Ésta, no es más que una guía para reciclar y hacerlo simple ¡Divide, reduce y saca provecho de aquello que desperdicias!
Despiertas por la mañana y lo primero que tu rutina de dicta, es ir al baño. El dentífrico se ha terminado así que tiras ese tubo vacío al cesto mientras buscas otro en la alacena. Al pasar cerca del refrigerador notas que una cantidad considerable de cartones vacíos de leche se han estado acumulando sobre el cubo de basura que esta a su lado. Una vez solucionado el inconveniente matutino puedes dedicarte, ya que estas en esto, a desechar el resto de botellas vacías de shampoo y lociones que se encuentran en tu baño. Ha llegado el momento de desayunar y un buen zumo de naranja cumplirá el cometido, las cascaras, por supuesto, van al mismo lugar que aquellos cartones vacíos y de cualquier manera todo terminará en el gran basurero del edificio junto con las sobras de la cena de la noche anterior… ¿En verdad crees que reciclar no es tú problema?
El mexicano promedio desperdicia alrededor de 277,200 kilos de basura al año, de acuerdo con cifras del INEGI, y al final del día el país entero recolecta un total de 86 mil 343 toneladas de basura.
Reciclar no es complicado, mucho menos difícil. Para hacerlo se necesita estar armado de tres cosas esenciales: consistencia hasta acostumbrarte al cambio, el febril deseo por comenzar a ser consiente de tu andar por el planeta y sus consecuencias y ésta guía.
La basura es un gran problema de salud pública que el gobierno ha olvidado atender. Si bien su micro campaña en torno a lo orgánico-inorgánico, junto con algunos cestos de basura divididos colocados en ciertas zonas de la ciudad, han servido para plantar una semilla en el hacer colectivo, no ha sido suficiente para tratar un problema que se relaciona más con la desinformación y la nula enseñanza que con nuestra capacidad para controlar el uso indiscriminado que hacemos de las cosas.
¿Por qué reciclar es tan sencillo?
Una vez que te acostumbras, resulta hasta emocionante. La verdad es que al momento de reciclar te darás cuenta de cuánto usas las cosas, podrás ahorrar dinero y el manejo de tus desperdicios será más sencillo. Para reciclar es importante dividir, conoces el clásico “la comida aquí… todo lo demás allá” pero ¿existe una mejor forma de hacerlo?
- Para empezar te recomendamos tener dos cubos de basura -si quieres verte más ecofriendly, consíguete al menos cuatro-. Estos van a servir para separar nuestra basura fácilmente.
- La importancia de que la basura no se junte, tiene que ver con la facilidad de su manejo y reintegración al mercado en forma de material recompuesto o reutilizado. Mientras que en los basureros se encargan de separar lo mejor posible, las toneladas de desechos que llegan al día junto con el material orgánico que se combina, hacen de organizar nuestros desechos una tarea casi imposible.
Orgánicos
Estos son desechos biológicos que provengan de humanos y otros seres vivos. Dentro de nuestro hogar, estos constituyen principalmente los restos de comida o las servilletas empleadas para limpiarlos. También se incluye aquí la materia fecal de nuestras mascotas y desechos de jardín. Este contenedor es exclusivo y deberá ser vaciado al menos una vez al día (el desecho orgánico puede fácilmente desarrollar germenes y bacterias). Los desechos de alimento vegetal y las cascaras de huevo son excelentes para hacer composta orgánica y ayudar a tus plantas a crecer, así que piensa en reutilizar.
Papel y Cartón
Desde tus envases de leche vacía hasta esas hojas que arrancaste del cuaderno, todo lo que sea papel o cartón de algún tipo va agrupado en este lugar. Dentro de tu contenedor puedes separarlo en bolsas de tela. Procura enjuagar el cartón en caso de que lo requiera antes de almacenarlo. En los centros de reciclaje éste es un producto que puedes cambiar por dinero. Ambos son productos fácilmente reutilizables en el hogar, para proyectos de cartoneria o si deseas hacer papel reciclado.
Latas y Aluminio
Nuevamente elige reservarlas en un contenedor especial o agrupalas dentro de una bolsa de lona o tela para su manejo. Estas deben ser bien lavadas antes de su almacenamiento y, nuevamente, pueden ser cambiadas por dinero en los centros de reciclaje.
Vidrios
¿Mayonesa? ¿Mermelada? ¿Aderezos para ensalada? Todo es guardado en frascos de vidrio. Puedes usarlos para guardar nuevos productos dentro de tu hogar (almacenar el pan rallado, guardar hierbas secas, pequeños objetos como clavos o plantas). Si guardarlos no es lo tuyo, resérvalos hasta que tengas los necesarios para cambiarlos por dinero en un centro de reciclaje.
El objetivo es que al final de la semana, la quincena o el mes puedas llevar tus productos de desecho -que han dejado de ser basura- a un centro de reciclaje y que, al mismo tiempo que te ganas unas monedas, puedas darte cuenta de cuánto consumes y cómo podrías reducir tu huella ambiental en el planeta.