Las autoridades salvadoreñas están preocupadas por la nueva estrategia de las grandes pandillas de ese país, pues planean generar una sola Mara que se extienda a Honduras, Guatemala, Costa Rica y México.
México (elsemanario.com).- El Salvador está por profundizar la crisis de inseguridad que vive desde hace ya varios años, las autoridades de ese país alertan por la posibilidad de que las dos pandillas maras que existen se fusionen para crear una organización mayor, se trata de la unificación de la Mara Salvatrucha, o MS-13, y la Mara 18, también conocida como M-18 o Barrio 18.
De acuerdo con la información expuesta en los últimos dos días, el resultado de esta supuesta alianza sería la Mara 503. El objetivo, es ganar capacidad de militantes, que se traduciría en mayor fuerza de ataque y defensa, así como coordinar operaciones y seguir consolidándose como una mafia del crimen organizado.
La alerta que replican medios de México, El Salvador y Costa Rica, entre otros, tiene su origen en una investigación realizada por el diario mexicano El Universal en la que se revela que las autoridades de salvadoreñas ya advirtieron a los gobiernos de Honduras y Guatemala.
La causa que motivó a las pandillas a generar esta “mega mara” es por la ofensiva militar y policial que lanzaron las autoridades salvadoreñas contra la MS-13 y la Mara 18, por lo que de concretarse la unificación para contrarrestar las fuerzas de seguridad del Estado, la Mara 503 ganaría una importante presencia no sólo en ese país, sino en toda Centroamérica.
El Salvador es la jefatura donde se concentran todas las maras locales pero también abarca a las guatemaltecas y hondureñas. Según análisis del diario mexicano, la unificación podría emularse en Guatemala para crear la Mara 502 y en Honduras la Mara 504. Los números son por las claves telefónicas correspondientes a cada país.
El gobierno del país centroamericano atribuye la autoría de esta alianza al periodista alemán Paolo Lüers, columnista del Diario de Hoy de San Salvador, y al ex guerrillero Raúl Mijango, negociador de una tregua mara que duró entre marzo de 2012 y mayo de 2013.
Mijango, que rechazó la acusación, aseguró en declaraciones a El Universal que “el Gobierno busca chivos expiatorios para justificar su fracaso, porque fue incapaz de parar el problema que heredó y multiplicó”, la lucha contra el crimen organizado.
Insistió en que es urgente un diálogo que frene la violencia. En tanto, sostuvo que la unificación es “un proceso”, reconoció que algunos grupos discuten constituirse como instancia federada “para poder enfrentar de mejor manera la guerra que libran contra el Estado”.
Esta es una situación que tendría su alcance hasta Costa Rica, este miércoles oficiales del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) de aquel país capturaron a un sujeto quien dijo ser pandillero de la Mara Salvatrucha, en Puntarenas.
De acuerdo con medios locales, este es un hecho poco común en ese país. En la última década autoridades costarricenses han reportado la captura de 11 pandilleros pertenecientes a las maras. Sin embargo, la alerta ya alcanzó a esa latitud.
El analista salvadoreño de la Universidad Internacional de Florida, José Miguel Cruz, en entrevista con el diario de digital El Salvador concluyó que “el mayor problema” pasa, precisamente, por “cómo responde el Gobierno” a la crisis de seguridad.
Acusó que el gobierno en lugar de aprovechar la situación “para cohesionar a la sociedad salvadoreña en torno a un problema grave buscar formas de solución conjunta; en lugar de hacer eso, más bien contribuye a la división y polarización de la sociedad”.
Igualmente señaló que el presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén está “desaprovechando una gran oportunidad de cohesionar a las fuerzas vivas del país para afrontar la crisis y que, por el contrario, mina el terreno para fructificar los apoyos que ofrecen los sectores fuera del gobierno”.
