A tres años de la Reforma en derechos humanos ¿usted ha sentido el cambio?

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Han pasado tres años desde que se hizo oficial la reforma en materia de derechos humanos en México. Durante este tiempo ¿usted ha sentido que instituciones, gobierno y la sociedad civil la ha tomado en serio?

Ciudad de México.- Han pasado tres años desde que se hizo oficial la reforma en materia de derechos humanos en México. Durante este tiempo ¿usted ha sentido que instituciones, gobierno y la sociedad civil la ha tomado en serio?

Para averiguarlo y descubrir sus retos, este lunes nueve y martes diez de junio se llevará a cabo el Foro sobre Actualidad, Retos y Prospectiva a tres años de la Reforma Constitucional en Materia de Derechos Humanos, donde tratarán de responder a la pregunta y definir los nuevos pendientes en la agenda que debe enfrentarse a nuevos casos de violaciones a las garantías individuales.

Para ello, una segunda pregunta que surge es si los cambios aplicados en la reforma a derechos humanos alcanzarán las nuevas modalidades de indefensión en la que muchos mexicanos han estado envueltos y “realmente tendrían que hacerlo”, advierte Edgar Cortés (investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia).

“Esta misma reforma plantea que la tarea del Estado es la de hacer una política y tomar medidas para prevenir que no haya violaciones a derechos humanos, y si las hay, investigar; es claro que eso no está sucediendo, entonces ese es un problema de tarea y responsabilidad que las instituciones tienen que reorganizar, para hacer ese trabajo de investigación en materia de derechos humanos, para llegar a determinar responsabilidades y a reparar el daño de las víctimas de violaciones de ddhh”, agrega el investigador en entrevista para elsemanario.com.

Para Cortés, especialista de la condición actual en que se encuentran varados los derechos humanos, la única solución para reparar los vicios en que han caído muchas instituciones, “es demolerlas y empezar a construirlas casi desde cero”.

“Es muy radical lo que digo pero cierto, porque no hay que olvidar que en nuestras constituciones están integradas por dos tipos de contenidos: la parte dogmática, de los grandes principios y luego la parte orgánica, donde viene el cómo organizar el aparato de gobierno para darle vigencia a esos principios”, subraya.

Y agrega: “yo creo que hemos cambiado suficientemente la parte de cómo está organizado el gobierno, el poder público, para que funcione realmente, animado en términos de proteger y garantizar derechos humanos, muchas de nuestras instituciones no están pensadas para eso, para mi, el ejemplo muy claro son las procuradurías de justicia que están pensadas como un aparato para usar el poder político, en función de intereses, no de proteger derechos humanos. De ese tamaño es el cambio que se tiene que hacer en este país”.

-Se viene una agenda muy importante para la presentación de resultados de los efectos de la reforma en ddhh, que vista a la distancia por especialistas, advierten que no ha tenido efectos positivos ni permeables en el gobierno.

-Es una reforma que cuando apareció generó expectativas, incluso muchos sostenemos que es una reforma que tiene potencialidad transformadora de la situación del país, en materia de ddhh, pero como todos sabemos, el que haya una ley no significa que las cosas cambien sino que hay un paso en medio. En el tema de la reforma sigue faltando mucho trabajo, creo que hay a nivel local de los estados y municipios, mucho desconocimiento de esta reforma, tanto de las implicaciones como las consecuencias para la autoridad.

Cortés critica que derivado de esta reforma, ahora los jueces en su tarea de impartir justicia, tienen que llevar un control de convencionalidad, lo que significa que tienen que hacer, dice, “el trabajo de que en el momento de resolver los asuntos, deben verificar que las normas que van a usar para resolver ese caso no estén en contradicción de derechos humanos y si lo están, tienen la responsabilidad de intentar hacer una interpretación que logre armonizar esta norma nacional con ddhh y si de plano no es posible, incluso podrían llegar a la decisión de no aplicar esa norma”.

Visto hacia el gobierno federal, el investigador reconoce a elsemanario.com que las políticas públicas en muchos de sus programas que está llevando, junto a los que ejecutan las administraciones estatales, “tendrían que operar en una lógica de derechos humanos. Se tienen que plantear ‘yo voy a hacer un programa que tiene que ver con salud, educación, trabajo, entonces mi forma de medirlo no es cuantas actividades hice, cuánta gente llevé, sino que tanto este programa permitió que un grupo de personas mejorara en la posibilidad del derechos humano que tiene que ver con ese programa’”.

“En la mayoría de las cosas, apenas estamos en un nivel de informar, difundir; hay mucho que construir en términos de que esa reforma vaya aterrizando en el ejercicio del gobierno, de los poderes ejecutivos, en el trabajo legislativo; en el trabajo del poder judicial, porque de ese tamaño es la tarea”, advierte.

