A medida que pasa el tiempo, cada vez hay más analistas que opinan que se le bajará la calificación crediticia a PEMEX, esto impactará la calificación también del riesgo crediticio que tiene México y, por lo tanto, la consecuencia será que tengamos una devaluación del peso.
Si hacemos a un lado los nacionalismos y dejamos de pensar que si se devalúa el peso, se devalúa el presidente y a la vez el país, y lo analizamos nada más desde la perspectiva económica, a mi manera de ver, no es algo que necesariamente sea terrible.
Por un lado, la deuda interna en pesos es enorme, basta con que le integremos tan sólo el tema de pensiones, por lo que en términos reales con una devaluación ésta bajaría.
Por el lado de la industria, aunque muchos fabricantes usan materiales de importación, la gran mayoría tienen un componente en su integración de costos de mano de obra nacional y por supuesto que los gastos son en pesos. Esto representa para la industria de exportación volverse más competitivos en sus exportaciones. Es más, si escuchamos el discurso del presidente Trump, constantemente se queja de China por manipular su moneda para poder venderle más a Estados Unidos.
Por el lado de los fabricantes que enfocan su producción para atender el mercado interno, por supuesto que también saldrían beneficiados con una depreciación del peso, ya que los productos de importación contra los que compiten se volverían más caros en el mismo porcentaje que se tenga una devaluación, además aunque se utilicen insumos importados, todos los demás elementos que integran el costo son en pesos. Seguramente sus ventas serán mejores.
Hablando de turismo, en automático nos volvemos más atractivos como país, nuestros precios en términos de moneda extranjera bajan.
El lado negativo es que hay un efecto inflacionario, el cual hemos visto que no es directamente proporcional a la devaluación, y aunque afecta momentáneamente el poder adquisitivo de la población en general, a larga, al reactivarse la economía porque el aparato productivo se reanima, la mayor demanda de empleo compensa esto.
La afectación mayor se daría para aquellos que quieren viajar al extranjero o tienen compromisos y deudas en moneda extranjera, creo que es bueno ir tomando precauciones y cubriendo posiciones. Definitivamente deber dinero en moneda extranjera en estos momentos cada vez resulta más riesgoso.
A mi parecer, la tasa del 8.25% que paga el Banco de México está saliendo muy cara, y como de todas formas tarde que temprano nos vamos a devaluar, por eso creo que sería muy bueno romper paradigmas y aceptar que una devaluación gradual puede ser mucho mejor estrategia que sostener el peso artificialmente, y tener que sufrir una devaluación abrupta y fuerte, pues de esa forma sí puede ser muy dañina para la economía del país.