La pluma ecléctica

El que nunca se equivoca

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Hoy, estando de oquis, pensé (Porque para eso sirve estar de oquis, para pensar).

Pobres de esos muchos, que no toman y no fuman, de esos que jamás han pecado, ni han hecho maldades (ojo, no me refiero a los delincuentes crónicos). Aquellos quienes nunca han hecho nada, y consecuentemente, nunca se han equivocado.

Me refiero a esas personas que, desde la comodidad de la inacción, desde el no riesgo, tienen el valor de cuestionar, de censurar y, peor aún, de criticar. De esos hay muchos, lamentablemente muchos, que se yerguen como sensores morales, como guías espirituales, esos que se creen senséis y, por lo mismo, creen poder cuestionar cualquier cosa (o todo) al otro, sin verse a sí mismos.

Esa gente me da pena, son los que no dudan un segundo en usar el dedo índice para señalar lo que en su infinita ignorancia creen que está mal, esos que siempre están prestos para cuestionar al prójimo. Son el tipo de personas que siempre tienen respuestas, pero para su desgracia, nunca se les han ocurrido las preguntas. Criticar es fácil, de hecho, es evidente que resulta más fácil destruir que construir y así, desde la supuesta crítica sana, esta gente sólo destruye.

vida

Yo amo la crítica, siempre he creído que aprendo de la divergencia y no de la convergencia, es como cuando en una plática tu interlocutor siempre te da la razón, jamás discrepa de ti, siempre asiente, de esa persona no aprendes nada; es la típica persona de la que hablo, quien sin vacilar te dice que sí, pero una vez que das la media vuelta te critica.

Por desgracia, me ha tocado conocer varios así y su vida, aunque quizá ni cuenta se dan, es miserable, es una vida ensimismada, en donde “ellos están convencidos de siempre tener la razón”, una vida en la que lo bueno no existe, el amor y la bondad les parecen ajenos, porque en su egoísmo y egocentrismo, el Sol gira en torno a la Tierra, o bien, todos giramos en torno a ellos.

Es el típico amigo que no es capaz de apreciar los triunfos, que no es capaz de darte un abrazo cálido, sincero y afectuoso cuando hiciste algo bien, para estas personas el éxito de los demás es siempre motivo de duda, el éxito siempre tiene algo oculto. Si las exitosas son mujeres, tienen siempre un argumento que les parece irrefutable, “de seguro se acostaron con alguien”, las mujeres no pueden tener cerebro, creatividad, éxito, son mujeres pues. Pero si son varones, la historia es similar, el éxito o el triunfo, sólo lo alcanzaron como “lame-botas”, como achichincles sumisos de un poderoso que seguramente los está usando.

Así, siempre he creído que esos que señalan con el dedo índice a los que nos equivocamos, lo hacen porque ellos desde su inacción, jamás podrían cometer errores, pero no los cometen precisamente porque son personas que jamás han vivido, transitan simplemente por la vida, pero jamás viven.

Día de Muertos

A propósito del próximo día de muertos. De todos ellos presumo que el día que cuelguen los tenis, invariablemente preguntarán a la huesuda:

“¿Calaca, parca innombrable; por qué tuve que morir?”

Y la muerte, que no tiene modales, seguramente responderá:

“Crees que llegué antes de tiempo porque jamás aprendiste a vivir”.

Y una vida como la tuya, egocéntrica y miserable, ¡jamás lo comprenderá!

He aquí una respuesta que, seguramente, queridos lectores, no les va a gustar.

Centla, Jesús Cristo y la laicidad

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La laicidad es un valor fundamental en una sociedad plural y democrática como la nuestra. La razón de la laicidad en el ejercicio gubernamental es simple, no se puede estar con una sola confesión religiosa, pues de hacerlo, terminamos excluyendo a muchos otros.

La laicidad en su concepción amplia, no significa la negación de una divinidad en particular, la laicidad pretende respetar el que cada quién crea o deje de creer en lo que más le plazca. En este sentido, recordemos que incluso para ciertas personas, existe la llamada religión maradonista, confesión religiosa presuntamente creada por admiradores del futbolista argentino Diego Armando Maradona.

