer.
Además, sostienen que Cataluña recibe otras prestaciones sociales del Estado, como subsidios de maternidad, paternidad, prestaciones familiares, así como de las políticas de fomento del empleo y asistencia por desempleo.
Salud
De acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda, Cataluña recibe importantes recursos financieros para sus programas de Salud. Además, señala que de separarse, la región perdería los beneficios de la pertenencia al Sistema Nacional de Salud.
Señala que entre 2008 y 2014 ha recibido más de 16 millones de euros para la seguridad de los pacientes, salud mental o enfermedades raras.
Por tanto, de independizarse, los catalanes deberán replantear su modelo de Salud, y lo haría sorteando al mismo tiempo, la incertidumbre y tensión presupuestaria, y sin la garantía del respaldo del gobierno español, la Generalitat deberá evaluar los recursos que podría asignar al sector.
Entre los retos más inminentes sobresale el control de los asegurados, se encuentra la cartera de servicios. No obstante, el punto más crítico de ese período de transición sería el abandono del catálogo público de medicamentos de España y la adopción de un catálogo propio con las pertinentes condiciones de precio, financiación y cobertura.
Infraestructura y Energía
De acuerdo con el gobierno español, si Cataluña se desvincula perdería, al menos para el próximo año, mil 180 millones de euros, además, perderían el apoyo para las terminales portuarias en la región, las ferroviarias –su mantenimiento exige un gasto de 90 millones de euros anuales–, las carreteras y vivienda.
El Ministerio de Hacienda es determinante en su informe al señalar que Cataluña es dependiente absoluta de la importación de energía, por lo que su situación empeoraría al quedar desconectada de la red eléctrica española.
Además, señala que los tres reactores nucleares en la región están supervisados por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) español y que, de separarse, perdería los beneficios de la interconexión eléctrica con Francia, desarrollada bajo el cobijo de la UE y España, que se espera entre en funcionamiento en pocos meses.
Es evidente que una hipotética instauración de una frontera entre Cataluña y España implicaría serias consecuencias para la región que quiere independizarse, perdería el sostén de muchos de los sectores nodales para la salud de una nación.
La balanza entre lo que pierde una y otra parte parece no ser suficiente argumento para frenar el sentimiento secesionista entre una parte importante de los catalanes, estos fueron sólo algunos de los pilares que deberá refundar la región en caso de una hipotética independencia, sin embargo, los impactos serían en rubros que llaman la atención de muchos: la educación y el deportivo.
