En mis muchos años como periodista he visto pasar cantidad de marchas, pero ninguna como la del domingo 1º de diciembre de este 2019 que está por terminar. “Fifís, Conservadores, Neoliberales” o como los quiera llamar lo que hoy se ostenta como la Cuarta Transformación, es innegable que quienes tomaron la avenida Reforma en sus dos sentidos era un mundo de ciudadanos de carne y hueso, que en perfecto orden marcharon con propuestas claras. Pegó el mismo rayo pelón de sol que en el Zócalo, pero aquí no hubo sillas, despensas, tortas, refrescos, ni la necesidad amenizarlos con la Sonora Santanera o la dulce flauta de Horacio Franco. Tampoco se regalaron sombrillas, agua, ni vimos llegar gente acarreada en autobuses, ni se vendieron libros de economía o muñequitos de tela como en el Zócalo en lo que algunos han catalogado como el AMLOFEST. Aquí, no.
Organizados en parte por la Asociación Chalecos México (que se definen como apartidistas, incluyentes, pacíficos y plurales), convocó a la protesta sin distingo de colores ni de razas y sin diferencias para exigir respeto a la ley y a los derechos, y acudir a la marcha sin banderas políticas. Muchos manifestantes dejaron clara su molestia y el hartazgo, por sentirse etiquetados y por lo que está sucediendo en el país. Miles de personas salieron desde el Ángel de la Independencia a la principal avenida de la CDMX en perfecto orden. Fue una masa humana que dijo lo que tenía que decir, que señaló en mantas y arengas el cero crecimiento de la economía, que señaló la inseguridad, la falta de medicinas, la violencia hacia la mujer y el desmantelamiento de albergues y centros educativos, el totalitarismo, el asilo político a Evo Morales, las matanzas imparables por el crimen organizado, la suspensión del NAIM y la construcción de Santa Lucía. Una cantaleta comenzó a recorrer los rincones, las calles, pasó por el Ángel, siguió por Reforma y se coló por las estructuras del Monumento a la Revolución: “fuera López”.
¿Cuántos fueron?
Lo primero que sucedió fue lo de siempre, la marcha fue desacreditada como ciudadana por el gobierno de Morena y minimizada en todos los sentidos, calificándola como “una marcha fifí y de algunos partidos”. Hace unos días se dio a conocer un interesante estudio de la empresa Tecnología I.A. (ver el siguiente video) en donde con mediciones muy claras sostiene que fueron 97,290 personas las que protestaron contra la realidad que vive México y la mayoría se retiró al llegar al Monumento a la Revolución. Se llenó por completo la avenida Reforma desde el Ángel de la Independencia hasta el Monumento a Colón, cubriendo una superficie de 70,500 metros cuadrados –más del doble del área ocupada por los seguidores de AMLO en el Zócalo–, sostiene el estudio. Mediante Inteligencia Artificial se midió la distancia entre personas y esto arrojó una densidad promedio de 1.38 personas por metro cuadrado calculándose de esta manera 97,290 personas sobre 70,500 metros cuadrados de la avenida Paseo de la Reforma. Como muestran los videos de Tecnología I.A., la mayoría de los manifestantes se fueron retirando al llegar al Monumento a la Revolución, quedando sobre la Plaza de la República una minoría que se calculó en unas 25 mil personas. En un mapa a escala sencilla se aprecia que esta minoría no se ve superada en mucho por los asistentes al AMLOFEST.
El estudio sostiene que el impacto de la marcha fue tal, que periodistas y redes sociales pro-AMLO sostuvieron con información falsa que las imágenes presentadas eran de marchas del año 2008, lo cual se descarta porque el Ángel de la Independencia no estuvo en remodelación durante las marchas por la Paz que se realizaron en ese año. Sostiene el estudio que para justificar su versión de una asistencia de 500 a 8 mil personas, se mostraron imágenes del principio de la marcha sin tener en cuenta que se llegó a la cifra de 97,000.00 en CDMX y 40 mil más, sumando las manifestaciones similares en 18 estados de la República.
Concluye el estudio de Tecnología I.A. que en los 30 mil metros cuadrados del Zócalo capitalino no caben más de 100,000.00 personas, número muy distinto que al publicitaron los medios oficiales: 250 mil y que la atención en las imágenes de la marcha ciudadana se centró en su mayoría en los mensajes conservadores y no en los cientos de carteles que protestaban por la inseguridad, economía, los proyectos inviables y la demanda de la renuncia de Andrés Manuel López Obrador.