Contra los caprichos no se puede hacer actuar, en verdad no existe una sola propuesta seria para cerrar el aeropuerto de Texcoco.
Analicemos cada uno de los argumentos que se utilizan y cuál es la solución para poder seguir adelante si es que se quiere.
AMLO es una persona de buena fe y quiere lo mejor para los que no tienen, y sabe que la zona de Texcoco está en el olvido; pero sus asesores lo engañan haciéndole creer que no es una buena opción y escondiendo soluciones. Todos sabemos que es una gran oportunidad para que los texcocanos salgan adelante.
Los argumentos que le dan al presidente electo son:
- Es un fraude y el gobierno actual se ha beneficiado con la construcción del aeropuerto.
- Muchas personas se han aprovechado para comprar los terrenos muy baratos y ganar dinero construyendo un desarrollo como el de Santa Fe.
- Por ser un vaso regulador, se inundarán las pistas de aterrizaje y las viviendas.
- Ningún empresario está dispuesto a continuar con la obra porque es muy mal negocio y su mantenimiento es sumamente alto.
- Las pistas de aterrizaje es tan mal orientadas, lo que representa un riesgo para la aviación.
En repuesta a lo anterior, nadie duda de que el manejo del dinero en este sexenio ha sido algo fuera de lo normal. Todos los mexicanos estamos indignados por el abuso que se ha cometido, pero el cancelar esta gran obra no castiga a los culpables y sí afecta el progreso del país.
Para todos aquellos que compraron terrenos para el desarrollo del Aeropuerto de Texcoco está la opción de que les expropien dichos terrenos y se les regrese el dinero que pagaron por ellos. Así nadie se aprovechará de la plusvalía de tan grandiosa obra.
Sobre la problemática de las inundaciones cada año, se construirán veinte plantas de tratamiento, cinco cuerpos de regulación y rehabilitación de cuatro más, se incrementará la capacidad de 13,000 a 45,000 m³ de agua, se rectificarán 83 km en trece cauces y 142 km de recolectores en nueve ríos. Con estas acciones se garantiza que todo el pueblo de Texcoco nunca más tendrá inundaciones.
También debemos recordar que en la zona donde está el aeropuerto algún día fue el tiradero del cascajo que se recogió en el sismos de 1985 y ya fue limpiada.
La iniciativa privada está dispuesta a invertir el dinero que falta para terminar la obra, quedando así el gobierno libre de cualquier aportación.
En cuanto a la orientación de las pistas, la indicada para analizarlo es la Asociación de Pilotos de México, ya que cuenta con gente experta en el tema.
MITRE, OACI, ARUP y otros organismos especializados ya hicieron su dictamen, recomendando y avalando que la construcción del aeropuerto y las pistas garantizan un entorno positivo para la aviación mexicana.
Y después de todo esto, ¿nos debemos conformar con el resultado de una consulta popular para tomar una decisión de tal magnitud? Hay quienes no tienen conocimiento de lo que están votando, a otros se les hace creer que pueden convivir los aeropuertos de Santa Lucía y el AICM, y que de esta manera se incrementará el número de vuelos. Los que afirman esto, no tienen idea del espacio aéreo ni de la orografía de la zona, menos aun tomaron en cuenta la opinión de los habitantes de Santa Lucía para saber si a ellos les interesa cambiar su estilo de vida.
Sería una triste sorpresa que cuando la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), quien otorga las autorizaciones para dar seguridad a la aviación mundial, haga estudios reales de Santa Lucía, y del AICM diga que no es posible, ya que sin su aprobación, ningún avión internacional tendría permiso para aterrizar en el Valle de México.
Con el debido respeto, creo que ud, es parte o esta finaciado por la oligarquía, ya que ninguna infraestructura hidráulica, puede competir con el vaso regulador natural, otra, que cinismo el querer ahora vender a gobierno los terrenos a precio en dólares mientras los pagaron en centavos, otra, si tan buen negocio es porque usaron recursos públicos, que denigrante ha de ser perder credibilidad por unas monedas.