El pueblo votó contra “las mafias” y eso ha puesto de manifiesto en decenas de titulares a Mauricio Macri (http://www.perfil.com/politica/macri-por-culpa-de-las-mafias-colapsan-los-fuero-laborales.phtml). El presidente volvió hoy a apuntar contra las “mafias” y negó que defienda a los empresarios, sino “a los trabajadores” (en junio 2017). Supongo que luchará contra las mafias en los fueros laborales para poder imponer su Reforma Laboral que ya fue avisada para después de las elecciones de ayer.
No queda otra que esperar y en esta espera, si Cristina Fernández de Kirchner realmente desea o intenta recuperar el gobierno, debe tener otra relación con la clase media, la inmensa y poderosa clase media argentina, y eso también es válido para cualquier otro candidato.
Al acompañar el proceso político y tener amigos de ambos lados de la grieta, no me sorprendió el cambio de gobierno. Desde tiempo atrás pensé que la soberbia, la altanería y falta de sensibilidad de “los K” traerían su caída. La utilización de lemas, el poner a Cuba y Venezuela como ejemplos de independencia y soberanía, son algo indigerible para un pueblo como el argentino. Mis amigos cubanos manifestaban que comían, pero no tenían libertad, y mis amigos venezolanos no comen ni tienen libertad. Es muy posible, pero no tengo pruebas que la madurez ideológica del valiente pueblo venezolano, como manifiesta Maduro, pasa por una canasta de comida.
Me identifico plenamente con las ideas, pero parece que se necesita algo más y ese algo más que sí existe en Argentina no fue capitalizado por el régimen anterior. Me opongo ideológicamente al gobierno de Macri porque lo encuentro gemelo al gobierno de Benjamín Netanyahu en Israel y posiblemente logre construir un país rico con un pueblo pobre. En estos regímenes los datos son datos promedio, pero la distribución de la riqueza es terriblemente injusta. Prefiero un país pobre con gente rica o con un bienestar promedio razonable. Decenas de notas se han publicado, incluido por mí, sobre el favoritismo del Primer Ministro de Israel a sus allegados, los mega millonarios.
Sin duda alguna Macri supo capitalizar por medio de la propaganda y medios de comunicación favorables ideas de cambio que la mayoría del pueblo necesitaba. En los últimos años he leído mucho material sobre la Argentina en general, el gobierno de “los K” en particular y lo he ido volcando en diversas notas.
Hoy me conformo con este enlace: https://yossimay1949.wordpress.com/2015/07/19/que-es-la-amistad/ No dejaré de manifestar mi temor de que en el futuro los cambios de gobierno no serán fáciles y de serlo posiblemente encontremos una Argentina modelo 2001. Es un mérito para la Argentina que este gobierno al ser el primero de derecha obtenido en elecciones libres y aparentemente no fraudulentas, representen el deseo de la mayoría.
Macri es lo peor que pudo haberle sucedido a Argentina en años recientes. Un hipócrita aspirante a las “alturas” -más bien abismos- de las peores dictaduras que ha sufrido el país, no sólo defiende a las empresas, defiende al capitalismo más salvaje y amenaza con arrasar los Derechos Humanos de los trabajadores. Qué bueno que los argentinos son un pueblo que no tan fácilmente se deja (como el mexicano), pero Macri es ladino y astuto. Desde que llegó a la presidencia en Argentina comenzó a imponer (o a querer imponer) Reformas como las que Peña Nieto (éste no tan inteligente, pero cuyos asesores sí lo son) ha impuesto en México. En ambos países la última palabra no está dicha.
Gracias por comentar. Su opinion es importante, amén que coincidimos en cuanto a lo que le espera al pueblo argentino.
Soy argentino harto de la corrupción de Menem y fundamentalmente de los Kirchner.; un matrimonio que, con habilidad supo estructurar un sistema cleptocrático que solo sirvió para enriquecerse ellos y sus aliados; extorsionando jueces y comprando militancia política funcional al narcoestado. Se aprovecharon de contar con mayoría en el Congreso, donde diputados y senadores convirtieron al Congreso en una “escribanía” a favor de las órdenes del Ejecutivo, donde se votaron leyes “a libro cerrado” es decir, aprobadas sin discusión, solo porque los ministros del kirchnerismo así lo ordenaban.
En los 12 años de sus tres periodos de gobierno, los kirchner y sus cómplices llegaron aumentar sus patrimonios en un promedio de 1200% dejando un 30% de pobreza en todo el país, una deuda interna más grande que la externa y una educación deteriorada por la demagogia y la ignorancia. Es inconcebible que el populismo peronista que gobernó durante los últimos 27 años en la Argentina, haya dejado semejante cantidad de pobres e ignorantes, muchos de ellos (los adoradores del caudilismo) fueron subyugados por las limosnas, las coimas (exacciones ilegales) y la propaganda neofascista que caracterizó a Juan Domingo Perón desde la posguerra del ’40.
