Las telecomunicaciones tienen un impacto transversal y muy significativo en la sociedad contemporánea, en diversos ámbitos, tanto políticos y económicos, como sociales, educativos y culturales. Se constituyen hoy como plataforma de intercambio de nuestras comunicaciones y acceso ubicuo a la información, como instrumento habilitador de servicios y aplicaciones o incluso como mecanismo facilitador del proceso productivo. Es así como, desde junio de 2013, se reconoce a nivel constitucional en México y se incorpora al catálogo de derechos fundamentales, el de acceso a los servicios de telecomunicaciones, estableciendo como contraparte la procuración del Estado para garantizar la satisfacción de éste.
El año 2017 se ha caracterizado por una continua recuperación en los ingresos de los operadores de telecomunicaciones fijas y móviles, después de la marcada baja de precios en los diversos servicios en años recientes. En materia de competencia, los avances han sido escasos, conservándose prácticamente la misma concentración de mercado del agente económico preponderante, América Móvil, que asciende aproximadamente dos tercios del mercado total, fijo y móvil, de voz y de datos.
En años recientes, la entrada de nuevos operadores ha resultado disruptiva para el mercado, acelerando la penetración de servicios y llevando los precios marcadamente a la baja. A su vez, todo ello ha detonado consecuentes efectos sobre las condiciones de oferta, hábitos de consumo, reconfiguración de los mercados y la generación de nuevas oportunidades de negocio.
Dinámica Sectorial de Ingresos
¿Cómo se traduce esta dinámica en la generación de ingresos de los operadores?
De acuerdo con The Competitive Intelligence Unit (www.TheCIU.com), el sector de telecomunicaciones en su conjunto generó $467,595 millones de pesos, equivalente a un crecimiento anual de 3.0% (ligeramente inferior al 3.6% alcanzado un año anterior), una y media veces el crecimiento de la economía en su conjunto.
Esta tendencia de recuperación en el dinamismo sectorial, especialmente registrado durante la segunda mitad del año, es atribuible al acelerado dinamismo del mercado de TV de Paga, a la estabilización del gasto promedio de los consumidores móviles en voz y datos (Average Revenue Per User o ARPU, por sus siglas en inglés) y al creciente consumo de servicios de banda ancha, tanto fija como móvil.
Dinámica de Ingresos y Suscripciones por Segmento
En su composición por segmentos, el de telecomunicaciones fijas registra una contracción de 2.5% durante 2017, a pesar de la creciente contratación de esos servicios y del consumo de la banda ancha fija a mayores velocidades, que asciende a 17.1 millones de accesos. Por su parte, en este segmento fijo el número de líneas telefónicas en operación permanece casi sin variación en la vecindad de los 19 millones de líneas totales.
En 2018, se prevé la recuperación de una senda positiva de crecimiento en ingresos, tal que se alcance un coeficiente de crecimiento de 0.5%.
Por lo que toca al segmento de TV de Paga, durante 2017 continúo siendo el más dinámico con crecimientos de ingresos superiores al resto del sector de las telecomunicaciones, con un incremento interanual de 7.3%. En términos de suscripciones, se registró una reducción de 0.7% para alcanzar 19.7 millones, explicado por un ajuste transitorio a la baja en la contratación por efectos de la transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) que tuvo lugar a inicios de 2016.
Para 2018, a pesar de la desaceleración registrada durante 2017, se anticipa un crecimiento de 8.4%, explicado tanto por los ingresos derivados de la publicidad de campañas políticas, así como por las transmisiones del campeonato mundial de fútbol, que resultan en una levada estacionalidad en la demanda por contenidos y publicidad.
Adicionalmente, un factor relevante en los últimos años ha sido la oferta/competencia en servicios de valor agregado como lo son los contenidos en alta definición multiplataforma y aquellos disponibles bajo demanda por Internet (Over the Top u OTT en inglés), como una extensión a la provisión de programación tradicional y ruta complementaria para la generación de mayores ingresos.
Por su parte, el segmento móvil ha retomado una senda de dinamismo renovado y mejora en el valor del mercado, para alcanzar un crecimiento de anual de 4.1% durante 2017, con 115.5 millones de líneas. Se espera que, en 2018, continúe esta trayectoria por el mayor número de usuarios de postpago, la reconfiguración de la oferta de servicios en prepago, el incremento en el consumo de servicios móviles, especialmente de la banda ancha móvil (BAM) y la migración a redes móviles avanzadas que permitan la oferta de más servicios de valor agregado.
Tras este recuento cuantitativo del sector, es previsible que en el año en curso se registre en lo general una recuperación del dinamismo sectorial, como resultado de una serie de factores entre los que destacan: efectos benéficos derivados del nuevo ecosistema competitivo, la inyección de mayores recursos de infraestructura, así como el aumento en la oferta y consumo de servicios ofrecidos. Es previsible también que continúe la rampa ascendente de crecimiento del sector, resultantes de la mayor cobertura de servicios, el despliegue de redes de nueva generación, así como de la profundización en la demanda y consumo de servicios, entre otros factores. Adicionalmente contribuye el entorno macroeconómico, eventos políticos (elecciones presidenciales, de gobernadores y de legisladores) y deportivos (mundial de futbol), así como el devenir en la política regulatoria.
Agenda Regulatoria
En lo que toca a la agenda del regulador para 2018, se contempla la implementación de diversas acciones encaminadas a detonar competencia efectiva en los mercados de telecomunicaciones, por ejemplo, al aprobar y dar inicio al proceso de separación funcional del negocio mayorista del operador preponderante en su segmento fijo.
Asimismo, la puesta en marcha de la licitación de frecuencias en la banda de 2.5 GHz es parte de la política de administración del espectro radioeléctrico que pretende alcanzar una mayor eficiencia y capacidades superiores en la provisión de servicios móviles.
Con todo, a pesar de esta prospectiva positiva de mercado e implementación regulatoria, no debe perderse de vista la persistente concentración en ingresos y líneas aun registrada en el sector, tal que alrededor de 60% de los ingresos y líneas son atribuibles a un solo operador, el preponderante (América Móvil, Telmex-Telcel).
Durante 2018, el regulador debe continuar con su labor de promoción de la competencia, para materializar la aplicación y cumplimiento efectivos de la regulación asimétrica de preponderancia, y así evitar una eternización del poder de mercado del preponderante y el marcado desbalance en las condiciones de oferta entre operadores.
Investigación muy completa