Se dice que el mejor amigo de la inversión es el silencio. Cuando ganó la presidencia Andrés Manuel López Obrador, los ánimos estaban muy exaltados y las expectativas hacia lo bueno o lo malo estaban muy polarizadas. La realidad de alguna manera nos ha mostrado que el inicio de este sexenio ha sido complicado, hay subejercicios importantes, la economía está creciendo muy lento y las expectativas que se habían generado están todavía lejos de cristalizarse, no obstante, si comparamos con los inicios de otros sexenios, hay muchas similitudes.
Por otro lado, mucha gente pronosticaba que para estas fechas México se encontraría en una situación terrible, prácticamente en llamas y en quiebra, por lo cual muchos malvendieron sus negocios y propiedades. Pero puede entenderse esa condición humana, a muchos nos encanta desgarrarnos las vestiduras aunque la realidad nos está mostrando la exageración de esos pronósticos.
En tal sentido, hubo demasiado ruido y el crecimiento se detuvo. Por eso, creo que para tomar decisiones al futuro, tanto de nuestra vida personal como de nuestra familia y nuestros trabajos o negocios, debemos analizar las cosas de manera mucho más pragmática y realista, y no dejarnos influir por nuestros jugos gástricos.
Analizando el entorno en general, tenemos riesgos importantes, hay leyes que de plano no compartimos, como la Ley de Extinción de Dominio que, por errores de naturaleza fiscal, nos amenaza de ser tratados como parte de la delincuencia organizada.
La economía está creciendo muy lento y las ventas de los diferentes negocios se ven complicadas al futuro. Preocupa demasiado la inseguridad creciente a la que estamos expuestos en lo personal, nuestras familias y nuestros negocios; la impunidad es desmesurada.
Analizando la otra cara de la moneda, la macroeconomía se halla estable, no se ven riesgos importantes en el manejo de las finanzas del país, por lo que difícilmente tendremos devaluaciones importantes. La corrupción nos estaba devorando, y aunque hay mucha resistencia, yo creo que hay avances importantes para disminuirla, en este momento ya existen oportunidades claras de inversión que pueden ser muy redituables al futuro.
Por supuesto, me parece fundamental que sea respetado el Estado de Derecho, y que se aplique menos mediáticamente pero con mucha más eficiencia. De modo que si dejamos a un lado las especulaciones, la grilla, las descalificaciones, y nos dedicamos más a trabajar, tomando desde luego las precauciones debidas, en silencio y con poco ruido, deberíamos ser exitosos en nuestras actividades y en nuestro país.
Ya eres de la 4t mi querido amigo con tendencia a lo neutral, pero lo que dices es de gran apoyo a Don Amlo y de seguro te leerán
Ojalá haya más empresarios como tú que busquen el bien del país en cualquier tipo de Transformación
Estoy de acuerdo contigo. Muchos se rasgan las vestiduras porque pasa volando una mosca. AMLO, con todos sus defectos que son muchos, no es Ni Chavez ni Maduro. Busca el apoyo de los empresarios y aunque habla demasiado y dice tonterías, su apuesta por bajar la corrupción es positiva. Veamos que sucede, pero muchos se rasgan las vestiduras por rumores y suposiciones falsas. Buen artículo.