5ª Generación de Conectividad Móvil: Mapa de Ruta

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La evolución de la conectividad móvil ha desembocado en una quinta generación (5G) tecnológica que, entre muchas otras características, resulta en mayores velocidades de carga y descarga de datos, así como mejores indicadores de calidad y confiabilidad de red. Por ejemplo, menor latencia, mayores capacidades de transferencia de datos y una conectividad masiva de dispositivos.

Condiciones para la Transición a 5G

A finales de 2017 la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) publicó los requerimientos mínimos para el desarrollo de servicios móviles en una red 5G. Destacan: una velocidad de descarga de al menos 100 Mbit/s y de carga de 50 Mbit/s; conectividad a un millón de dispositivos por km², lo que requerirá de una densidad de radiobases de 40 a 50 por km², así como una latencia no superior a 4 milisegundos.[1]

La transición a 5G requiere del despliegue de infraestructura y del ejercicio de recursos de capital asociados, así como realizar la asignación de espectro radioeléctrico necesaria para la provisión de servicios de última generación. En este sentido, la migración hacia 5G se traduce en la licitación y utilización de frecuencias del espectro radioeléctrico menores a los 6 GHz en bandas bajas, 6 – 30 GHz en aquellas medias y superior a 30 GHz en bandas altas.

Asimismo, el despliegue de 5G requiere de espectro bajo licencia y sin licencia, exclusivo y compartido. Otras condiciones esenciales para hablar propiamente de una red 5G son: alcanzar niveles de eficiencia espectral y energética, así como una confiabilidad de red superior a 99.999%.

Avances y Asignaturas Pendientes en México

En México, los esfuerzos desde el regulador para transitar a 5G han consistido en fomentar la disponibilidad y optimización del espectro radioeléctrico requerido con la licitación de la banda de 2.5 GHz y la liberación de aquella de 600 MHz. Al respecto, en el lustro pasado, se duplicaron las frecuencias disponibles puestas a disposición de los operadores móviles para su utilización comercial.

En nuestro país, la compleja geografía y la gran dispersión poblacional ha hecho especialmente difícil la provisión de todo tipo de servicios derivados de las infraestructuras, como el agua potable, electricidad y las telecomunicaciones.

Esto se debe a que todos estos servicios necesitan del ejercicio de fuertes sumas de recursos de capital para el despliegue de infraestructura y que, para que se asegure un retorno de inversión, se requiere de cierta masa crítica para su operación.

La población en México se concentra principalmente en las grandes urbes, de manera que, 48% reside en localidades de más 100 mil habitantes, mientras que 29% se encuentra en poblaciones entre 2,500 y 100 mil. La proporción restante (23%), casi una cuarta parte de los mexicanos, vive en localidades con menos de 2,500 habitantes. Estas últimas con marcadas dificultades para la provisión de servicios directo al hogar, entre estos, los de telecomunicaciones.

conectividad en MéxicoDebido a que llegar a estas poblaciones es prácticamente inviable, en términos económicos y de rentabilidad, y a que la conectividad es un derecho fundamental consagrado en la Constitución, es menester del gobierno crear las condiciones necesarias para incentivar el despliegue de infraestructura.

En este sentido, agilizar y eliminar los gravámenes excesivos para tramitar permisos para el establecimiento de torres, reducir el costo para explotar las frecuencias del espectro radioeléctrico y realizar programas de cobertura específicos con inversión público-privada, son ejemplos claros de acciones que pueden promoverse desde el gobierno para alcanzar la conectividad universal, especialmente de la Banda Ancha Móvil (BAM) que alcanza una penetración destacada entre la población y que requiere menores recursos de inversión para su despliegue.

De acuerdo con el IFT, al segundo trimestre del 2018 contabilizan 82.7 millones de accesos a BAM, tal que la penetración de este servicio corresponde a dos terceras partes de la población. Su elevado dinamismo es tal que tan sólo en 5 años se han sumado más de 50 millones de nuevos accesos.

La masificación de la conectividad móvil en México y la migración a redes 5G habilitarán un escenario de acceso ubicuo a internet, y confiable, que no requerirá de su complementariedad con sitios públicos, consistirá en una navegación ultrarrápida en internet móvil, de descarga de contenidos 10 veces más rápida, así como una mejor calidad de las videollamadas y de los videos descargados.

tecnología móvil

La migración a redes móviles de última generación no se limita a la estandarización de una nueva tecnología o a los planes de los operadores para transitar a 5G.

Además, es necesario satisfacer condiciones como la asignación y puesta en operación oportuna del espectro radioeléctrico, así como de la consolidación de un mercado de terminales móviles que permitan el aprovechamiento de una banda ancha móvil mejorada y de aplicaciones como el Internet de las Cosas (IoT).

En nuestro país se han colocado las primeras piedras para dar el paso a 5G, a partir de las acciones de política espectral llevadas a cabo por el IFT.

Una ventaja inmensa de nuestra época es la visibilidad de la evolución tecnológica con la que contamos, que nos permite diseñar marcos legales, modelos comerciales y esquemas de inversión factibles. Queda pendiente asegurar la oferta y utilización de esta tecnología para su óptimo aprovechamiento por todos los mexicanos.

Referencias:

[1] Unión Internacional de Telecomunicaciones, Minimum requirements related to technical performance for IMT-2020 radio interface(s). Disponible en: http://bit.ly/2DpWfxg

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