La Reforma en Telecomunicaciones además de dar pie a la desaparición de la larga distancia, la baja de precios en servicios de telefonía móvil y fija, y una nueva 3ra cadena nacional de televisión, también esta definiendo lo que será el futuro del acceso a Internet en nuestro país.
La llamada “Red Compartida” nace del espectro de la banda de 700 mhz recuperado con la migración de las señales de televisión análoga a digital (apagón analógico) y de la red de fibra óptica de la CFE. Adicionalmente hoy se suma un recurso de la nación adicional, la “licitación” de la banda de 2.5 mhz que a petición de la Subsecretaria de Comunicaciones, Mónica Aspe, al pleno del IFETEL, se aplaza para hacerla coincidir con la licitación del proyecto en referencia.
La puesta en marcha de la Red Compartida representa la política publica de facto para el acceso universal al Internet en nuestro país. En ningún discurso o documento oficial de comunicación se expresa de esta manera, pero las obligaciones de cobertura que acompañaran a dicha concesión no dejan lugar a dudas de esto.
Es así como el porvenir de la Red Compartida representara un elemento fundamental que definirá la estructura de mercado de las telecomunicaciones y el acceso al Internet. Los costos, marginales, precios relativos y economías de escala que representen la oferta mayorista por parte del operador de la Red Compartida, definirán los precios de transporte de enlaces de larga distancia de alta capacidad y lo referente a las redes de distribución de ultima milla.
El estado Mexicano, sumo una gran cantidad de recursos, si bien no monetarios, si cuantiosos en valor. Como referencia, EUA llevo a cabo la licitación No 73 de la banda de 700 mhz en 2008, por la cual obtuvo casi $20 mil millones de dólares. Si utilizamos una regla común para ajustar este tipo de datos de mercado para el caso mexicano (dividir entre 10), tenemos que el valor estimado para México de esta banda es de $2 mil millones de dólares, es decir unos $37 mil millones de pesos (la licitación No.73 coincidió con la recesión mundial del 2008, por lo que es previsible que sin esta coyuntura el total percibido de dicha licitación hubiese sido considerablemente mayor). Adicionalmente a esta cifra habría que sumar unos $200 mdd como mínimo por la red de fibra óptica de CFE.
Si bien es cierto que estamos hablando de grandes cantidades de dinero, el verdadero costo de la Red Compartida no es la suma de sus elementos, sino el retirar de las fuerzas del mercado los mismos y es aquí en donde como país y sociedad perdemos. No podemos olvidar que la Red Compartida es la más reciente expresión de un país que no logra comprometerse en enarbolar un sistema capitalista y de libre mercado, y que sigue viendo en el estatismo un mecanismo de control político.
Así fue como en su momento se permitió usar la palabra monopolio como algo bueno, como algo superior, como algo que le competía al Estado. Así nació Pemex, CFE, Telmex, Ferronales, etc. Solo por mencionar algunos de los más emblemáticos. Es así como 20 años después del TLC y a 28 años de la caída del muro de Berlín, en México se sigue enarbolando la causa “justa” del estado Mexicano para constituir nuevamente un monopolio en las telecomunicaciones. Los resultados ya los conocemos, esta vez serán doblemente lacerantes, primero por el retiro del mercado de un recurso esencial para el desarrollo de la banda ancha móvil como lo es la banda de 700 mhz , segundo porque la competitividad del país y desarrollo de la sociedad dependen hoy de manera importante del acceso a Internet y sus tecnologías asociadas. Es claro, un servicio que esta definido por un principio de desarrollo tecnológico solo genera incentivos a la eficiencia a través de la competencia. Este ultimo elemento no esta presente en el diseño de esta política publica.
