Estudiantes del Instituto Tecnológico de Colima crearon un plástico biodegradable con el bagazo de la caña de azúcar.
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Ciudad de México.- Los plásticos son sustancias químicas sintéticas que pueden ser moldeadas mediante presión o calor, y entre sus características por excelencia es la resistencia a la degradación ambiental y biológica. Esta característica ha desatado la polémica pues no es muy amigable con el medio ambiente.
Y no solo eso, la raza humana ha propiciado que el plástico cruce fronteras, de acuerdo a la revista Science en una publicación de febrero de 2015, estima que para el 2025, el mar reciba más de ocho millones de toneladas de plástico.
Jenna Jambeck, una de las investigadoras que realizó el informe, comentó que tan solo en 2010 se produjeron 99, 5 millones de toneladas de residuos plásticos de los cuales entre 4,8 y doce millones de toneladas llegaron al mar.
En otro rubro, el estudio colocó a China como el país más contaminante ya que produce más del 80 por ciento de todo el plástico mal gestionado que hay a nivel mundial.
Ante la problemática, muchas organizaciones ambientales, políticas, incluso académicas han puesto su atención para aminorar el impacto ambiental. Si bien es cierto que muchas herramientas han funcionado, otras, incluso, han empeorado el problema.
Pero, ¿sería posible que la misma naturaleza dé la solución para este problema?
Sí. De eso se dieron cuenta un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Colima (Itec) al ver que el bagazo de la caña de azúcar podría transformarse en plástico biodegradable.
BioCane es un proyecto que busca crear plástico biodegradable con el uso de los residuos de la industria cañera.
El asesor del proyecto, Olimpo Lúa Madrigal comentó: “Se pretende convertirlo (bagazo de azúcar) por medio de un proceso en bioplástico para que tenga varias aplicaciones, como película de empaque o para hacer ángulo perfil, que se utiliza para los empaques de limón o de mango”.
Para conseguir un plástico biodegradable, a decir del Madrigal, se utiliza una sustancia en el proceso de secado y triturado del bagazo de la caña lo que produce una pasta similar a un plástico, por ello el nombre del bioplástico.
Luego, esa pasta, sufrirá otro proceso de conformado y posteriormente se deposita en moldes para dejarlo enfriar.
“Con este proyecto se logrará reducir la generación de plásticos derivados del petróleo, se le dará más vida útil a los rellenos sanitarios y se reducirá la contaminación atmosférica, ya que últimamente se está quemando el bagazo de la caña de azúcar”, dijo la estudiante Verónica Citlalli Salazar Salazar en entrevista para la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Aunque no es un secreto que el bagazo se pueda lavar, triturar y moler hasta convertirse en polvo, a decir del especialista, sería una forma para recortar el daño ambiental.