Consecuentemente, el Estado (cualquier estado respetuoso, democrático y plural) debe necesariamente mantenerse al margen de las múltiples concepciones religiosas que pueden existir en una sociedad determinada, lo contrario es anarquía, autoritarismo o estado confesional, como efectivamente existen, particularmente en diversos países árabes.

En nuestro caso, México es un país democrático y laico, esto se desprende de la propia Constitución política, por ello resulta muy alarmante que Guadalupe Cruz Izquierdo, nueva alcaldesa de Centla, Tabasco, haya tomado posesión del cargo y al mismo tiempo haya sido bendecida o algo parecido, por un ministro quien proclamó: “el pueblo de dios declara que Centla está bajo el poder de Cristo Jesús, aleluya, y ninguna obra maligna prosperará”, agregando además que: “Bendito Dios para bendecir a este municipio, a todos sus alrededores, y se pueda decir en el futuro que una mujer temerosa de dios vino a gobernar a Centla. Aleluya”.

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Guadalupe Cruz Izquierdo, alcaldesa de Centla, Tabasco (Foto: Armando Chávez/Diario de Tabasco).

Preocupa esta escena, pues de acuerdo con el INEGI si sólo consideramos a los cristianos, tendríamos que pensar en católicos ortodoxos, protestantes históricos o reformados, pentecostales/evangélicos/cristianos, así como bíblicos diferentes de los evangélicos.

Adicionalmente, y aunque nos parezca increíble, en nuestro país existen muchos otros credos, por ejemplo, los de origen oriental, aquellos de origen judaico, islámico, los del new age o nueva era, aquellos de raíces étnicas espiritualistas, además de diversos movimientos religiosos y cultos populares, como el culto a la Santa Muerte o a Jesús Malverde.

En ese sentido y sólo en lo que se refiere a los católicos, podríamos hablar de Agustinos, Amor Misericordioso, Asuncionistas, Benedictinos, Capuchinos, Carmelitas, Carmelitas Descalzas, Católicos, Católicos Apostólicos y Romanos, Católicos Romanos, Cistercienses, Claretianos, San Viator Combonianos, Comunidad Salesiana, Concepcionistas, Franciscanos, Congregación de los Padres Bayonenses, Corazonistas, Diócesis Maronita de México, Dominico, Eparquía, Greco-Melquita, Católica Ermitaño, Eucarístico del Padre celestial, Esclavas de María Inmaculada, Escolapio Eudistas, Franciscanos, Fraternidad Sacerdotal, San Pio X (Lefebristas), Guadalupanos, Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, Hermanos de Nuestra Señora de Consolación en el Mundo, Hermanos de San Juan de Dios, Hermanos Obrero de María, Hermanos Fossores de la Sagrada Misericordia, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, Hijas de la Inmaculada Concepción, Hijas de María Auxiliadora, Hijas de San Pablo, Hijas del Divino Salvador, Hijas del Espíritu Santo, Hijos de la Sagrada Familia, y muchas (muchas más).

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Orden de Carmelitas Descalzas, México (Foto: Gaudium Press).

Insistimos en que religión y Estado es una mala combinación, el pluralismo ideológico que predomina en mi país no permite que el Estado tenga preferencias dogmáticas y cuando decimos Estado nos referimos a los tres órdenes de gobierno, municipal, estatal o federal. El estado laico no niega el derecho de los funcionarios públicos a profesar una religión o dogma determinado, lo que no es correcto es vincular los dogmas particulares de cualquier funcionario, de cualquier nivel de gobierno con sus funciones públicas. Recordemos que según la Secretaría de Gobernación, existen al mes de octubre de este año 9,146 diferentes asociaciones religiosas registradas en el país.

Es en ese sentido que preocupan las acciones de la nueva alcaldesa de Centla, Tabasco, quien invitó a su toma de posesión a un pastor, aparentemente cristiano y quien realizó una oración en dicho acto público. Guadalupe Cruz Izquierdo no debe olvidar que ahora como alcaldesa y, entonces como funcionaria pública, no puede mezclar el agua con el aceite, los actos religiosos con los actos públicos.

Y esto es así por mandato constitucional, ya que en su condición de funcionaria pública así lo ordena el Artículo 130 de nuestra Constitución política.