La mirada desde el Congreso a los nuevos retos en materia de derechos humanos y el alcance de las modificaciones constituciones que en 2011 se hicieron, se advierte que sí podrán atender a las víctimas de estas nuevas modalidades de violación a sus garantías, tal como lo explica la diputada federal priista Miriam Cárdenas (presidenta de la Comisión de Derechos Humanos) en entrevista para este medio.

“La reforma sí está a la altura para solucionarlos porque nos da herramientas e indica el camino tanto para ciudadanos como servidores públicos. Establece desde el primer artículo, que todo servidor público debe de promover proteger, respetar y garantizar los derechos humanos; ya no se trata de que los empleados de los organismos públicos defensores de derechos humanos sean los únicos obligados a promoverlos, todos los servidores públicos tenemos la obligación de buscar como reforzarlos. Lo más importante para combatir esta violencia es entrar en una cultura de respeto a los derechos humanos, porque traen implícitos valores de la no violencia, de la tolerancia, el respeto; todos fundados en la dignidad de las personas que los tenemos que vivir”.

Y agrega: “En esta reforma hay puntos específicos, como los orientados a fortalecer los organismos locales defensores de los ddhh y otras hacia el permeo de manera transversal de los ddhh. En combate a la violencia en ddhh, se reformó el artículo cuarto para la educación que debe de estar basada en su respeto; también se busco fortalecer a las instituciones y las personas que están privadas de su libertad en centro de reclusión. Ahí debe de existir un absoluto respeto a los derechos y la reinserción debe de estar sustentada en los derechos humanos.

“Estamos viendo que la sociedad llega al límite, cansada de abusos y reaccionando de manera violenta”.

Trabajo pendiente en el Congreso

A la pregunta de ¿cuál ha sido la apuesta por los derechos humanos en dos entidades muy importantes: el Congreso y las Comisiones de ddhh nacional y estatales? Cortés asegura que “de tiempo atrás, nuestro Congreso y las comisiones de derechos humanos no están haciendo un seguimiento, digamos, acucioso de detalles y con datos analíticos de investigación serios”.

“El trabajo de la CNDH es lamentable. Ojalá el Senado y la Cámara de Diputados pudieran hacer una investigación objetiva e imparcial del trabajo de la CNDH y tener parámetros sólidos para determinar si en un momento dado, un titular debe seguir o no, pero esto no ha ocurrido. Lo que termina sucediendo en estos casos es una valoración más política que una revisión rigurosa del desempeño, desde la perspectiva de los ddhh y las necesidades de las víctimas”, refiere.

Sin embargo, la diputada Cárdenas asegura en una síntesis ofrecida a este medio, que el trabajo que se ha hecho en las comisiones de ddhh en el Congreso ha tomado en cuenta la reforma de 2011 y dado pasos importantes.

“Estamos hablando de la reforma más importante que en materia de ddhh se ha dado desde que existe laConstitución de 1917. Asumimos esta responsabilidad tanto la Comisión en la Cámara Baja, como la que existe en la de Senadores; hemos trabajado muy en conjunto, buscando concretar facilidades, como la posibilidad de que la PGR atraiga los casos en el tema de atentados contra periodistas, porque estamos protegiendo la libertad de expresión”.

“Hemos trabajado de la misma manera la cultura de respeto a los derechos humanos, con mayores facultades al Conapred; se ampliaron las acciones afirmativas y de nivelación para atender grupo vulnerable que estén siendo discriminados”, agrega.

En este esfuerzo de mancuerna entre ambas comisiones del Congreso, está el diseño final de leyes secundarias para la suspensión de derechos, “de esta manera hay una iniciativa Presidencial que regula el artículo 29 constitucional y está en el Senado”. Con ella, explica Cárdenas, “se podría aplicar una restricción de derechos cuando existan casos como: la presunción de que está en peligro la seguridad nacional o que haya una catástrofe natural que implique que el Estado deba de asumir una actitud y restringir estos derechos”.

“Esto todavía no se concreta en los plenos, esperemos que en el próximo periodo ordinario pueda salir y enviarlo a la Cámara de Diputados”, detalla.

2011, año clave para los derechos humanos en México

En 2011 la acumulación de recomendaciones internacionales y los datos dramáticos de víctimas colaterales que sumaba la guerra en contra de la delincuencia organizada, fueron algunos de los detonantes que obligaron a redactar al gobierno federal, una reforma en materia de derechos humanos, tal como lo recuerda Cortés.

