El bullying no es un monstruo invencible

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Los niños son un espejo de lo que podemos ser como sociedad. Un espejo frágil que no debe romperse al normalizar actos que no lo son.

Ciudad de México (elsemanario.com).- La UNESCO considera que un niño es objeto del bullying cuando está expuesto continuamente a conductas agresivas que buscan causarle lesiones o molestias mediante el contacto físico, los insultos, la agresión o la manipulación psicológica.

Indudablemente, el problema se ha extendido entre las aulas del país, y por supuesto, de la ciudad de México. Es un tema sensible y preocupante, ya que este tipo de prácticas propician que, quienes las padecen, sean más propensos a sufrir depresiones, sentirse solos o ansiosos, además de tener baja autoestima.

Las acciones que se han implementado para combatir el acoso escolar han sido bastantes, desde lo que puedan ofrecer las instituciones en la materia, hasta los esfuerzos por padres o profesores para erradicar el maltrato hacia los más vulnerables. Pero no sólo eso, hay esfuerzos e iniciativas que se han gestado desde las entrañas del mismo problema. Y un ejemplo de ello se materializa en un luchador conocido como “El Tacubo”, el superhéroe urbano que recorre las escuelas de la ciudad de México para hacerle frente al mismo monstruo que lo ha inspirado a prevenir este tipo de conductas.

Foto obtenida del sitio oficial de Facebook de El Tacubo.
Foto obtenida del sitio oficial de Facebook de El Tacubo.

El Tacubo, como es conocido en el ring y fuera de él, es un deportista y luchador en contra de uno de los peores males que pueden afectar a los niños… y a los no tan niños. Es un personaje con mucha experiencia en este tema, lo ha vivido, nos comenta en entrevista para elsemanario.com. De primera mano, el sabe lo que significa ser “bulleado”, sentir esa angustia que no te deja dormir.

Por ello, la principal acción que se puede emprender en contra del bullying, es la prevención.

Es difícil encontrar quien es el “acosador”, refiere el luchador, “por poner un término, soy enemigo de las etiquetas”. Comparte las experiencias vividas, de los que sufren acoso pero también de quienes lo perpetran. El profesional del ring no sólo ha recibido testimonios de niños o adolescentes acosados, ‘increíblemente, también hemos recibido testimonios de “acosadores”’.

“Yo lo hago por diversión”, le dicen; y no lo ven como algo malo, como algo que lastima, refiere, “pero cuando se les lleva a reflexionar cómo se siente la otra persona, es cuando se dan cuenta”.

Al bullying se le debe combatir desde la trinchera de la prevención.

El luchador comparte con todos estos niños y adolescentes atacados por el bullying una historia de vida, de cómo sufrió el acoso, pero también el papel que juega la familia, los amigos, la escuela y los profesores, en un tema tan complejo; cómo se puede salir adelante gracias a muchas cosas: a él lo ayudó el deporte, la lucha libre.

La lucha que él ha emprendido sin buscar otra cosa que no sea el compartir la experiencia, lo ha llevado a enfocarse en las secundarias, con niños de  entre 12 y 15 años. Pero  también ha podido compartir espacios con autoridades escolares. El problema del acoso escolar “es un monstruo con tantas caras que es muy complicado hacerle frente”, pero la esperanza y la pasión para impactar vidas ha sido el motor que lo mantiene en pie de lucha.

Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra”, es una frase que el luchador lleva día a día consigo mismo en su labor cotidiana, que comenzó como parte de su servicio social en la universidad.

El luchador señala que “no podemos pedirles a los niños, a las niñas, a los jóvenes –al otro- alinearse a ciertos valores”. Si queremos que la sociedad tenga valores, tienen que verlo en los padres, en los mayores. Los niños a través de su vida van teniendo puntos de referencia. Así lo cree, firme ante su lucha preventiva; también piensa que “si nosotros podemos transmitir esos valores, la práctica en ellos va a ser muy natural”; valores universales como “el amor, el compañerismo, la empatía”, son útiles no sólo para combatir el acoso escolar sino para una enorme “cantidad de problemas sociales”, que podrían prevenirse “si tuviéramos una congruencia como sociedad”.

Muchas veces los niños normalizan los gritos u otras agresiones porque los tienen en frente a diario, en sus hogares o en sus círculos sociales más próximos. Y eso indudablemente causa un “corto circuito”, dice el luchador, cuando se les pide a los niños lo contrario.  “Es  increíble a veces pedirles a los niños el respeto en sus salones de clases y el respeto hacia los demás, cuando hay una vorágine de violencia impresionante en las instituciones, violencia de todo tipo, en el interior de las familias, en la colonia”, etc.

Ejemplo de lo anterior es que muchos niños, dice, “piensan que es normal (…) burlarse del que no puede hablar bien”; o bien, dicen que el bulleado es el que tiene la culpa por no defenderse.

Se debe reconocer que en estas situaciones hay un discurso erróneo que dicta que el bullying siempre ha existido, que no es nuevo. El discurso de que “los chavos” tienen que aprender a defenderse o que si sufren es porque no se saben defender. Pero como bien dice el Tacubo: “el hecho de que siempre haya existido no quiere decir que sea normal o sea lo adecuado”.