Estados Unidos Mexicanos
Constitución política mexicana (Foto: Club Jurídico).

Adicionalmente, hay que señalar que el Artículo 24 Constitucional apunta claramente que los actos religiosos deben celebrarse al interior de los templos. Por último y no menos relevante, es el contenido del Artículo 3 de la Ley de Asociaciones religiosas y Culto Público que establece:

“El Estado mexicano es laico. El mismo ejercerá su autoridad sobre toda manifestación religiosa, individual o colectiva, sólo en lo relativo a la observancia de la Constitución, Tratados Internacionales ratificados por México y demás legislación aplicable y la tutela de derechos de terceros.

El Estado no podrá establecer ningún tipo de preferencia o privilegio en favor de religión alguna.

Tampoco a favor o en contra de ninguna iglesia ni agrupación religiosa.”

Referencias:

https://www.youtube.com/watch?v=s7VGQySNE_E

http://internet.contenidos.inegi.org.mx/contenidos/Productos/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/nueva_estruc/702825064983.pdf

http://www.asociacionesreligiosas.gob.mx/work/models/AsociacionesReligiosas/pdf/Numeralia/AR_por_tradicion.pdf

 

Cómo te lo explico, hijo mío

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Hace unas semanas, un joven estudiante del Tecnológico de Monterrey se suicidó en el baño de su escuela preparatoria. El hecho es más que lamentable y me parece que tiene raíces más profundas de lo que creemos. No es mi hijo ni tengo relación alguna con él, pero la muerte de un joven, siempre es dolorosa, siempre es algo que nos atañe a todos.

Se ha dicho que probablemente uno de los factores que influyó en su decisión, fue que sufría de acoso, de eso que ahora llamamos bullying. Puede ser, pero como adelanté, creo que hay o puede haber otras razones más profundas, más de todos, razones en las que todos como sociedad tenemos algo de culpa.

En este contexto, cómo explicarles a nuestros jóvenes que la violencia por la que pasa mi país ni es normal ni siempre ha sido así. Cómo explicarles a nuestros jóvenes hijos, que esa violencia desbordada con la que ellos “han vivido” desde que nacieron, no podemos, ni debemos normalizarla.

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Afueras de la Prepa Tec Campus Valle Alto, Monterrey, cuerpos médicos y policíacos acudieron tras el suicidio de un alumno, septiembre 2018.

Siento pena como ciudadano de decir a estos hijos míos, a estos jóvenes de hoy, que yo conocí un México diferente, uno en el que más o menos, los ciudadanos nos respetábamos, uno el que se podía transitar libremente sin mayores sobresaltos. Hoy sin embargo, al caminar por una calle todos tenemos miedo, le tememos a ese México violento, a ese monstruo de mil cabezas llamado violencia, que ha causado estragos en mi sociedad. Hoy yo tengo miedo del otro, pero el otro también tiene miedo de mí.

Hace poco, por un mero accidente, terminé siguiendo a una muchacha (quizá de unos 18 años) en su trayecto, en realidad no la seguía, simplemente nuestra ruta era la misma. Ella iba en su auto y yo en el mío, al pararnos en un semáforo en rojo, volteé y la vi; ella también me observaba y me di cuenta en su mirada que tenía miedo, que estaba aterrada, percibí en su mirada que ella creía que yo la iba siguiendo.

Tomé la decisión de detener mi marcha para alejarme, para darle espacio y consecuentemente tranquilidad, para que pudiera sentir que ya nadie la seguía. Mi decisión, sin embargo, no era más que un paliativo, ese miedo que percibí en la mirada de la joven tiene una razón lógica. ¿Cómo no temer a “un viejo” cincuentón con barba y en una pickup (de esas que usan los narcos) y que además en los últimos diez o quince minutos la ha seguido? Lo que, como mencioné, era realmente un mero accidente porque nuestras rutas coincidían.

estudiantes
Foto: http://paraleloinformativo.com

No sé qué habrá pasado con ella, probablemente llegó a su casa pensando que efectivamente alguien la seguía; probablemente pensó que en esa ocasión había tenido suerte; probablemente nunca usaría la misma ruta.

