El objeto de la ASEA es dar certidumbre a la industria sobre la política regulatoria, así como de lograr la excelencia en sus áreas de trabajo.
Ciudad de México.- La ambiciosa reforma constitucional en materia energética aprobada por el Estado mexicano a finales de 2013, está en proceso de instrumentación.
La reforma energética es integral, pero cabe destacar en este momento la ley que crea la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector de Hidrocarburos, ASEA, que inicia operaciones el dos de marzo de 2015.
En el contexto del desarrollo de la Ronda Uno, es oportuno referirse a la ley que establece la ASEA. Esta ley es de orden público e interés general y de aplicación en todo el territorio nacional. La ASEA es un órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales con autonomía técnica y de gestión encargada de regular y supervisar la seguridad industrial; la seguridad operativa y la protección al ambiente respecto a la industria de los hidrocarburos.
La propia ley determina el ámbito de competencia de la ASEA, el cual comprende la exploración y producción de hidrocarburos; los procesos industriales en ese campo; el transporte, almacenamiento, distribución y comercialización de petróleo, gas y petrolíferos. La ASEA regula y supervisa al sector de hidrocarburos lo largo de toda la cadena de valor.
En forma más específica, el ámbito de competencia de la ASEA comprende desde el reconocimiento y la exploración superficial, y la exploración y extracción de hidrocarburos; el tratamiento, refinación, enajenación, comercialización, transporte y almacenamiento de petróleo; el procesamiento, compresión, licuefacción, descomprensión y regasificación así como el transporte, almacenamiento y distribución por ductos de gas natural y de gas licuado de petróleo y por ductos de petrolíferos; así como el transporte y almacenamiento vinculado a ductos de petroquímicos.
De esta forma, el objeto de la Agencia es dar certidumbre a la industria sobre la política regulatoria, así como de lograr la excelencia en sus áreas de trabajo, de acuerdo a los estándares internacionales más rigurosos. Su responsabilidad es enorme.
Para el logro de sus objetivos se establece una plataforma de inspección de multinivel que comprende desde la interna que efectúan las empresas reguladas, la realizada por las aseguradoras que son las primeras interesadas en evitar responsabilidades, la inspección que efectuarán los terceros acreditados o autorizados por la ASEA, y la que realizará directamente la propia Agencia.
La ASEA ocupa un lugar fundamental en el nuevo marco institucional del sector energético. Pero es también importante señalar algunas preocupaciones, entre ellas quiero destacar la creciente tensión entre el uso de combustibles fósiles frente a los acuerdos que en 2015 puede asumir la comunidad internacional frente al cambio climático. De igual forma es importante destacar la necesidad de acuerdos en materia energética y ambiental en el contexto de las nuevas realidades de América del Norte. Esta región está llamada a asumir uno de los principales polos de desarrollo de nivel energético e industrial en el contexto global del siglo XXI. El éxito de la reforma energética y su traducción en beneficios tangibles para el país depende, entre otros factores, del buen funcionamiento de la ASEA.
