Con gran desencanto puedo decir que fue reprobable haber participado esta semana en la feria más importante en Nueva York, con la mentalidad de que en México, primero que todo, somos un país de pobres; seguramente en el exterior debemos presentarnos como pobres para ser congruentes.
En días recientes, del 23 al 25 de junio, se llevó a cabo la feria llamada Summer Fancy Food, en el Jacob K. Javits Convention Center de Nueva York. Este evento es el más grande de alimentos y bebidas especializadas en Estados Unidos y en éste se presenta lo último en productos gourmet especializados e innovadores. En total, más de 2,600 expositores ocuparon un espacio aproximado de 14.5 canchas de fútbol y se mostraron cerca de 200,000 referencias especializadas procedentes de todo el mundo.
La participación de México la organizó ASERCA (Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios), parte de SADER (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural), que antes de este sexenio se llamaba SAGARPA (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación). Sin exagerar, la vergüenza que hemos pasado las ocho empresas que participamos en esta feria no tiene nombre, fuimos el peor país representado. Llegaron dos representantes jóvenes del Consulado queriendo hacer su mejor esfuerzo, pero sin experiencia alguna en este tipo de exhibiciones, y que resultado de ello el área de México se veía como parte de un velorio.
Las empresas que participaron fueron las siguientes: Villa vainilla, Mi mole, Comidas Y Bebidas Fermentadas S.A. DE C.V., Nutriagaves de México, Chocolates Wolter de Ana Beatriz Parizot, café tostado de exportación de Los portales, Diricom S.A. con aceite de aguacate, y Vanuato Kakaw México.
Esta feria se llevó a cabo porque el gobierno anterior ya había dado el anticipo y el nuevo gobierno, que ha quitado todos los recursos para promoción en el exterior, no le ha dado importancia ni creo que se la dé, porque no han podido entender que una de las maneras de poder exportar es mostrando con dignidad nuestros productos en las mejores ferias que se presentan en el extranjero.
En poco tiempo Alemania será el centro de otra expo que es crucial, ANUGA, y que es considerada la expo de alimentos más grande del mundo occidental; cuenta con 13 halls llenos de alimentos, se realiza cada dos años por cinco días y ya no hay lugar para México porque no se pagó el anticipo en tiempo, así que al descartar nuestra participación en eventos internacionales y relevantes para nuestro país, seguimos perdiendo oportunidades para destacar; si no mostramos lo que hacemos, no hay posibilidad de vender. Existen muchas empresas en el mundo que están superando varios desafíos y haciendo su mejor esfuerzo como país, ya que trabajan en conjunto los empresarios y gobierno del Estado. Un ejemplo claro de esto son los países árabes del Golfo que están llevando sus dátiles y su leche de camello montándolos en unos stands impresionantes. Ojalá que nuestros representantes de la actual administración puedan entender que la imagen que uno proyecta crea la confianza de la empresa y el país.
Mi recomendación es que si vamos a participar en cualquier tipo de eventos en el extranjero, o lo hacemos muy bien o mejor ni vayamos, pero me niego a pensar que queremos transmitir la imagen de un país en subdesarrollo, pobres y jodidos cuando no lo somos. ¿Qué haremos para cambiar esto?