Cómo te explico querido hijo, que sí hubo una época en la que estas cosas no sucedían, una época en la que no había noticias de desaparecidos, de decapitados, de fosas clandestinas. Hubo y yo fui testigo de ello, un México diferente, un México en paz.

¿Que nos pasó? No sé. Desconozco en qué momento nos volvimos una sociedad irrespetuosa con el otro y lo peor, una sociedad violenta. Cómo explicarle a todos esos jóvenes para quienes, desde que nacieron, han visto actos atroces como parte del paisaje, como parte de la cotidianeidad.

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Hallazgo de fosa clandestina, México (Foto: http://agendamx.com.mx).

Cómo te explico querido hijo, que este México con cientos de miles de muertos y desaparecidos, por cierto, muchos de ellos jóvenes, es un México contemporáneo que no siempre fue así.

Lo peor del caso, cómo le explicamos a todos esos jóvenes hijos nuestros, que les estamos heredando un mal país, uno que ellos tienen que corregir, porque a los cincuentones o sesentones de hoy, la vida ya no nos da para hacerlo.

El lenguaje jurídico

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El gran problema del derecho y de los operadores jurídicos (entiéndase abogados litigantes o funcionarios del Poder Judicial o leguleyos) es que el lenguaje utilizado siempre resulta complejo, o bien de manera deliberada, lo complejizamos. Hablemos por ejemplo de un juicio civil, uno cualquiera.

De entrada, diremos que hay un demandante y un demandado, expresiones más o menos comprensibles para la mayoría de las personas, pero si yo les dijera que el demandante es “el actor” y el demandado es “el reo”, la cosa cambia. La palabra actor no nos dice nada, o nos remite a la actuación (en ese sentido es que se usa en derecho, el actor es el que actúa, el que persigue y prosigue algo) pero, para el común de los mortales la palabra “reo” nos remite a una cuestión criminal, a una crujía de algún penal.

Existen pues, en el lenguaje jurídico mil expresiones incomprensibles para la mayoría de los ciudadanos, y los abogados nos regodeamos de utilizarlas, pues ello demuestra (o parece demostrar) que somos doctos en la materia.

Por cierto, “docto” significa “persona que posee muchos conocimientos adquiridos a fuerza de estudio”, de ahí que en algunos países, particularmente de Latinoamérica, a los licenciados en derecho se les denomine doctores.

Cabe precisar que otra curiosidad que impera en el ámbito práctico jurídico, es que distinguimos entre “licenciado en derecho” y “abogado”, y la diferencia no es baladí. El primero es alguien que estudió una licenciatura pero que, eventualmente nunca ejerció, nunca litigó. En cambio, la palabra “abogado” alude a aquel que aboga por otros, a aquel que se pelea en nombre y representación de otro (de su cliente). Bueno, al menos eso es lo que argumentamos los litigantes.

Los abogados somos una especie rara, unos tipos hipócritas (muchos, seguramente no caen en esta descripción) que pretendemos saber todo cuanto hay en el universo, un personaje que, desde las universidades, es enseñado y preparado para la controversia. Dicen algunos que un abogado que no llega al tribunal, no es abogado, si acaso será un licenciado. De esos, hay muchos, lo que es una franca estupidez, pues deberíamos estar preocupados, los abogados o los licenciados, de resolver la controversia de la manera más eficiente; y las estadísticas nos dicen claramente que la manera más eficiente no es en los tribunales.

lenguaje jurídico

Pero regresemos a lo del lenguaje jurídico, el Juez no es juez, es “Su Señoría” y si recurrimos su sentencia, es el juez “A quo”, en tanto que él que revisa la sentencia del juez inferior (el A quo) es el juez Ad quem. Latinismos muy recurridos en la jerga jurídica que, sin embargo, se encuentran expresamente prohibidos en nuestra legislación, ya que la ley dice que cualquier expresión en otro idioma debería ser traducida al español.

Y qué les digo del “tipo penal”, el tipo penal no alude a una persona sino a una descripción “típica” del delito, es decir, si lograse yo transferir millones de pesos a mi cuenta bancaria, mediante un mecanismo no contemplado en el código penal (por ejemplo, la teletransportación), al no existir el tipo penal no podrían juzgarme por tales hechos.

