El regreso de la peste a Estados Unidos

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Ante el repunte de los casos por peste en el oeste de Estados Unidos, que se han presentado desde el primero de abril, las autoridades sanitarias pidieron a la población “extremar las precauciones para detectar la enfermedad y evitar el contacto con la gente patógeno”.

Ciudad de México.- El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ha registrado desde el primero de abril, 11 casos de peste humana en Estados Unidos, teniendo como resultado, la muerte de cuatro personas.

Esta situación ha puesto en alerta a los médicos, ya que el número de casos de este año parece ser mayor de lo habitual. El número promedio de casos entre 2001 y 2012 fue de siete, desconociéndose aún el por qué este año se presentaron más casos.

La incertidumbre crece al no saber cómo evolucionará esta estadística el resto del año, aunque se sabe que los contagios son más habituales los meses de primavera y verano con un clima más templado que preceden a un otoño e invierno húmedos. Situación que ha orillado a funcionarios de la CDC de Atlanta a emitir un comunicado pidiendo “precaución” y alertando a los médicos a sospechar de la enfermedad ante posibles síntomas.

Los casos han sido registrados: dos en Arizona, uno en California, cuatro en Colorado, uno en Georgia, dos en Nuevo México y uno en Oregón. Los casos en California y Georgia se vinculan a áreas en o cerca del Parque Nacional de Yosemite.

Lo que no sabías de la peste…

  • La peste es una enfermedad rara que es portada por roedores y diseminada por pulgas.
  • La bacteria que causa la peste, la Yersinia pestis, se produce de forma natural en el medio ambiente.
  • El ser humano es infectado generalmente por la picadura de una pulga previamente infectada por un roedor (ratas o ardillas).
  • Los pacientes suelen desarrollara síntomas entre dos y siete días después de la exposición, los cuales van desde malestar general, fiebre, hasta náuseas y vómito.
  • Los pacientes pueden ser tratados con éxito mediante antibióticos, pero sólo si se diagnostican y comienzan el tratamiento a tiempo.
  • La tasa de mortalidad de los pacientes que no reciben tratamiento es de entre 66 y 93%, en comparación con el 16% entre los que se tratan.
  • La enfermedad puede presentarse en tres formas diferentes: bubónica, cuando afecta a los ganglios linfáticos; pulmonar, cuando afecta a los pulmones; y septicémica, cuando se extiende por el torrente sanguíneo.

Por María Navarro

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