Ellos se ríen de mí porque soy diferente,
yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.
En el año 2014 elaboré un documento con el título de Resultados del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a 20 años de su firma y las perspectivas de México con el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP),en el que hice algunos comentarios sobre la pésima conducción de nuestro comercio exterior, y entre los cuales incluí el texto que reproduzco a continuación:
El compromiso que heredó el actual Gobierno de ingresar al TPP, tiene como base una acción totalmente irreflexiva, dogmática e incongruente, como lo fue la firma de la mayor parte de los TLC’s después del TLCAN ya que, en lugar de establecer estrategias para posicionarnos y consolidarnos en el mercado de Canadá y EEUU, con programas, proyectos y estrategias ad hoc, los altísimos funcionarios que estaban encargados del diseño de la política de comercio exterior, irresponsablemente propiciaron la dispersión de esfuerzos queriendo conquistar mercados más lejanos sin haberlo logrado con el norteamericano, el más grande del mundo y el más cercano, con el agravante de que con esos países tampoco hubo una estrategia que permitiera capitalizar los beneficios de las supuestas ventajas negociadas, pero peor es que adicionalmente se continuó con una apertura incoherente y una desgravación unilateral e ilógica que, como he señalado, han dañado grandemente a la planta productiva nacional y reducido la generación de riqueza en México.
Así, convirtieron a nuestro país en un maquilador simple, pues los otros países con los que firmamos esos TLC’s y muchos con los que no los hemos firmado, sí aprovecharon nuestra incoherente apertura así como nuestra privilegiada situación geográfica y de acceso preferencial al mercado más grande del mundo para enviar sus insumos, sin que hubiera gran posibilidad de añadir mayor valor a las “exportaciones mexicanas” que, en un 76%, están condicionadas a la importación temporal de insumos extranjeros de tal manera que entre 1993 y 2012, el valor agregado en nuestra “exportación” se redujo de 58.8% a 39.13%.
Excluyendo al petróleo, el porcentaje de reexportación mexicana condicionado a la importación de insumos extranjeros es de 89% en tanto que el valor agregado pasó de 52.91% al ridículo porcentaje de 31.18%, lo que nos habla de los resultados mediocres que hemos obtenido en el desarrollo de nuestro comercio exterior.
Con el TPP, la situación de nuestro país se agravará pues nuestra privilegiada relación con Canadá y EEUU se diluirá aún más y nuestro territorio seguirá siendo un simple trampolín para que los otros países, ahora los asiáticos del TPP, lo utilicen para enviar insumos que serán ensamblados en México sin que realmente podamos añadir valor en nuestras ventas a EEUU y Canadá por debilidad de nuestra planta productiva y la falta de competitividad de nuestro medio sistémico…
Desafortunadamente, los encargados de diseñar la política y la estrategia del comercio exterior mexicano durante en el período 2012/2018 continuaron con esa política, insistiendo que México debería participar en el TPP porque EEUU estaba dentro de ese proyecto, y siendo nuestro principal socio comercial, deberíamos estar presentes para orientar las negociaciones y defender nuestras posiciones.
Peor resultó cuando EEUU se retiró del proyecto, pues los altísimos funcionarios insistieron en seguir con las negociaciones para aprovechar lo que se “había ganado” y continuar en el ahora llamado TPP-11, a pesar de las numerosas desventajas que se presentaban para México en relación con los que serían sus 6 nuevos socios.
Conviene señalar que en el año 2013 el déficit con los seis países de Asia y Oceanía, con los que no teníamos un TLC’s, ascendió a -7,247 millones USD y que el déficit total de México fue de -1,195 millones USD, es decir, el déficit con los nuevos socios de México representó el 506% del déficit total.
Para el periodo de 1993-2013, el déficit acumulado con esos países fue de -91,907 millones USD, en tanto que el déficit total de México fue de -122,657 millones USD, lo que equivale a que el 75% de este déficit fue generado por esos seis países, y que parece que no fue considerado por los altísimos funcionarios mexicanos, mismo que era originado por el bajo nivel de competitividad del marco sistémico mexicano.
Comentarios
Desgraciadamente, la negativa tendencia que mostraba el comercio exterior de México con el TPP-11 continuó y el déficit que en el 2013 ascendió a 7,247 millones USD, en 2018 fue de -14,401 millones USD, en tanto que el acumulado en el periodo 2013-2018 totalizó -65,823 millones USD, equivalente al 117% del déficit total de México que fue de -56,217 millones USD.
En este contexto podemos ver que si en el año 2018, de las 126 variables que medían la competitividad de México con esos países, teníamos ventaja en 18 y total desventaja en 108, para el 2019, en que la medición aumentó a 140 las variables, la situación de México empeoró, pues seguimos con ventaja en 18 pero nuestra desventaja se incrementó a 122.
Desgraciadamente, los elementos que más han incidido en esta negativa situación son: la pésima calidad de las instituciones públicas, el capital social, la actuación del sector público, los trámites y regulaciones, la incidencia de la corrupción y la visión a largo plazo, según puede verse en el cuadro que se incluye a continuación, mismo que fue elaborado con datos el Foro Económico Mundial (WEF).
Como consecuencia de estas desfavorables condiciones, la relación con esos países tradicionalmente se ha saldado con un déficit que continuamente se ha incrementado y los resultados de los primeros 15 meses de vigencia del TPP-11 han continuado con la tendencia negativa.
En el 2019, primer año de “operación” del TPP-11, el déficit fue de -17,602 millones USD, equivalente al 302% de nuestro superávit total.
Para los primeros tres meses de 2020, el déficit de México con el TPP-11 continuó creciendo hasta la cifra de -4,807 millones USD, y sumando los tres primeros meses del periodo 2018-2020 alcanzó la cifra de -11,115 millones USD, incluyendo a Japón, con un déficit fue de -21,239 millones USD.
Apuntes finales
Las cifras del intercambio comercial de México con los seis nuevos socios del TPP-11, muestran lo que en el año 2014 yo había previsto como negativa evolución de la relación con esos países, pues en los primeros 15 meses de operación de este instrumento, nuestras exportaciones decrecieron en tanto que las importaciones procedentes de esos países continuaron incrementándose.
Desgraciadamente y, sin duda alguna, el TPP-11 tampoco ha sido un buen negocio para México y parece que menos lo será a pesar de que, supuestamente, tuvimos al mejor y más experimentado equipo negociador del mundo al frente de este proceso.
Lo más sorprendente es que este acuerdo, que a todas luces resultaba desfavorable para México debido a nuestro bajo nivel de competitividad, a la debilidad de la planta productiva nacional y a las deficiencias de la estructura de nuestro comercio exterior, se firmó y ratificó contra viento y marea en aras del libre comercio y, como se ha visto, los resultados han empeorado en estos primeros 15 meses.
Sin duda, es urgente repensar la política de comercio exterior y definir una estrategia integral de promoción de exportaciones y de la inversión extranjera directa, dejando a un lado la simulación e improvisación que la ha caracterizado en los 26 años más recientes.
Referencias a consultar:
~ Funcionarios mexicanos en la Luna.
~ Comercio exterior mexicano: más teoría y nada de práctica.
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