Imaginen ustedes que en materia de amparo existe la llamada “suspensión definitiva”, que en realidad no es definitiva, sino que es parcial (por no decir temporal) ya que la verdadera sentencia en lo que la gente conoce como amparo, se llama “resolución constitucional”, la que puede otorgar o no, la protección y el amparo de la justicia federal.

En fin, este espacio resulta demasiado breve e insuficiente, para poder explicar las diferentes expresiones jurídicas utilizadas en el vasto mundo del derecho. Queda para otra ocasión hablar de “la verdad legal” (que no siempre es la verdad real) el derecho natural, el derecho positivo, la legislación sustantiva y la adjetiva, los actos procesales, el fondo y el procedimiento, el expediente y el toca. Y todo esto sin considerar ahora los juicios orales que están generando nuevas expresiones, francamente incompresibles para el lego, para el ignorante del tema jurídico. Dejo como otra de las joyas del lenguaje jurídico en materia de herencias, la expresión el “de cujus”, que significa “aquel de cuya sucesión se trata”, lo que en el lenguaje cotidiano es el muertito o el difunto.

¿Uso o abuso de las biotecnologías reproductivas?

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Desde 1974 nuestra Constitución Política en su artículo cuarto establece que: “Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos”, así, los tres elementos básicos de esta disposición son la libertad, la responsabilidad y la información.

No obstante lo anterior, hace apenas algunas generaciones, era común encontrar familias numerosas, parejas o mujeres solas, que en ejercicio de su libertad y desde su muy particular perspectiva de los conceptos de responsabilidad e información, llegaban a tener más de una docena de hijos.

La tendencia en la actualidad, en nuestro país y en muchos países del orbe, es precisamente la contraria, actualmente las mujeres ‒y/o las parejas‒ por diferentes circunstancias, tienden a tener menos hijos. Ahora bien, adicionalmente en la actualidad contamos con nuevas formas de reproducirnos, aquella que podríamos denominar “a la antigüita”, y que requería de una relación sexual entre un hombre y una mujer, si bien sigue siendo la forma dominante para procrear, ya no es la única.

Ahora contamos con diversos procedimientos de reproducción humana asistida, bajo esta hipótesis ya no es necesario tener relaciones sexuales, en casos como éste basta con conseguir material genético donado ‒lo cual en la actualidad es relativamente fácil‒ y mediante por ejemplo la fecundación in vitro, una mujer puede procurarse un embarazo sin necesidad de tener relaciones sexuales y sin importar si es post-menopáusica.

Ahora bien, el lector se preguntará, por qué el título de este artículo, bueno esta pregunta me surgió al enterarme del caso de la Sra. Annegret Raunigk.

Si bien me queda claro que la historia que contaré no sucede en México, ni la protagonista es mexicana, nada impide (en el terreno de la especulación) que así pudiera haber sido.

La Sra. Annegret Raunigk es una maestra que a los 65 años de edad viajó en 2014 desde su natal Alemania a Ucrania, a fin se someterse a diversos tratamientos de reproducción asistida con la intención de quedar embarazada. Cabe señalar que la Sra. Annegret Raunigk tenía en ese momento trece hijos y siete nietos, teniendo su hija mayor 44 años de edad.

madre de 66 años
Annegret Raunigk y sus cuatrillizos (Foto: Getty Images).

Pues bien, según publicaciones de la prensa internacional como la BBC o The Guardian, la Sra. Annegret Raunigk decidió embarazarse nuevamente a petición de su hija menor de apenas nueve años, quien quería tener un hermanito, lo que finalmente sucedió gracias al auxilio de una clínica de la fertilidad de Ucrania y así, en mayo del 2015, la maestra alemana dio a luz a cuatrillizos, tres varones y una niña, mismos que nacieron prematuramente.

Inicié diciendo qué es lo que postula nuestra Constitución Política respecto al número de hijos que podemos tener, por lo que creo firmemente que la libertad es uno de los valores democráticos fundamentales, sin embargo, y extrapolando este caso a México, tendríamos que cuestionar hasta dónde esa libertad de la que habla la Constitución debe estar, precisamente acotada, por el otro principio señalado en la misma: la responsabilidad.

