Apuestas ambiciosas

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La cartelera mexicana sigue arriesgándose en presentar textos que requieren un gran compromiso escénico. En la colaboración pasada había hablado de  la obra de un autor en este nivel de exigencia, “Panorama desde el puente” de Arthur Miller, y cómo el montaje mexicano salía bien librado en la técnica y el estilo.

En esta ocasión comentaré “Temporal”, una adaptación de la célebre obra “La Tempestad” de William Shakespeare. Así una vez más, estamos en grandes ligas.

La historia cuenta cómo Próspero, un hombre exiliado en una lejana isla, al recurrir a cierta magia, provoca el naufragio de un barco donde tripulan los responsables de condenarlo a vivir de esa manera. Al encontrarse desprotegidos en la isla, los náufragos comienzan a responder a sus instintos más primarios para salvar su vida, mientras Próspero prepara un reencuentro con ellos y así manifestarles su perdón.

El director del montaje, Flavio González Mello, es una de las figuras más reconocidas de la escena teatral  no sólo por sus trabajos de dirección sino por ser un emblema de la dramaturgia contemporánea mexicana.

Debido a su experiencia en esta área, González Mello decide hacer una adaptación del texto de Shakespeare y ubicar la trama en los esquemas de un ensayo teatral: Próspero simula un director que conduce los destinos de sus enemigos en la isla como si fueran actores de una obra escrita y reescrita por sus deseos.

Y es aquí cuando comienzan los problemas. La historia se convierte en algo incomprensible para el espectador. El montaje amalgama diversos temas que, de manera desafortunada, no son hilvanados: el amor al teatro y el perdón de Próspero a sus enemigos; los peligros de la isla y las vicisitudes de un ensayo para cualquier actor; la búsqueda de la verdad en la vida y la verosimilitud en escena. La apuesta es ambiciosa pero poco funcional para contar una historia.

Uno de los grandes problemas de cualquier director al trabajar con “La Tempestad” de Shakespeare radica en su calidad de obra anticlimática, es decir, el protagonista no debe resolver un conflicto máximo sino todos los personajes viven acontecimientos que muestran diferentes caras de una misma situación; en este caso, el perdón y la toma de conciencia de los errores. Este punto es delicado porque sin una lectura audaz del director para captar la atención del público, todo se podría convertir en algo aburridísimo al dar la sensación de “no pasar nada”.

“Temporal” en ningún momento logra conectar con el público para acercarlo a ver diferentes ángulos de una misma situación. Todo se hace más denso cuando en la adaptación de González Mello no existe personaje por el cual el espectador podría sentir empatía.

A excepción de Ariel, el espíritu cómplice de Próspero para ejercer su plan, todos los personajes resultan toscos, con motivaciones poco verosímiles, con una mínima identificación en el público. Es importante señalar cómo Ariel brilla más por la interpretación precisa de la actriz Olivia Lagunas. En esta circunstancia de la historia, la idea del perdón se diluye, cuesta trabajo creerla.

Alejandro Calva, quien interpreta a Próspero, se pierde en el ritmo de la obra; pareciera que está en un montaje diferente al de todos sus compañeros cada cinco minutos: por momentos está en un melodrama, por otros en una pieza, por unos cuantos en una comedia. El resto de la compañía muestra gran disciplina corporal al desplegar movimientos casi acrobáticos a lo largo de toda la función; acierto para Ruby Tagle al comandar esta área. Sólo valdría la pena cuidar la calidad auditiva, hay momentos que es imposible entender lo que están diciendo; y no es por falta de capacidad en los intérpretes sino de una adecuada guía.

La escenografía y la iluminación es uno de los trabajos más impactantes que he visto en los últimos meses. No escatimaron nada en la producción, sin embargo, la propuesta de ubicar la acción dramática en una biblioteca decadente se aleja más de la compresión de la obra para el público. No hay un momento contundente donde se pueda empalmar la sensación producida por la escenografía y la originada por la historia.

Pilar Boliver, encargada de maquillaje y caracterización, hace un trabajo magnífico (detallado) en cada uno de los personajes; sin duda alguna, estos son de los pocos elementos capaces de contar la historia al público ante una inmensidad de dudas.

“Temporal” es un gran esfuerzo para llevar el texto de Shakespeare al teatro mexicano de hoy. Hace falta claridad y conexión genuina entre todos los elementos de dramaturgia y dirección para cumplir la ambiciosa propuesta de González Mello.

montesinos
“Temporal”
Paráfrasis de La Tempestad de William Shakespeare
Dirección y adaptación: Flavio González Mello
Teatro Julio Castillo (Centro Cultural del Bosque.
Reforma y Campo Marte s/n Metro Auditorio)

Jueves y viernes 20:00 hrs., sábados 19:00 hrs. y domingos 18:00 hrs. 
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