“Hubo varias cosas, entre ellas la acumulación, en más de una década, de recomendaciones internacionales en materia de ddhh. Segundo, en distintos momentos se había insistido en la necesidad de una reforma porque México había suscrito una gran cantidad de instrumentos internacionales. Tercero, se logró que un núcleo de legisladores entendiera esa necesidad y empujaran esa posibilidad de diálogo con organismos civiles, expertos, Naciones Unidas y pues se dio esta reforma, en medio de la guerra en contra de la delincuencia organizada (emprendida por el panista Felipe Calderón) que para 2011 tenía datos dramáticos, lo que finalmente influyó para que el gobierno cediera en esta responsabilidad tratando de mejorar su imagen”, recuerda.

-¿Cuáles fueron algunos de los cambios contemplados en la Reforma?

-Un elemento clave es la reforma al artículo primero. Por un lado plantea que los derechos que tenemos todas las personas que vivimos en este país, son los derechos que están reconocidos en la Constitución pero también todos los derechos reconocidos en los tratados internacionales.

“Una segunda cuestión en el artículo primero es que siempre se tiene que procurar por parte de toda autoridad, darle mayor protección a las personas y a sus derechos y una tercera establece también que hoy todas las autoridades en la responsabilidad que tienen, tienen obligaciones con respecto a derechos humanos, porque muchas veces ven a las instituciones que tienen el deber de cuidarlos, como enemigos y sienten que tienen que defenderse frente a ellos; tienen que cambiar su mentalidad, porque hoy ellos tienen que convertirse en sus primeros promotores”.

Otro ejemplo que Cortés ofrece sobre la reforma hecha en derechos humanos, es la modificación al artículo 102 apartado b, que tiene que ver con los organismos públicos de defensa, CNDH y comisiones estatales, “a los que se les otorgaron facultades para que ya puedan conocer de asuntos laborales lo que antes no podían”.

CNDH, ¿autonomía o autosoma?

Al ser cuestionada por la actitud indiferente de la CNDH y de comisiones estatales, ante situaciones donde se espera su presencia activa, la diputada Cárdenas es enfática en reconocer que se debe de tener cuidado en no trasgredir la autonomía que cimenta a estos organismos, exaltó en respuesta a la pregunta de una eventual intervención del Estado, en la dirección omisa de estas dependencias y con el fin de motivar presidencias participativas y contundentes.

“Se tiene que ser muy cuidadoso, sobre todo de estos organismos porque no dependen ni del ejecutivo, judicial o legislativo: cuentan con una autonomía propia, la cual fue pensada para la protección máxima de los derechos humanos”, dice.

“Es la propia sociedad la que va juzgando la actuación y le va concediendo valor. No hay que perder de vista que estas instituciones, cuando surgen, lo hacen con un estigma. Por un lado el que le otorga la sociedad como defensora de delincuentes y el que le conceden los servidores públicos como obstaculizadora de su labor”.

-¿Qué se puede hacer? –se pregunta Cárdenas y responde: “fortalecer la institución, dotarla de mayores facultades para que su labor tenga mayor fuerza, para que la defensa de los ddhh sea efectiva. Sí creo que debe de ser en un marco absoluto de respeto a la autonomía de estas instituciones, para poder ir generando en la sociedad contrapesos efectivos”.

¿Qué se discutirá en el Foro, a tres años de la reforma en ddhh?

En voz de Cortés, se trata de un foro entre la UNAM, la Segob y el IMDHD donde se revisarán lo que hemos hecho en estos tres años, dónde estamos y qué es lo que nos falta. Para ello se han organizado varias mesas que son las que van a estar participando representantes de algún ámbito público, de la sociedad civil y académicos.

En una mesa se va a hablar del poder ejecutivo, qué están haciendo en el gobierno federal en esta materia, las necesidades y actualmente en donde estamos.

Otra mesa verá al poder legislativo, qué han estado haciendo nuestros congresos en la materia, es donde vamos a ver cosas como qué congresos locales legislan temas que van en sentido contrario a esta reforma.

En otra mesa se revisará el trabajo del poder judicial, qué están haciendo nuestros jueces, qué tanto están avanzando; compromiso y qué tanto se están resistiendo.

Una cuarta mesa es qué está sucediendo en los estados, qué están haciendo los gobiernos y congresos locales a favor o en contra de la reforma.

Una quinta mesa revisará lo que están haciendo la CNDH y las comisiones estatales de ddhh.

En una sexta mesa se analizará lo que está haciendo la sociedad civil para llevar y empujar estar reforma.

En una última mesa se verá lo que desde las universidades y academia se está haciendo para contribuir a esta reforma.

“Estaremos hablando de reformas como la ley que previene la discriminación, reformas a la ley para combatir la tortura y reformas que aún no se han concretado pero ya están en calidad de minuta y requieren la aprobación de alguna de las cámaras, como la de trata que se está discutiendo en la Cámara de Diputados”, adelanta Cárdenas sobre su participación como representante del Congreso para hablar de las tareas que en ambas Cámaras se han emprendido en la materia.

Por Octavio Noguez Cervantes.

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