Lo anterior me lleva al siguiente cuestionamiento. ¿Podemos pensar que una mujer de 65 años con trece hijos y siete nietos que, en el ejercicio de su libertad procreativa, trae al mundo a cuatro seres humanos más, mediante el uso deliberado de procedimientos de reproducción humana asistida, está actuando responsablemente? No debemos olvidar que, de acuerdo a diversas convenciones internacionales, siempre debemos velar por “el interés superior de los menores”.

Una conclusión es evidente, si bien la libertad procreativa es un derecho fundamental reconocido en nuestra Carta Magna, ésta debe ejercerse de manera responsable e informada.

Nota adicional:

Cabe señalar que el caso de la Sra. Annegret Raunigk no es el primero en cuanto a la edad, pero sí lo es en cuanto al número de hijos. Ha habido varias mujeres mayores que han usado técnicas de reproducción asistida a lo largo de la historia, entre otras, María del Carmen Bousada de Lara, mujer española que a los 66 años y gracias también a la fecundación in vitro, gestó a dos hijos, mismos que quedaron huérfanos tres años después, ya que la Sra. Bousada falleció en 2009.

madre más vieja en 2006
María del Carmen Bousada de Lara con sus mellizos (Foto: https://alchetron.com).

Otro caso icónico es el de Kristine Casey, quien en 2011 a la edad de 61 dio a luz ¡a sus propios nietos!

Referencias:

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150523_alemana_da_luz_cuatrillizos_hr

https://www.clarin.com/sociedad/cuatrillizos-alemania-polemica-prematuros_0_Syg5ltYw7g.html

http://www.dailymail.co.uk/news/article-3580953/They-young-German-grandmother-IVF-quads-65-poses-children-birthday-insists-fit-mother.html

ACME (Acuerdo Comercial México-Estados Unidos)

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Ek Chuah, dios maya del comercio (Foto: www.mitologia.info).

Queridos lectores, por esta ocasión dejo aquí un personal corolario del nuevo escenario comercial entre México y Estados Unidos. Debo reconocer que no sé con quién debemos identificarnos más, si con el coyote o con el correcaminos.

La Corporación Acme es una empresa ficticia, que existe en el universo de los Looney Tunes. Apareció la mayor cantidad de veces en las caricaturas de El Coyote y el Correcaminos, que hicieron famosa a Acme, por sus productos peligrosos y poco reales, los cuales fallaban catastróficamente y de las peores maneras.

Esperemos que el nuevo ACME (Acuerdo Comercial México-Estados Unidos), no siga la anterior definición. Recordemos que al principio de estas negociaciones Canadá dejó solo a México, y tal parece que ahora, México abandona a Canadá.

El nuevo ACME es sin duda un triunfo para Trump, pero es un “quién sabe” para México y Canadá.

Quizá sólo nos queda encomendarnos a Ek Chuah, el dios del comercio maya.

Marihuana, mitos y prejuicios

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Y los prejuicios nos siguen ganando. Mientras nosotros ponemos los muertos en Estados Unidos y en el mundo, cada día más existen voces que pugnan por legalizar el consumo de la marihuana para fines medicinales e inclusive lúdicos.

Acá (en México), sin embargo, voces conservadoras siguen pensando que quienes consumen marihuana deben ser tratados como delincuentes. Sin duda alguna nos faltan y seguirán faltando espacios penitenciarios mientras sigamos pensando de la misma manera.

Ha quedado demostrado en múltiples ocasiones los beneficios, al menos en términos médicos, del uso de la cannabis. En este sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha manifestado en al menos tres ocasiones respecto al consumo lúdico de la marihuana, sosteniendo que en la medida en que no afecte a terceros, no debe ser prohibido su consumo.

El principio utilizado por la Corte es que la prohibición del consumo de marihuana con fines lúdicos limita el libre desarrollo de la personalidad, sin embargo, podríamos decir que detrás de su opinión subyace otra más importante, el principio real es que todos los seres humanos deberíamos poder hacer cualquier cosa que nos plazca siempre y cuando, no se afecten los intereses de terceros.

Bajo ese argumento, poco importa si consumo marihuana o como cacahuates; poco importa si estoy casado con una mujer o con un varón; esto en la medida, insisto, en que mis aficiones en el ámbito privado y personal no afecten los derechos de terceros.

