La primera generación de artistas desechables de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM está a punto de egresar. El nuevo plan de estudios, con gran ignorancia y ningún sentido de la realidad, pretendió ser “moderno” y muy VIP, y el resultado es una generación de jóvenes sin conocimientos sólidos de las artes plásticas. Redujeron al mínimo las materias de dibujo, materiales, escultura, del grabado dicen que “ya es del siglo antepasado”, y saturaron el plan con materias teóricas especializadas en dar trabajo a maestros sin obra y preparar artistas de las becas. Cambiar un plan de estudios únicamente para formar a los alumnos en un estilo en particular, el arte contemporáneo VIP, o video-instalación-performance, y acabar con las materias de artes plásticas es un despropósito absurdo e irracional, porque es un estilo que en cualquier momento va a quedar obsoleto, y están privando a los alumnos de las bases elementales para una vida profesional.
Los talleres los disfrazaron de “laboratorios” y el laboratorio de pintura como tal ni siquiera se nombra, la palabra “pintura” está expulsada, mientras la materia de “acción performática” se dice claramente, ése es el camino para la eliminación de una disciplina del plan de estudios y de los objetivos de la Universidad. Egresar de performanceros no necesita de una carrera, lo consiguen con un cursillo de 2 horas con recreo y vacaciones incluidos, pero de pintores, escultores o grabadores requieren una enseñanza de tiempo completo con semestres de dibujo al natural, naturaleza muerta, composición, materiales, es decir, todas las clases que ahora están en mínimos o desaparecieron.
El plan incluye materias como “Seminario de Proyectos en Área de Profundización”, ¿profundizar en qué? si todo esto se dirige a superficializar el arte. Los talleres de Técnicas y Materiales, que inició el maestro Luis Nishizawa, los redujeron a dos semestres, en ese tiempo es imposible que los alumnos aprendan cómo trabajar un temple, un pútrido, etc. En el segundo semestre les dan “Argumentación y Discurso para las Artes y el Diseño”, les enseñan cómo argumentar que algo es arte y ni siquiera saben crear arte. Frivolizaron la educación jugando con el destino de muchos jóvenes implantando un estilo, que representa una ideología de la mediocridad y el menor esfuerzo, y para dar trabajo a decenas de profesores de clases de arte VIP que, además, ni siquiera figuran en el ámbito de las galerías y los museos. Los alumnos que eligieron las materias de arte VIP pueden considerarse expertos, de eso se trata ese estilo, de que todo sea arte y todos son artistas, con o sin educación, el problema es para quienes buscaban ser pintores, escultores, grabadores, ellos recibieron una educación mutilada para dar espacio a los mediocres VIP. Los egresados ¿qué van a hacer con su título? Como homenaje a sus profesores de arte VIP pueden hacer una instalación con todos los títulos y las tesis, quemarla, y demostrar que aprendieron todo lo que un artista desechable debe saber.