Los que votamos por un cambio radical en Argentina, elegimos por mayoría democrática a Macri y su equipo, por ser la única opción sin antecedentes políticos tradicionales y el resultado de ver nuevamente la independencia de poderes democráticos, el respeto por las leyes y la sensatez constitucionalista, hace que el pueblo pueda tener un mejor control sobre los actos de gobierno de sus funcionarios. Hoy todos los miembros del exgobierno hirchnerista están siendo juzgados por enriquecimiento ilícito. Entraron pobres al gobierno y salieron todos millonarios. Las pruebas están en Tribunales, donde ya comenzaron a quedar presos con causas penales.
No soy “Macrista”, soy un jubilado de 70 años que ha vivido y padecido las mismas trampas en las que hoy caen los jóvenes “revolucionarios” que se llenan la boca hablando del socialismo en contra del capitalismo liberal, cuando ellos hacen todo lo posible por alimentar las desigualdades sociales, sin comprender que están en una postura de izquierda que solo supo ser funcional a los demagogos de turno. Hoy la justicia está empezando a trabajar con independencia, sin presiones del Ejecutivo, esto es lo que permite que hayan a comenzado a caer los funcionarios que durante su ejercicio robaron a cuatro manos, mientras los imberbes (reconocidos por el mismo Perón) siguen aplaudiendo la mística del Che Guevara y las bravuconadas imbéciles de Cristina Kirchner.
Todavía quedamos argentinos de la vieja escuela, de aquellos tiempos en los que Argentina supo ser una de las potencias mundiales y no una república bananera como en la que nos sumió el caudillismo populista. Quien piense que Macri y su gobierno tienen algún parecido con Peña Nieto y su gente, no solo se equivoca, sino que demuestra ser poseedor de una enorme ignorancia dogmática.
Los profesionales que durante todos estos años padecimos la corrupción populista, no lo hicimos por ignorantes, sino porque quedamos en minoría. Pero ya el pueblo se dio cuenta y ha decidido cambiar para siempre. Entre estos cambios está el control sobre nuestros mandatarios y funcionarios públicos, sin idolatrías personalistas en las que vivimos equivocados durante los últimos años.
Estimado Julio:
Celebro encontrar a un connacional en este espacio. El hecho de ser escritor, me permite relacionarme con muchos lugares de Latinoamérica y España. Es por eso que hoy escribo en este blog.
Con respecto a tu apreciación sobre el parecido de Mauricio Macri con la política de Benjamín Netanyahu, te cuento que no es tan así. Macri, como muchos de su gabinete, incluida la gobernadora María Eugenia Vidal, no provienen de la política tradicional partidista, es más, ni siquiera aún son un partido político consolidado. Son profesionales que han padecido los vicios de la política tradicional y saben muy bien lo que es la administración de un Estado. Ninguno de ellos es ignorante de los vicios que manejaron el poder en nuestro país, muchos ejemplos provienen de su padre –Franco Macri–, un hombre ligado a la economía del poder de turno y por suerte para nosotros, Mauricio no se lleva bien con su padre y no tiene culpa de haber nacido en familia adinerada, por eso vale pensar que ello no lo convierte en un hombre de “derecha”, sino en una víctima del sistema del que su propio padre formó parte activa.
En estos dos años de su gestión, no ha demostrado pretender hacer un país rico con un pueblo pobre, simplemente es equilibrar los platos de una balanza que habrá de llevar varios años tratar de emparejar. Por ahora este es un gobierno de una gran sensibilidad social y todavía tiene que luchar contra el descreimiento y las versiones golpistas de sus detractores.
Te dejo un abrazo cordial y la esperanza de que cuando visites Argentina puedas notar las diferencias entre lo que dejaste y lo que habrás de encontrar. Mientras tanto estaremos atentos a no permitir que nos sigan engañando con las ideas del caudillismo.
Yo, hombre de 70 años, físico formado en la investigación científica y escritor profesional (podrás verificarlo en Google) formo parte de la gran porción de argentinos que lo votamos, no solo para sacarnos de encima a las mafias encarnadas por el kirchnerismo, sino para hacer un país mejor para nuestros nietos (porque ni siquiera nuestros hijos podrán ver el resultado que nos hemos propuesto).
Estamos vivos y atentos, imaginate que a mi edad, ya no estoy para más decepciones. Te dejo un abrazo cordial.