El anterior principio debería ser siempre el rasero con el que midiéramos nuestras críticas. Es decir, no se vale criticar por criticar, y mucho menos podemos admitir que otros se yergan como sensores morales de la sociedad en su conjunto, esos que creen siempre tener la verdad en sus manos. Quienes, sin embargo, y por regla general, lo que hacen es juzgar a los demás desde sus muy personales valores, queriendo imponer sus puntos de vista por encima del resto de la comunidad.

Seamos honestos, es muy probable que incluso al Estado le cueste más los efectos derivados del consumo de refrescos, cerveza o tabaco, que lo que eventualmente podría costarle a la sanidad pública el consumo de la marihuana. Pero para no meternos en especulaciones podríamos comenzar, cuando menos, por aceptar el consumo de la marihuana con fines médicos, pues como ya mencioné, se ha probado en otras latitudes efectos beneficiosos. Uruguay, algunos estados de la Unión Americana, Canadá y, más recientemente España, son algunos ejemplos a considerar.

legalización
Foto: Guillermo Legaria/AFP.

Dejemos, entonces, prejuicios pseudomoralistas, recordemos que en México la prohibición de la marihuana inicia en la década de los veinte, en el siglo pasado. Antes de esa época la cannabis era considerada como una planta medicinal. Efectivamente, es en enero de 1920 cuando en una sesión del entonces Consejo de Salud, se propuso por primera vez, que se incluyera a la marihuana en la lista de sustancias peligrosas: La marihuana no es una planta medicinal ‒decía la propuesta‒ ni es medicina. Pero es una de las manías más perniciosas en nuestro pueblo.

No obstante, personajes de la talla de Octavio Paz han cuestionado este enfoque. Paz escribió en relación a estas prohibiciones que: Las autoridades no se comportan como si quisieran erradicar un vicio dañino, sino como quien trata de erradicar una disidencia. Como es una forma de disidencia, que va extendiéndose más y más, la prohibición asume el carácter de una campaña contra un contagio espiritual, contra una opinión. Lo que despliegan las autoridades es celo ideológico: están castigando una herejía no un crimen.

Un respetado neurofisiólogo mexicano, el Doctor Ricardo Tapia (investigador Emérito del Sistema Nacional de Investigadores y acreedor de múltiples premios y reconocimientos académicos), ha manifestado que el uso moderado de la marihuana no parece ser un riesgo para los adultos sanos. Las declaraciones de que la marihuana es la puerta de entrada a drogas más peligrosas son tan fantasiosas como las escenas de asesinato, violación y suicidio de “Reefer Madness”.

Dejo algunos enlaces que pueden ser de interés:

  1. https://www.eldiario.es/sociedad/oscuro-mundo-cannabis-legal-Espana_0_727927479.html
  2. http://www.cronica.com.mx/notas/2014/865104.html
  3. https://elpais.com/internacional/2017/07/07/actualidad/1499438985_288197.html

¿Abortar siempre es un pecado sancionable?

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Vengo de una familia católica y tengo muchos amigos y familiares que profesan dicha religión. Todos en relación al tema del aborto coinciden, todos creen que abortar siempre y bajo cualquier circunstancia es un pecado grave. Hoy pretendo ofrecer dos argumentos en sentido opuesto. Uno histórico que tiene que ver con los padres fundadores de la Iglesia católica y otro que tiene que ver con el derecho canónico.

En ambos casos, cuando he planteado estos argumentos a mis amigos y familiares, me he topado con un común denominador. Por un lado, los argumentos que aquí plantearé, no los conocían y por el otro, parece que no les interesan.

Cuando he preguntado por qué creen que abortar bajo cualquier circunstancia es un pecado grave, he recibido los más variopintos argumentos, unos me han dicho que lo dice la Biblia, aunque nunca me han sabido decir con exactitud en qué parte de la Biblia se menciona; otros me han dicho que es lo que los sacerdotes de sus iglesias les han enseñado; y otros más me han argumentado que lo ha dicho el Papa, sin poder precisar cuál de todos los Papas.

