La Secretaría de Hacienda anunció que se prevé un nuevo recorte para 2016 de 135 mil millones de pesos, debido a la caída en el precio del petróleo y en línea al ajuste hecho para este año.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Esta tarde la Secretaría de Hacienda entregó al Congreso el Documento de Pre-Criterios 2015 en el que el gobierno federal prevé un ajuste de gasto adicional para 2016 por 135 mil mdp, que permite mantener el compromiso con la trayectoria de déficit decreciente.
Al igual que para 2015, el documento de Pre-Criterios plantea un marco macroeconómico prudente para 2016 y cuantifica el ajuste de gasto que será necesario para cumplir con la trayectoria de déficit decreciente comprometida por el gobierno federal. En específico, proyecta los ingresos para 2016, utilizando un precio del petróleo de 55 dólares por barril, lo que representa una disminución de 24 dólares con respeto al presupuesto 2015 e implica que, en 2016 se requerirá un ajuste adicional al gasto programable por 135 mil mdp, respecto al estimado de cierre para 2015. Esto es equivalente a una reducción anual de 4.3 por ciento, alrededor de la mitad de lo que sería necesario si no se hubiera comenzado a reducir el gasto desde principios de 2015. También se estima que el ajuste resulta 360 mmp menor a lo que hubiera sido necesario de no haberse aprobado la Reforma Hacendaria de 2013.
En San Lázaro La diputada albiazul Aurora de la Luz Aguilar Rodríguez, presidenta de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, afirmó que el nuevo esquema de Presupuesto Base Cero acotará los subejercicios y alentará que se gaste bien y a tiempo. Será “una oportunidad muy importante para redireccionar el gasto”.
En entrevista, estimó que los Criterios de Política Económica para construir la Ley de Ingresos y el presupuesto para el año próximo llegarán, de manera preliminar, en la primera semana de abril, y serán la base para establecer las previsiones en materia macroeconómica.
“Tenemos esperanza de que los criterios que se utilicen sean viables y se evalúen programas, con opinión de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y que tengan reglas de operación claras, es decir, que estemos realmente enfocando el dinero a las necesidades de la gente”, apuntó.
La legisladora refirió que el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, ha sido muy claro en que este año es complejo, pero el que viene todavía más, por lo que “todos los sectores tendrán que comenzar a pensar en cómo contribuyen para reactivar el mercado interno. De eso se trata, porque es una palanca que no hemos aprovechado del todo”, consideró.
Explicó que con el Presupuesto Base Cero se busca revisar los programas que maneja el gobierno federal para justificar plenamente tanto su existencia como el etiquetado de recursos. O sea, “cuáles son los que tienen reglas de operación, los que no dependen del criterio de un funcionario, los que dan resultados y han cumplido sus objetivos, y los que observa menos la ASF, es decir, que tienen mucha mayor transparencia”.
Esos son los criterios que deben prevalecer para construir el Presupuesto Base Cero para el 2016, precisó.
Aguilar Rodríguez no descartó que la Comisión de Hacienda y Crédito Público, al final de la presente Legislatura, entregue una síntesis de las consideraciones de los diputados con respecto a los Criterios Económicos y también al Presupuesto Base Cero.
“Sí nos gustaría caminar en ese sentido con el Ejecutivo y construir juntos esta nueva herramienta para que los diputados entrantes (en septiembre próximo) tengan al menos un documento de dónde partir. En ese sentido, esta comisión, independientemente de que acabe el periodo ordinario de sesiones, estará muy activa hasta agosto entrante”, previó.
Explicó que dentro del gasto federal hay un irreductible de prácticamente el 75 por ciento, donde se encuentran los sueldos de maestros, policías, doctores y enfermeras, entre otros. Es decir, los gastos fijos del gobierno en general “serán un irreductible muy importante”.
Al 25 por ciento restante de los recursos se le deberá poner más atención y prioridad, a fin de garantizar que se canalicen a programas y actividades productivas y verificar que funcionen.
Refirió, como ejemplo, a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), ya que es una de las dependencias que más programas tiene. “Veamos cuáles son los programas que efectivamente tienen demanda de los agricultores, de la gente del campo, y fortalezcámoslos, ya que eso quiere decir que funcionan y tienen demanda”.
Recordó el programa Crédito a la Palabra, el cual se fondeaba en septiembre, cuando el objetivo era ayudar al campesino a sembrar en marzo, por lo que no cumplía al final su objetivo, porque los recursos se entregaban en el otoño y no en la primavera cuando el productor siembra.
“Se trata no sólo de no subejercer sino también de gastar a tiempo”, subrayó.
