De acuerdo con la Organización de los Estados Americanos (OEA), “el Gobierno Electrónico es la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) al funcionamiento del sector público, con el objetivo de brindar mejores servicios al ciudadano e incrementar la eficiencia, la transparencia y la participación ciudadana”.[1]
Para alcanzar su plena eficacia se requiere desde el acceso a equipamiento informático y de comunicación eficiente por las instituciones de la administración pública, hasta el uso e implementación de soluciones tecnológicas como plataformas de datos abiertos para promover la transparencia.
En el ámbito nacional, el documento rector de las políticas y líneas de acción sobre gobierno electrónico es la Estrategia Digital Nacional (EDN). En su objetivo “Transformación Gubernamental” se delinean iniciativas como la generación de un domino único que concentre información de toda la Administración Pública Federal; la tramitación del acta de nacimiento a través de la vía digital; el uso de plataformas digitales y aplicaciones móviles para realizar trámites diversos asociados con la seguridad social (IMSS Digital); la estandarización en el desarrollo de aplicaciones móviles de gobierno, entre otras.[2]
e-Gobierno: Métricas Internacionales
Un esfuerzo diversificado a nivel internacional ha sido la generación de métricas sobre el desarrollo y la adopción ciudadana de servicios del gobierno electrónico (e-gobierno). Ello, con el fin de dimensionar el impacto que tiene la instrumentación de plataformas digitales en términos de comunicación e interactividad con el ciudadano electrónico (e-ciudadano).
La Organización de Naciones Unidas (ONU), en su informe bienal “E-Government Survey”, da cuenta, desde 2001, de la evolución del gobierno electrónico en un comparativo entre países miembros de Naciones Unidas, en línea para alcanzar el potencial de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.[3]
Este reporte mide el grado de efectividad en la que los gobiernos locales proveen servicios públicos a través del uso y desarrollo de las TIC, así como permite identificar fortalezas, retos y áreas de oportunidad para la implementación de políticas y estrategias de gobierno electrónico.
En su dimensión cuantitativa, la ONU publica el Índice de Desarrollo de E-Gobierno (EGDI, por sus siglas en inglés), métrica que pondera e integra tres subíndices que capturan el estado de la infraestructura de telecomunicaciones, las capacidades y habilidades del capital humano, así como la provisión de servicios en línea en 193 países.
Los resultados generales del reporte indican una tendencia sistemática al alza en el desarrollo de mayores niveles de e-Gobierno del conjunto de países analizados. Ello derivado de la mejora significativa en la provisión de servicios digitales desde el gobierno, al proveer herramientas para la rendición de cuentas, la prestación de servicios públicos de manera efectiva, inclusiva, transparente y confiable.[4]
De acuerdo con el reporte, los tres servicios digitales más utilizados en 2018 son los servicios de pago, presentación de impuestos sobre la renta y registro de nuevos negocios. Así como la entrega de información pública a través de correos electrónicos, actualizaciones, aplicaciones móviles y SMS (servicio de mensajes cortos), especialmente en los sectores de salud y educativo.
México en las Métricas Internacionales de e-Gobierno
En el caso de México, el Índice de Desarrollo e-Gobierno en 2018 para México fue de 0.68, siendo 1 el valor máximo, nivel con el que el país se ubica en la posición 64, similar al que alcanza China, Omán, Andorra y Colombia. En la edición anterior (2016), este indicador resultó en 0.62, con lo que México alcanzó el lugar 59.
Si bien se registra una mejora de 10% en el nivel de desarrollo de e-Gobierno entre 2016 y 2018, el país perdió 5 posiciones en este periodo, esto indica que los avances de otras economías son más significativos que los de México en esta materia. Por ejemplo, Turquía en 2016 ocupó el lugar 68 (11 posiciones por debajo de México), mientras que en 2018, se posicionó en el lugar 53 (11 posiciones arriba de México).
No obstante, desde la instrumentación de la EDN, el desarrollo de e-Gobierno en nuestro país ha mejorado 16%, de acuerdo con la medición de la ONU. Este avance es producto de un incremento notorio en el componente infraestructural del Índice (0.42), que da cuenta del creciente acceso, adopción y conectividad en nuestro país, en lo que toca al acceso a internet fijo y móvil entre la población y hogares.
Pero también se registra un aumento significativo en el componente de provisión de servicios digitales por el gobierno (0.92), que dimensiona la disponibilidad de información, la existencia de herramientas digitales para la salud, educación, medio ambiente y empleo, así como la capacidad de realizar trámites ante el gobierno, a través de sus portales y servicios digitales.
El indicador correspondiente a la calidad del capital humano se mantiene prácticamente en el mismo nivel (0.70) durante las últimas mediciones, tal que los niveles de alfabetización y escolaridad de la población mexicana no experimentan un alza destacada en años recientes.
En su reporte, la ONU identifica que las principales barreras para el desarrollo del gobierno electrónico son la insuficiencia de habilidades y accesibilidad, así como el analfabetismo electrónico. Éste es el caso mexicano, en el que, a pesar del rápido avance en la provisión de servicios digitales desde el gobierno, el desarrollo de habilidades digitales y acceso a conectividad no registra el mismo ritmo de crecimiento.
Inclusión Digital, Cimiento del e-Gobierno
El desarrollo de servicios gubernamentales en línea abre una oportunidad para la inclusión digital. En este sentido, las métricas generadas por la ONU sobre la evolución del gobierno electrónico coadyuvan a la labor de seguimiento de los avances en esta materia en México.
En términos absolutos, la calificación de México ha mejorado en las métricas internacionales. No obstante, aún se requiere la instrumentación eficaz de políticas que lleven la conectividad a todos los rincones del país, así como aquéllas que generen conciencia sobre el uso y aprovechamiento de las herramientas digitales provistas desde el gobierno.
Con el desarrollo e implementación de nuevas soluciones tecnológicas es posible cumplir con este cometido, pero se requiere del acompañamiento gubernamental para detonar su accesibilidad universal de manera efectiva entre la población.
Es en este empeño en el que deben centrarse futuros esfuerzos que busquen la interacción plena del e-Ciudadano con el e-Gobierno.
Referencias:
[1] Organización de los Estados Americanos (OEA), Sobre e-Gobierno. Disponible en: https://bit.ly/1FlG11l
[2] Gobierno de la República, Estrategia Digital Nacional. Disponible en: https://bit.ly/1uaAwf1
[3] Organización de las Naciones Unidas (ONU). E-Government Survey 2018: Gearing e-Government to Support Transformation towards Sustainable and Resilient Societies. Disponible en: https://bit.ly/2O1xoEU
[4] Organización de las Naciones Unidas (ONU). E-Government Survey 2018: Gearing e-Government to Support Transformation towards Sustainable and Resilient Societies, p. XXV. Disponible en: https://bit.ly/2O1xoEU