El dato histórico

Contrario a lo que se cree, la posición de la Iglesia católica no ha sido siempre una posición radical en contra del aborto. San Agustín (354-430, uno de los llamados padres fundadores de la Iglesia católica), en el Comentario al Evangelio de San Juan, consideraba que abortar no era el equivalente a un homicidio, el argumento era que el embrión o feto aún no se encontraban formados y consecuentemente no tenían alma. Para San Agustín, la animación sucedía 45 días después de la concepción. San Alberto Magno (1206-1280) creía que el alma del varón era infundida por el creador a los 40 días, en tanto que a las mujeres el alma les llegaba a los 90. Por su parte, Santo Tomás de Aquino (1225-1274, otro de los considerados como padres fundadores de la Iglesia católica), creía también que la animación era retardada y no inmediata, Santo Tomás partía de la idea que la animación no sucedía hasta que el cuerpo se encontraba debidamente organizado, y probablemente influenciado por San Alberto Magno coincidía con este último, en que la animación del feto sucedía en el caso de los varones a los 40 días y 90 para las mujeres.

Es hasta 1869 cuando el Papa Pío IX cambia de postura y a partir de esta fecha se considera que el aborto (excepto el espontáneo) debe ser castigado con la pena máxima del derecho canónico, es decir, debe ser sancionado con la excomunión. Lo anterior nos lleva a la segunda reflexión, ¿qué es el Derecho Canónico?

papas católicos
Papa Pío IX (1792 – 1878) (Foto: https://es.zenit.org).

El Derecho Canónico

Podemos definir al derecho canónico como el conjunto de normas jurídicas que rigen la vida interna de la Iglesia católica, así como los derechos y obligaciones de todos los feligreses católicos. El derecho canónico, efectivamente, condena el aborto con la pena más severa que es la excomunión, latae sententiae, ya que el canon 1398 establece: -Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae. Este tipo de excomunión implica que no se requiere de juicio alguno para aplicar la condena, es decir, implica una especie de condena en automático. Quien comete el pecado sabe entonces (aunque nadie más lo sepa) que está condenado a la excomunión, la que por cierto, es la pena más severa del derecho canónico.

No obstante lo anterior, al igual que sucede con las legislaciones ordinarias penales, (inspiradas en la mayoría de los casos por el derecho eclesiástico), el derecho canónico tiene excluyentes de responsabilidad. Esto significa, situaciones excepcionales por virtud de las cuales no es posible aplicar la sanción prevista.

Las excluyentes de responsabilidad, en el caso que nos ocupa, las podemos encontrar en el canon 1323, en el que se establece lo siguiente:

Canon: 1323.- No queda sujeto a ninguna pena quien, cuando infringió una ley o precepto:

  1. aún no había cumplido dieciséis años;
  2. ignoraba sin culpa que estaba infringiendo una ley o precepto; y a la ignorancia se equiparan la inadvertencia y el error;
  3. actuó coaccionado por miedo grave, aunque lo fuera sólo relativamente, o por necesidad o para evitar un grave perjuicio, a no ser que el acto fuera intrínsecamente malo o redundase en daño de las almas;

Después de todo lo expuesto, me regreso a la pregunta original: ¿Abortar siempre es un pecado sancionable?

Abortar efectivamente es un pecado y un pecado grave, esto de conformidad con el canon 1398, pero ¿siempre nos lleva a una sanción?, la respuesta es negativa al menos en tres hipótesis:

  1. si la mujer que aborta tiene menos de 16 años,
  2. si la mujer (mayor o menor de edad) no sabía que infringía una ley. En este caso la ley contemplada en el derecho canónico y,
  3. si actuó por miedo grave.

Así, a modo de conclusión, el aborto desde la propia perspectiva de la Iglesia católica tiene sus excepciones, y contrario a lo que la gente cree, no siempre es sancionable.

Dejo algunos enlaces de interés que, por cierto, son oficiales de la Santa Sede:

http://www.vatican.va/archive/ESL0020/__P54.HTM

http://www.vatican.va/archive/ESL0020/__P4U.HTM

A todo esto, la palabra “aborto” sólo aparece siete veces en la Biblia, en tanto que las palabras “abortar”, “abortará” y “abortaron” las encontramos no más de una vez.

La fuente también es oficial de la Santa Sede:

http://www.vatican.va/archive/ESL0506/5/RJ.HTM