El mexicano Fermín Spínola confirmó su alternativa en Madrid después de once años de doctorado. En España, para muchos era un torero desconocido y por eso fue aún mayor la agradable sorpresa que los aficionados se llevaron, como dice el dicho: Los últimos serán los primeros. Y me parece, habiendo visto la corrida por televisión, que él será el primer torero mexicano en firmar para la próxima Feria de San Isidro.
Fue una tarde importante la de Fermín, demostró poseer un gran concepto técnico del toreo, mucha suavidad y largura en los muletazos, sobre todo con el segundo toro. que durante la lidia de capote no presagiaba mucho. Supo comprender y aprovechar a favor las buenas, pero muy ocultas condiciones de ‘Buscador’, de Valdefresno.
Ante este toro, Fermín cuajó una faena que puso a toda la plaza a reclamar la oreja, inexplicablemente el presidente de la misma la negó. Spínola logró series de muletazos por ambas manos en las que corrió muy bien la técnica, llevó templada la embestida del animal y dejó constancia de un concepto clásico y muy calmado del toreo, rematando cada muletazo emotivamente.
Ya veremos cuando regrese a México qué es lo que pasa, por lo pronto que agradable es escribir elogios de un torero a veces parco en su diálogo, pero que tan bien que se expresa cuando torea y que, sin hacer mucho ruido, dejó una gran impresión en los medios profesionales y entre los aficionados de España.
Que en México le sea reconocido sería lo más justo y que las plazas lo contraten para que demuestre que está en la ruta de convertirse en un torero importante de nuestra baraja. ¡Que así sea!