Habría que ver hasta qué punto, dependiendo del contexto, eso se vuelve estresante y angustiante  ante estas oleadas de violencia que muchos sufren en las primarias o secundarias. En un mundo violento, “la consigna de no dejarse” o “aceptar un tiro cada que te lo cantan”, puede generar mucho miedo o angustia, dice el profesional del ring.

El espejo que no se debe romper.

Los niños son un espejo de lo que podemos ser como sociedad. Un espejo frágil que no debe romperse al normalizar actos que no lo son. El Tacubo hace un llamado a todos los padres: “Si tienen la oportunidad en las escuelas de sus hijos (…) de asistir a un taller de escuela para padres, háganlo”. Estos talleres en su gran mayoría son gratuitos, “acérquense a esos espacios”, recomienda.

Sabemos que no hay una universidad para padres, “los niños no vienen con un manual de usuario”, hay que tomar en cuenta que cada uno de ellos es distinto en todos los sentidos. “Como padres tenemos que educarnos, tenemos que aprender”, recomienda.

“Educar a los hijos conforme lo que nos diga la mamá, la suegra, la vecina”, no siempre es la mejor opción. Hay una serie de castigos para los niños que “se portan mal”, creencias que aún suelen prevalecer y que más bien parecen recetas para controlarlos.

Como padres, a veces hacerle caso a este tipo de creencias, a lo que a la demás gente le pudo “funcionar” para educar al niño o la niña, puede resultar contraproducente. Hay que buscar nuevas herramientas para educar mejor a los hijos, acompañarlos para ser amorosos, pero a la vez firmes con ellos, afirma y también recalca que se deben corregir muchas cosas y sobre todo, tener congruencia con lo que “espero de mi hijo o hija y lo que soy yo como adulto”.

El bullying no es un monstruo invencible, al acoso escolar se le puede hacer frente, “yo he visto familias completas que le dan la vuelta al problema”, detalla, y pide especial atención a los siguiente: “no es que tengamos que hacer que los niños sean curados, sean salvados (…) o atendidos”, esa es una parte importante, sí, “pero no hay niño que sufra acoso escolar que no tenga una historia de vida que envuelva a su familia” o a las personas con las que vive. Indudablemente, aquel que es acosado debe tener una atención integral. Pero no se debe “mandar al niño por delante”. Antes de mandar al niño al psicólogo, ejemplifica, “hay que darse una vuelta como adultos”.

Recomendación para los padres.

Recordemos que el Gobierno del DF puso en marcha el Centro de Formación Docente y Escuela para Padres, que dará capacitación para atender las nuevas conductas en alumnos, así como las actitudes por las distintas etapas de desarrollo. Este centro educativo ofrece una formación hacia la lucha contra el bullying.

El Tacubo, el luchador, el personaje y la persona detrás de la máscara piensa que “no hay cosa más maravillosa para poder educar y criar niños y niñas sanos, que el ejemplo, los buenos ejemplos”, arroparlos con un estilo de vida con principios, “que no es aburrido”, refiere el luchador entre risas, “porque mucha gente piensa que tener principios o valores es tener una vida aburrida” y no es así; “se puede ser una persona con buen sentido del humor, una persona alegre, feliz, realizada”, contenta con lo que se es “y se puede, por supuesto, al mismo tiempo, ser una persona con valores”. Y eso, a la vista de los hijos, “es una de las cosas más preciadas que les puedes regalar”, enfatiza el enmascarado.

El Tacubo recomienda a todos los padres que: “Antes de esperar que tu niño o niña saque diez en la escuela (…) y te regale reconocimientos en las juntas escolares”, es fundamental formarlos, enseñarles a reconocer las emociones.  “Yo creo que lo único que podemos o debemos pedir como padres es que nuestros chicos, sean chicos de bien”, autosuficientes. Debemos “bajarle de volumen” a la exigencia con los niños, que muchas veces son presionados de más. Quitarnos el chip de que “el niño que saca diez en español o matemáticas, es el mejor ser humano”. Está muy bien y es importante preocuparse por las calificaciones, lo deja claro. Hay niños excelentes con mucha habilidad para lo académico, “pero se debe trabajar con ellos; los valores y las habilidades sociales, sobre todo las emociones, que aprendan a identificar las emociones (…) los hará chicos de bien y tendremos al final sociedades más sanas”, enfatizó el enmascarado que lucha contra el bullying.

Foto obtenida del sitio oficial de Facebook de El Tacubo.
Foto obtenida del sitio oficial de Facebook de El Tacubo.

Es importante destacar que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó el 30 de abril el proyecto de decreto con el cual se modifican las leyes para la Promoción de Convivencia Libre de Violencia en el Entorno Escolar y de Educación del Distrito Federal. El objetivo de lo anterior es adoptar medidas efectivas de prevención y combate del bullying en escuelas de educación básica.

El mismo día, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Desarrollo Social capitalina, informó que dos de cada diez  alumnos de primaria han participado en peleas. Para combatir este problema, se implementó la campaña “Buzón Itinerante: Exprésate… no te lo guardes”. Y según los resultados de la primera etapa de la misma, 68.6 por ciento enfatizó su deseo de adoptar conductas de buen trato entre compañeras y compañeros. En esta primera etapa participaron más de siete mil niñas, niños y adolescentes.

Por Alberto Cedeño.

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