La crítica resulta fundamental en el quehacer humano, lo que percibe la otredad es muchas veces un punto de vista diferente
Ciudad de México.- La crítica resulta fundamental en el quehacer humano, lo que percibe la otredad es muchas veces un punto de vista diferente que ayuda a modificar planes, pensamientos y acciones; la crítica política es sumamente relevante ya que permite equilibrios del poder y somete a escrutinio a quienes en ella participan; pero existe otra crítica que proviene de intereses de diversa índole, desde partidos de oposición, pasando por intereses económicos o la peor de todas que es aquella que irresponsablemente generan quienes como borregos siguiendo al líder de un rebaño que toma el camino equivocado, siguen bordando sobre el mismo tema y sólo por criticar aunque ello en nada construya.
Durante las fiestas patrias se revisó a todos quienes ingresaban no solo al Zócalo capitalino, sino también a quienes lo hacían en muchas de las plazas delegacionales por elementos de la SSP capitalina; asimismo en las capitales de los estados y en las plazas municipales por sus propios elementos de policía. Estas revisiones no tuvieron excepciones, tanto hombres, mujeres y niños fueron sujetos a dicha medida de seguridad, sabiendo que lo importante era poner a salvo a todos de cualquier locura que pudiera haber atentado en contra de la seguridad e integridad de los demás. La más criticada fue la Gendarmería Nacional, grupo de élite de la Comisión Nacional de Seguridad y capacitada con el más estricto rigorismo ético y profesional que, inclusive, está preparada precisamente como una policía de proximidad social y de prevención del delito, por lo que dicha crítica destructiva, desde luego, está totalmente infundada. Del mismo modo, hubo muchos lugares en donde esta revisión se dio de la misma manera.
Quienes criticaron que se revisaran a los menores de edad, parece que no tienen idea que muchas veces los niños son quienes reciben de sus padres objetos para que puedan pasar sin ser revisados, desde botellas con alcohol hasta cualquier tipo de arma u objeto prohibido; se revisa a los niños en los aeropuertos del mundo, muchas veces en las escuelas; los padres a veces revisamos a nuestros hijos si sospechamos alguna conducta que pueda ser reprobable, en fin. Ahora no sólo se critica la revisión, sino que ya se habla de tocamientos, siendo que fueron mujeres policías quienes revisaron a los niños y lo hicieron delante de los padres y de mucha gente. Hasta el día de hoy no existe una sola queja por parte de algún padre de familia. Las mentes retorcidas de algunos les hacen concebir esta idea, por demás sucia y absurda.
Tenemos que entender que vivimos en un mundo violento y que todas las medidas de seguridad son para el bien de todos y dejar de criticar sólo por ociosidad, desconocimiento o interés mal sano. Me pregunto qué hubiera pasado si un acto de violencia hubiera sucedido en los festejos de nuestra Independencia Nacional, seguramente los críticos hubieran dicho o escrito que debió haberse revisado a todos sin excepción. A fin de cuentas, a los “opinadores profesionales” no se les da gusto con nada, aunque el Estado Mexicano está no para darles gusto a todos, sino para cumplir con el deber de salvaguardar las paz y lo logró.
